Los cabos sueltos que dejó la segunda misión de Scicluna y Bertomeu
La nueva oficina de denuncias, reparación económica a las víctimas y la figura del nuncio Ivo Scapolo son algunos de los elementos que quedaron pendientes luego del trabajo realizado por los enviados del Papa.
Los enviados especiales del Papa Francisco estuvieron una semana en Chile, cuatro días en Santiago y cuatro días en Osorno. Fue la segunda vez que los dos estuvieron en el país, ya lo habían hecho en febrero cuando Francisco los envió a escuchar a las víctimas de Karadima. Los monseñores Charles Scicluna y Jordi Bertomeu esta vez tuvieron bajo su responsabilidad la denominada “Misión Osorno”. El objetivo, les dijo el Sumo Pontífice, era reconciliar a la divida comunidad de osorninos que hasta hace unas semanas era liderada por el exobispo Juan Barros.
La imagen de Scicluna y Bertomeu de rodillas en la catedral de Osorno pidiendo perdón a nombre del Papa fue uno de los íconos de su visita. La señal fue bien recibida por los laicos de la zona. A pesar del perdón y de las más de 100 reuniones que tuvieron con víctimas, denunciantes y autoridades chilenas, los enviados del Papa dejaron algunos asuntos pendientes. Ya de vuelta en el Vaticano, ahora será tarea de la jerarquía eclesial chilena retomar el trabajo y hacer frente a la compleja crisis que atraviesa la Iglesia.
Las dudas de la nueva oficina de denuncias
“Al Consejo no le corresponde recibir denuncias ni intervenir en las investigaciones o procesos derivados de las denuncias”. La frase corresponde al Consejo Nacional de Prevención de Abusos Sexuales a Menores de Edad y Acompañamiento a Víctimas, organismo creado en 2011 por la Conferencia Episcopal (Cech).
Sin embargo, la norma llegará a su fin a partir de este miércoles 19 de junio cuando comience a funcionar la nueva oficina de recepción de denuncias en la casa de las Obras Misionales Pontificias, inmueble aledaño a la Nunciatura Apostólica.
El anuncio lo dio Scicluna durante su última intervención en Chile. “Luego de reunirnos en distintas oportunidades con los miembros del Consejo Nacional de Prevención de Abusos, hemos estimado oportuno que sean unos de sus expertos quienes se hagan cargo”, dijo el arzobispo de Malta.
Horas más tarde fue la Cech la que complementó la noticia. A través de un comunicado dio a conocer que este “proceso de escucha” estará a cargo Pilar Ramírez, actual coordinadora del Consejo; Josefina Martínez, sicóloga; la religiosa Marcela Sáenz; el sacerdote Larry Yévenes, y David Albornoz. En tanto “los restantes consejeros, es decir su presidente, el obispo Juan Ignacio González, y la abogada Ana María Celis, continuarán abocados a las labores propias del Consejo”.
Esta oficina, dijo Scicluna, será transitoria y tendrá un “enlace” con la Fiscalía Nacional. Las dudas que surgen radican en cuánto durará esta nueva oficina, cómo funcionará la comunicación con el Ministerio Público y si la Iglesia entregará todos los antecedentes, o las nuevas denuncias, en manos de los fiscales. Las interrogantes no fueron aclaradas por la Cech ni por los enviados especiales. Sin embargo, desde la Iglesia detallaron que más adelante se entregarán más especificaciones sobre esta nueva tarea.
Reparación económica a las víctimas
“Es derecho de las víctimas recibir una reparación, una compensación (…) forma parte de todo proceso”. Las palabras son de Jordi Bertomeu, quien instaló en Chile el debate acerca de si amerita o no compensar económicamente a las víctimas de abusos.
Su visión además la abordó en detalle en una entrevista con el diario La Segunda en donde aseguró que la reparación económica “tendría que ocurrir, es la práctica de la Iglesia”.
Pero el primer matiz llegó un día después de parte de Scicluna. Consultado sobre las acciones que podría tomar la Iglesia para concretar una reparación más allá de lo que pueda realizar la justicia chilena, el arzobispo de Malta explicó que “el principio es de la responsabilidad personal de un delito” y que “quien es culpable de un delito debe hacer resarcimientos, no es la comunidad eclesial”.
Quedará por ver cuál será la postura de la Iglesia. Esto, en medio de la demanda civil por $450 millones que tienen las tres víctimas del exparróco de El Bosque Fernando Karadima contra el Arzobispado de Santiago por la responsabilidad que tuvieron en el encubrimiento de los abusos cometidos por el sacerdote.
Pese a que la demanda fue rechazada el año pasado, las víctimas que están patrocinadas por el abogado Juan Pablo Hermosilla decidieron apelar ante la Corte de Apelaciones de Santiago. El proceso aún sigue en curso y estaría pendiente la fase de alegatos.
En otros países, también golpeados por numerosos casos de abusos sexuales por parte del clero, la reparación económica sí se llevó a cabo. Por ejemplo la Iglesia australiana desembolsó cerca de 268 millones de dólares a las víctimas y la arquidiócesis de Dublín, en Irlanda, entregó 1.500 billones de euros como reparación a víctimas de abusos sexuales.
La sombra del nuncio Ivo Scapolo
Desde que estalló el caso del exobispo Juan Barros —acusado de encubrir los reiterados abusos de Karadima durante su paso por El Bosque—, las principales críticas apuntaron al rol del nuncio apostólico Ivo Scapolo en Chile.
A él se le ha responsabilizado por “informar” mal al Papa respecto de la realidad de las diócesis chilenas y también de actuar de forma negligente en varias denuncias que las víctimas han ingresado en la Nunciatura.
Pese a las múltiples preguntas a los enviados especiales sobre la posibilidad de que Francisco decida remover a Scapolo, tanto Scicluna como Bertomeu siempre optaron por evadir el asunto respondiendo que esa decisión le compete al Sumo Pontífice.
Pese a eso, en dos oportunidades los enviados especiales dedicaron palabras de apoyo para Scapolo. Bertomeu dijo en Osorno que “el nuncio tiene un rol muy complicado, porque tiene un rol como representante del santo padre ante el Estado chileno y luego también hay acciones que pueden malinterpretarse con mucha facilidad”.
El sacerdote catalán agregó que “yo mismo me doy cuenta de que en cualquier momento del día puedo realizar una acción que pueda ser malinterpretada, entonces, yo creo que hay que respetar los procedimientos de la justicia antes de condenar a alguien y hay que estar un poco más seguros. Hasta ahora el nuncio ha actuado correctamente”.
Scicluna respaldó al representante del Papa en Chile diciendo que “tenemos una óptima colaboración del nuncio Ivo Scapolo, es una tarea muy importante representar al Papa en un país (…) Debo reconocer la colaboración efectiva en esta misión”.