Teología UC envía carta al Papa denunciando “abusos de poder”
La misiva, firmada por el decano y otros ocho consejeros, fue enviada el sábado a la nunciatura apostólica.
Cinco páginas tiene la carta que el decano de la facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica (UC), Joaquín Silva, entregó el sábado 9 de mayo en la nunciatura apostólica que lidera el nuncio Ivo Scapolo.
La misiva parte agradeciendo las palabras y los gestos que ha hecho el Papa para hacerse cargo de la crisis que vive la Iglesia chilena. El documento surge como un interés por responder la carta que Francisco envió a los católicos de Chile el pasado 31 de mayo. “Hemos querido responder a su Carta a la Iglesia en Chile para expresarle nuestra gratitud y, muy particularmente, para responder a la invitación que directamente nos hace a ‘promover una reflexión teológica que sea capaz de estar a la altura del tiempo presente, promover una fe madura, adulta y que asuma el humus vital del Pueblo de Dios con sus búsquedas y cuestionamientos'”, dice el documento firmado por el decano y por otros ocho integrantes del consejo de la facultad.
En el texto, la facultad de Teología aprovecha además de acusar el “abuso de poder” que viven algunos teólogos en el ejercicio de sus funciones. En la tercera página de la misiva se lee: “En segundo lugar, por esa misma confusión que ha llevado al desconocimiento del valor específico de las funciones y tareas de la teología, en muchas ocasiones los teólogos y teólogas también hemos sufrido abusos de poder en nuestra Iglesia”.
Los firmantes luego agregan: “No es del caso presentar aquí la larga lista de teólogos y teólogas que muchas veces en Chile, en América Latina y en el mundo han sido restringidos o excluidos del ejercicio de la teología por razones más ideológicas que teológicas, por haber cuestionado alguna enseñanza del magisterio, por haber preguntado si las cosas podrían ser pensadas de otro modo, por haber indagado en nuevas posibilidades de comprender la Revelación de Dios en Cristo”.
La carta continúa asegurando que “en nuestro país sigue habiendo colegas a los cuales se les niega su promoción académica o el permiso para enseñar por razones que no tienen que ver con la calidad de su trabajo académico-teológico”.
La dura crítica de Teología UC añade que “en la sociedad chilena y en nuestra misma Universidad Católica se ha instalado progresivamente el parecer -por cierto equivocado- de que la teología tiene un status diferente al de las otras disciplinas académicas, de que la libertad de cátedra está en ella, en la práctica, limitada por la relación que la teología debe mantener con el Magisterio eclesiástico, de que no puede participar libre y críticamente del diálogo social, de que ella podría sustraerse al escrutinio de la razón”.
A su vez los representantes académicos apuntaron sus críticas a la falta de transparencia en estos procesos. “Para controlar y limitar el libre ejercicio de la teología, se suele recurrir a razones carentes de transparencia o a procedimientos de organismos de la curia romana cuyo común denominador son la reserva y el sigilo, para así imponer sanciones o trabas al ejercicio académico, sin tener que dar cuenta de ello a los afectados ni a sus comunidades académicas”.
La carta, a pesar de que no personifica con ningún caso en particular, podría hacer referencia a dos teólogos que han sido apartados de la docencia de Teología UC y que en su minuto provocaron una fuerte polémica al interior de la comunidad universitaria.
Uno fue el caso del jesuita Jorge Costadoat, a quien el cardenal Ricardo Ezzatti le quitó el permiso para poder seguir haciendo clases en la facultad. De esta manera Costadoat fue limitado en sus funciones quedando exclusivamente como investigador.
El segundo caso es el del teólogo y ex académico de Teología UC, Mike van Treek. El profesor fue desvinculado de la facultad por razones académicas. Sin embargo van Treek acusó a la UC de persecusión lo cual lo llevó a ingresar una demanda laboral contra la universidad que sigue en curso.