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La carta de Piñera para el Vaticano

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Universidad San Sebastián
POR Josefina Ríos |

En medio de la delicada situación que vive la iglesia chilena, Octavio Errázuriz, diplomático de amplia experiencia y red de contactos, asume el 1 de junio la misión en la Santa Sede.

El miércoles por la tarde, y frente a casi un centenar de políticos, diplomáticos y académicos que asisten semanalmente a un ciclo de charlas sobre la Unidad Popular organizado por la Universidad San Sebastián, el historiador Alejandro San Francisco, orador principal en dicha instancia, anunció que el diplomático Octavio Errázuriz Guilisasti, actual presidente de Extensión de esa Casa de Estudios, era el nuevo embajador de Chile ante la Santa Sede y, por ello, era la última vez que los acompañaría en esa actividad. La audiencia estalló en aplausos y felicitaciones para el nuevo embajador.

Las credenciales de Errázuriz fueron presentadas en el Vaticano hace más de un mes -casi al mismo tiempo que empezó a circular la versión de que el diplomático conservador lideraría la misión chilena en Japón-, pero el proceso de “beneplácito” demoró, como es costumbre en este tipo de trámites diplomáticos, algunas semanas. Con todo, y mientras en Chile el tema era manejado con absoluta reserva, en las calles del Vaticano varios prelados hablaban de ello. Todo está preparado para que Errázuriz aterrice en Roma el 1 de junio, en el centro de esa ciudad se ubica la residencia de los embajadores, mientras que la embajada está apostada en Piazza Città Leonina 9, a pocos pasos de la Plaza San Pedro.

La elección de Errázuriz para liderar esta misión no es azarosa. En un momento en que la jerarquía católica chilena vive momentos complicados en su relación con la curia romana y su fama ha decaído en el escenario internacional por los casos de abusos sexuales que se han conocido en los últimos años, el gobierno de Piñera optó por una figura con dilatada experiencia en el mundo diplomático y extensas redes en la propia iglesia católica para encabezar el delicado momento.

 

EE.UU., China y ahora El Vaticano

Octavio Errázuriz, abogado de 75 años, ya fue embajador de Sebastián Piñera, cuando entre 2010 y 2014 ocupó el sillón chileno en Naciones Unidas. Bastante cercano al Mandatario, ha participado en sus dos últimas campañas presidenciales, como miembro de las comisiones programáticas en temas relativos a relaciones exteriores. Su conocimiento en esta materia es vasto: diplomático de carrera, Errázuriz fue embajador en los ochenta en Ecuador y lideró la misión en Washington entre 1989 y 1990. A él le tocó enfrentar el conflicto diplomático entre Chile y Estados Unidos, cuando en marzo de 1989 se detectaron dos granos de uva chilena contaminados con cianuro, situación que desencadenó una orden de embargo contra toda la fruta nacional, produciendo pérdidas para el país del orden de US$ 330 millones.

Durante la década del noventa, Errázuriz concentró su carrera en Asia. Entre 1994 y 1997 lideró la misión chilena en Malasya, al tiempo que fue embajador concurrente simultáneamente en Vietnam y Brunei. En 1997 se desplazó a China, donde dirigió la delegación nacional hasta el 2000. Devuelta en Chile, el abogado de la Universidad de Chile, asumió como director general de política exterior de la Cancillería, asesor para asuntos del Pacífico y director de Asia Pacífico.

Pese a su larga carrera diplomática, esta es la primera vez que Errázuriz llega a Europa y, según ha comentado a algunos de sus amigos, esta situación lo tiene muy contento. Respecto a la tarea que comienza en junio, y sobre todo teniendo en cuenta el delicado momento que vive la iglesia chilena, ha dicho que se debe ser cuidadoso, ya que en Chile existe separación total entre Estado e Iglesia y se debe atender bien este principio. En esa línea, ha manifestado que se debe tener muy presente la figura del “Concordato”. El concordato es un tipo de acuerdo entre la Santa Sede, como representante de la Iglesia católica, y un Estado. Se usa para regular las relaciones entre ellos y tiene la categoría jurídica de tratado internacional.

 

Las redes de Errázuriz

Octavio Errázuriz Gulisasti es una cara reconocida en los círculos de poder chilenos. Hermano de la ex alcaldesa de Providencia, Josefa Errázuriz, y prima del otrora presidente de la CPC, Rafael Guilisasti, en los últimos años su quehacer ha estado ligado al mundo académico: desde 2014, se desempeñaba como presidente de Extensión de la Universidad San Sebastián. Fue integrante, además, del Consejo de Políticas Públicas de Libertad y Desarrollo y del consejo asesor para el Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica. Sus redes se extienden también al ámbito de las comunicaciones, donde por más de diez años se desempeñó como asesor de la presidencia del Consorcio Periodístico Copesa, que edita actualmente el diario La Tercera, allí consolidó una estrecha relación con la familia Sahie, controladora de esa empresa.

Católico practicante, quienes lo conocen aseguran que tiene muy buena llegada con la jerarquía católica chilena, sobre todo con sus sectores más conservadores. Su hija, Cristina Errázuriz Tortorelli, fue directora de comunicaciones durante tres años (2009 -2012) de la Prelatura del Opus Dei y hoy es vicerrectora de comunicaciones de la Universidad de Los Andes, casa de estudios ligada a esa congregación.