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Los puntos ciegos que dificultan el control de armas en Chile

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POR Juan Manuel |

La ausencia de estimaciones de las armas ilegales, así como un alto número de robos, son algunas de las falencias del sistema.

Una subametralladora UZI o un arma automática Glock. Esa es la sospecha que tiene Carabineros sobre cuál fue el tipo de arma que utilizó el hombre de 17 años que se entregó ayer a la institución por su responsabilidad en la muerte del cabo primero Óscar Galindo, en La Pintana.

A pesar de que este jueves el general de la Dirección de Armas y Drogas de Carabineros Esteban Díaz aseguró que “según los antecedentes que hay ahora no habría sido una UZI, sino que una Glock adaptada”, no existe evidencia concreta pues aún no han encontrado el arma. Sin embargo, el hecho causó preocupación por el “poder de fuego” con el que contarían los responsables del homicidio.

Piñera y el general director Hermes Soto en la misa fúnebre del cabo primero Óscar Galindo.
Crédito de la imagen: Agencia Uno

¿Pero cómo es que llega en manos de un civil menor de edad en La Pintana un arma de este tipo? Esa es una de las tantas preguntas que las primeras diligencias del Laboratorio de Criminalística de Carabineros está tratando de responder, pero lo más probable es que nunca obtengan la respuesta.

Entendidos en el tema aseguraron a PAUTA.cl que un arma de ese tipo “es muy difícil que haya salido de alguna unidad militar” y por lo tanto debiese haber ingresado “de forma ilegal”. Esta situación abre un primer punto ciego que dificulta el control de armas en Chile. Se trata del desconocimiento que existe en las autoridades competentes sobre las estimaciones de las armas ilegales que existen en el país.

El único organismo que se hace cargo del registro de armas es la Dirección General de Movilización (DGMN) que depende del ministerio de Defensa. Pero dicho organismo sólo abarca las armas legales, las que son inscritas de forma voluntaria por los civiles.

El presidente de la Asociación Nacional por la Tenencia Responsable de Armas (Antra), Cristián Gamboa, afirma que “nadie sabe nada a ciencia cierta sobre qué armas ilegales hay en Chile”.

Por eso, dice Gamboa, lo que se tiene que hacer es aplicar las leyes vigentes y fortalecer los controles. “Nuestro país no da cuenta de las armas ilegales que entran al país y esa labor debería ser asumida en serio por el Ministerio del Interior, Aduanas y las policías”, comenta. 

Según el representante de Antra, la mayoría de las armas ilegales “entran como contrabando” por las fronteras. Explica que pueden ingresar ocultas en containers o incluso en pasos fronterizos no vigilados. Por eso para él la clave “está en reforzar esos lugares”. “Las leyes de armas en Chile son muy estrictas y duras, pero es en el control donde se debe reforzar”, plantea Gamboa.

El asunto es preocupante porque, a su juicio, el escenario de las armas en Chile ha ido mutando con el tiempo. “Lo que sí podemos verificar con hechos como este es que los delincuentes sí tienen un poder de fuego importante. El nivel de armas que manejan ellos es cada vez mejor. Por ejemplo, en los asaltos ya no aparecen escopetas ni armas hechizas, incluso aparecen armas mejores de las que nosotros tenemos en nuestras casas. Se están viendo armas nuevas, de última generación”, explica el dirigente. Además, recuerda la detención de dos sujetos en San Antonio sorprendidos con armas de fuego y municiones en un auto polarizado.

Lo que sí se sabe

“Se estima que hay más de 800 mil armas en nuestro país. Muchas de ellas están siendo mal utilizadas. Por esta razón esta es una guerra que va a tomar tiempo, pero que la vamos a dar con toda la fuerza de la ley”. Con esas palabras el Presidente Sebastián Piñera comentó parte de lo que él identificó como uno de los principales problemas relacionados a las armas.

Según las estadísticas de la DGMN, actualizadas hasta abril de este año, la cifra entregada por el Mandatario es casi precisa. En total, en Chile hay 753.619 armas inscritas. Esa cifra es liderada por las escopetas, revólveres y pistolas.

Sin embargo, este escenario presenta un segundo punto ciego que preocupa a las autoridades. El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, lo caracterizó de la siguiente manera en entrevista con PAUTA100.5: “Tenemos un problema profundo con la ley de armas. Cuando el 25% —más menos 200 mil— de las armas inscritas no se sabe dónde están, estamos en un problema grave. Hay muchas armas perdidas y el gobierno también tiene una agenda respecto a eso”.

Según los registros de la DGMN, desde el 2005 hasta la fecha, hay un total de 26.933 armas extraviadas según reportes de civiles. En lo que va de este año, ya se han perdido 995.

El subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla.
Crédito de la imagen: Agencia Uno

Al extravío de armas, se suma un tercer punto ciego: el robo y hurto. Según los registros oficiales desde el 2005 hasta la fecha se han robado 21.980 armas y desde 2015 hasta 2018 se han hurtado 517. El robo implica violencia; el hurto, no.

Sin embargo, todos estos registros dejan fuera la cantidad de armas robadas que le pertenecen a las Fuerzas Armadas y Carabineros. PAUTA.cl consultó a la DGMN sobre estos datos, pero la institución aseguró que las cifras no existen y, en caso de tener que producirlas, la sistematización de los datos sería muy compleja.

En el Ministerio del Interior informaron que están trabajando en este tema en conjunto con las policías. La intención es fortalecer todos los controles y mejorar la coordinación del sistema. Lo que sí comentan en Interior es que “la legislación se quedó atrás” y se están analizando los caminos posibles para modernizarla.