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Claret: “Esperamos que desde Roma no vengan más complicaciones”

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Agencia Uno
POR Matias Bobadilla |

El vocero de los Laicos de Osorno asegura que la salida de Juan Barros no fue obra del Papa Francisco sino del “coraje de las víctimas”.

Este lunes la Santa Sede dio a conocer la aceptación de renuncia de tres obispos chilenos por parte del Papa Francisco: Cristián Caro Cordero, de la Arquidiócesis de Puerto Montt, Gonzalo Duarte, de la diócesis de Valparaíso, y Juan Barros, de la diócesis de Osorno. Esta última era la salida más esperada por la asamblea Laicos de Osorno, cuyo vocero, Juan Carlos Claret, aclaró eso sí que este es un primer paso.

“Es emocionante este escenario por la gente que ha trabajado para esto, pero eso dista mucho de tener una alegría eufórica. Hemos perdido demasiado, se ha perdido una comunidad de hermanos, hay personas que incluso han perdido el trabajo” dijo a Primera pauta.

“Hoy se cerró un capítulo y empieza otro, que es -en base a la verdad- iniciar un proceso de reconciliación. En concreto no es que el Papa saque a Barros, es el coraje de las víctimas, la perseverancia de una comunidad y el trabajo profesional de los medios de comunicación”, agregó.

Juan Barros ha sido sindicado como encubridor de los abusos de Fernando Karadima, ex párroco de El Bosque. En 2015, el Papa desestimó las protestas contra el, en ese entonces, obispo de Osorno, calificando a la comunidad como “zurda y tonta”. Luego, en su visita a Chile a inicios de este año, señaló que quienes denunciaban a Barros eran “calumniadores”.

Al llegar a Roma, Francisco envió al arzobispo Charles Scicluna y al obispo Jordi Bertomeu al país para recoger los testimonios y tomar decisiones, las que finalmente generaron una reunión de todos los obispos chilenos en la Santa Sede, quienes renunciaron en su totalidad. Ahora, Scicluna y Bertomeu volverán al país, esta vez directamente a Osorno.

“Eso no significa que el problema de Osorno se solucionó, el trabajo es mucho más largo y serio, y esperamos que desde Roma propicien el escenario más que complicarlo. (…) No creo que la solución venga de Roma, sino que venga de la comunidad”, agregó Claret.

Desde la asamblea de Laicos de Osorno esperan poder conversar con Scicluna y Bertomeu para llevar estos casos a la justicia: “Ellos cometieron delitos y esos delitos no pueden quedar impunes”.

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