Exdirector INDH por el 18-O: “Tenemos que lograr un relato que integre la complejidad de los tres estallidos que hubo”
Sergio Micco era el director del Instituto de Derechos Humanos cuando ocurrió el estallido social en 2019. Cinco años después reflexionó en Radio Pauta sobre ese período y afirmó que en su opinión “hubo tres estallidos sociales: el estallido social y emocional, el antisocial y el estallido político”.
El 18 de octubre empezó uno de los episodios más complejos de la historia reciente de Chile. El descontento social se cristalizó en lo que parecía un anuncio inocuo por parte del gobierno de Sebastián Piñera: el alza de 30 pesos en el transporte público. Dicho anuncio, junto a otras declaraciones de autoridades políticas de la época, generaron un malestar en cientos de estudiantes que llamaron a una evasión masiva del metro.
Lo que vino después, fue una serie de incendios intencionales a distintas estaciones de Metro a lo que se sumaron multitudinarias protestas en distintas partes del país.
El 25 de octubre más de un millón de personas salieron a la calle a protestar pacíficamente, encarnando múltiples y disímiles demandas contenidas en la sociedad, que culminaron en un acuerdo nacional por una nueva Constitución.
Exdirector INDH por el 18-O: “Tenemos que lograr un relato que integre la complejidad de los tres estallidos que hubo”
En Pauta Global, Sergio Micco, exdirector del INDH abordó las complejidades que enfrentaron desde el Instituto de Derechos Humanos, las decisiones que debieron tomar y reflexionó sobre Chile, a cinco años de aquel 18 de octubre de 1999.
Micco señaló que esa misma noche “toda la información llegaba contaminada, y no se sabía bien lo que estaba pasando por lo que decidimos abrir un correo electrónico que recibiera denuncias”.
“Otra decisión muy importante fue no basarnos ni en la información oficial ni obviamente en redes sociales. Entonces partimos a recorrer las comisarías”, afirmó.
Agregó que “estuvimos con 13.000 personas en dos meses y unas 5.000 personas heridas en los centros de atención médica, además de estar en 339 manifestaciones. Entonces la segunda gran decisión que tomamos ese día es que nuestra política (como Instituto), se iba a basar en lo que estábamos viendo y escuchando directamente con nuestros funcionarios”.
“Cuando vimos la gravedad de las denuncias que nos llegaban tomamos también una decisión que era compleja, que era presentar querellas criminales para que se investigara, se juzgara y se sancionara eventualmente estos casos de violencia institucional, porque eran gravísimas”, dijo Micco.
Al ser consultado sobre la tensión conceptual no resuelta entre estallido social y estallido delictual, dijo que distinguía tres estallidos.
“El estallido social y emocional, que era contra un país estancado, que no crecía y que tenía inseguridad ciudadana, abusos de la élite, desigualdad. Un segundo estallido que es el antisocial, que es el de la violencia; la violencia por definición corroe las comunidades y destruye las sociedades. Y ahí apareció lo que se vivía en barrios periféricos en todo Santiago y en muchas grandes ciudades: delincuencia, crimen organizado, narco, el feo rostro de las barras de fútbol, y también la violencia institucional.”
Añadió que “el tercer estallido fue el político. Un país donde las acusaciones eran cruzadas. Por un lado, algunos decían ustedes quieren destituir al presidente de la República y por el otro, ustedes quieren mantener la Constitución y este modelo de desarrollo utilizando a Carabineros y a la fuerza pública, violando de nuevo los derechos humanos”.
“Son tres estallidos que no hay que confundirlos, pero tampoco hay que separarlos porque están íntimamente ligados, y lo que me preocupa es que veo que hoy se dio vuelta completamente el clima de la opinión pública; estamos preocupados sólo del estallido de violencia“, afirmó.
Y continuó la idea. “Ese estallido de violencia que no supimos condenar en su momento, olvidando que hubo gravísimas violación a los derechos humanos y también de que las causas sociales del estallido están presentes. Entonces tenemos que lograr un relato que una la mayor cantidad de chilenos y chilenas y que integre esta complejidad“.
En ese sentido destacó que “han habido acuerdos que van desde la UDI hasta el Partido Socialista, declaraciones públicas, donde hay un cierto marco de interpretación, y nunca más postergar las demandas sociales al punto de que estalle la sociedad”.
“La gente quedó con un tan mal recuerdo de lo que ocurrió que creo que eso también es parte de un cierto consenso, una amplia mayoría no queremos más volver a vivir esto, y eso me parece eso positivo“, acotó.
Sin embargo agregó que “la élite política y los gobernantes deberán hacer un esfuerzo mayor para ponerse de acuerdo y superar los conflictos sociales que hoy día siguen presente”.
Finalmente hizo una relectura y valoró el que se haya hecho un proceso político que si bien “tenía un relato que no era claro, se resolvía con una nueva constitución, pero no tuvimos nueva constitución, un fracaso, sí”, pero destacó el hecho que el pueblo chileno hubiera sido capaz de llevar adelante dos procesos constituyentes sin “disparar un tiro”.
“Me quiero quedar con lo mejor de Chile que es el pacto del 15 de noviembre en la mañana, y con el esfuerzo de saber que esto había que pararlo y juntarse a conversar. Eso tiene un valor en sí mismo”.
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