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“Todo lo que está en la carta del Papa es la verdad”

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El Papa Francisco junto a los cardenales chilenos antes de volver al país (Foto: Agencia Uno).
POR Matias Bobadilla |

Jaime Concha, denunciante del caso Maristas dijo que la renuncia de los obispos chilenos refleja lo que las víctimas han pedido por años.

Tras los cuatro días de reunión con el Papa Francisco por el informe de monseñor Charles Scicluna, los obispos chilenos presentaron su renuncia. En una carta dada a conocer este viernes, los obispos pusieron su cargo “en las manos del Santo Padre para que libremente decida con respecto a cada uno de nosotros”, dando muestra de la crisis profunda que vive la Iglesia en el país.

En conversación con Primera pauta, uno de los denunciantes de abusos de Hermanos Maristas, Jaime Concha dijo que “está ocurriendo lo inimaginable, están cayendo las cosas por su propio peso. Estamos donde deberíamos haber estado siempre”. Para el sobreviviente de abusos, el hecho que los obispos renuncien refleja lo que las víctimas han estado acusando por años. “Hay 33 obispos corruptos, que ni siquiera merecen ser lamados obispos, que vienen al infierno”, agregó.

Jaime Concha (Foto: elperiodico.com)

Concha también se refirió al documento que entregó el Santo Padre a los obispos, en la que los acusa de -entre otras cosas- de la destrucción de pruebas y negligencia: “Todo lo que está en la carta del Papa es la verdad”.

Además de agradecer el acogimiento de monseñor Scicluna y Jordi Bartomeu cuando escucharon sus casos para redactar el informe, Jaime Concha aseguró que fue el propio arzobispo maltés el que les dijo que las cartas y documentos filtrados en las últimas horas servirán como pruebas para pedir reparación a los responsables.

Baranda: Obispos fueron obligados a renunciar

Benito Baranda (Foto: Agencia Uno)

Por su parte, el exdirector social del Hogar de Cristo, Benito Baranda, cree que la renuncia de los obispos fue forzada por el Papa: “Me imagino que a los obispos los obligaron a renunciar por el Vaticano. Ellos todavía no tienen tanta conciencia de esto, incluso una de las personas que había tenido mayor autoridad en la Iglesia [cardenal Francisco Javier Errázuriz] aún tenía animosidad con la prensa”.

Para el director de América Solidaria, el siguiente paso es cuidar las estructuras para que los obispos trabajen en evangelizar y no en escalar el poder. “Esto es una crisis de la autoridad de la Iglesia, no es una crisis de las iglesias locales. Se requiere una Iglesia más cercana a las personas”, agregó.