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Discriminación de género: el duro informe de la ONU que alude al gobierno de Bachelet

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Agencia Uno
POR Juan Manuel |

Un documento del organismo multilateral revisó los avances y pendientes del país en esta materia. El texto incluye los últimos dos años de la primera administración de Piñera y el segundo gobierno de Bachelet.

La llegada de Michelle Bachelet a la oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que será ratificada por el consejo general de organismo este viernes 10 de agosto, generó varias reacciones.

La oficina a la que llega Bachelet en Ginebra es una entidad bastante compleja. De ella dependen nueve órganos creados en virtud de tratados de derechos humanos. Uno de ellos es el Comité para la eliminación de la discriminación contra la mujer (CEDAW, por sus siglas en inglés). Esta instancia es un espacio donde expertos independientes supervisan la aplicación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer.

Dicho comité realiza revisiones periódicas a los Estados, en parte para ver cómo está la situación en cada país en estas materias. El último informe sobre Chile, que fue publicado el 14 de marzo de este año, comienza resaltando los avances legislativos registrados en Chile respecto de la última revisión realizada por este mismo comité. Así, se destaca la aprobación de nueves leyes; seis planes y programas; y la ratificación de dos instrumentos.

Lo primero que acoge el comité “con beneplácito” fue la aprobación de la Ley de aborto en tres causales, recomendación que el organismo venía haciendo al Estado de Chile hace años. A ese texto legal, se suman otros como la creación de la subsecretaría de Derechos Humanos, del ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, el Acuerdo de Unión Civil, la ley de cuotas en los partidos, entre otros avances legislativos.

Advertencias y deudas pendientes

Sin embargo, como es de costumbre en informes de este tipo, el CEDAW detalla una serie de preocupaciones y recomendaciones sobre los asuntos que Chile tiene pendiente por legislar y respecto de los cuales en varios exámenes anteriores ya se había alertado al Estado de la necesidad de avanzar en esta línea.

El principal llamado de atención que realizó el comité fue respecto de la tardanza en la ratificación del Protocolo Facultativo de la Convención de la ONU sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer. Esto se viene tramitando en Chile desde 2001 y el CEDAW interpela al país a acelerar su aprobación, ya que el texto se encuentra en su segundo trámite legislativo y el último movimiento que tuvo fue en septiembre de 2004. La importancia de que Chile cuente con este protocolo, dice el informe, radica en la necesidad de “facilitar el pleno goce de los derechos garantizados en la Convención”.

Otra deuda importante que menciona el documento es la Ley de identidad de género. Al respecto, el organismo destaca la relevancia de que el Estado chileno apruebe este proyecto de ley y acoja “las enmiendas propuestas”.

Esta ley fue uno de los temas respecto de los cuales el segundo gobierno de Michelle Bachelet puso especial atención, sobre todo, en el último año de su administración. Así fue como la exministra, Paula Narváez, asumió personalmente la tramitación del proyecto y, tal como criticaron varias organizaciones LGBTI en su momento, las urgencias llegaron a último minuto.

El texto en cuestión no logró ser aprobado en el segundo mandato de Bachelet, quien sólo pudo constituir la comisión mixta y traspasarle la tarea a Sebastián Piñera, quien esta semana despachó el proyecto de dicha comisión para pasar a ser votado por ambas cámaras en el último trámite pendiente en esta materia.

El informe también hace una crítica sobre el acceso de las mujeres a la Justicia haciendo referencia, entre varios otros puntos, a “los obstáculos discriminatorios que afrontan las mujeres lesbianas, bisexuales y transgénero y las personas intersexuales al acceder al sistema de justicia”. Por eso interpela al Estado para que erradique las “prácticas discriminatorias” contra este segmento de la población.

A pesar de que este comité valoró la decisión de Bachelet de crear el ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, manifiesta sus dudas respecto de que la nueva cartera pueda cumplir su objetivo si no cuenta con los recursos suficientes. Por eso pide que se “vele por que se asignen recursos humanos, técnicos y financieros suficientes que permitan aplicar plenamente su Cuarto Plan Nacional de Igualdad entre Mujeres y Hombres”.

Las sombras de la gestión de Bachelet II

A pesar de que este tipo de informes siempre se refieren a los logros o debilidades de Estados y nunca de gobiernos en particular, hay ciertas referencias indirectas a lo que pudo haber sido la gestión de Bachelet durante su gobierno, más aún cuando el informe abarca todo lo ocurrido entre 2012 y 2017.

Uno de esos asuntos se relaciona con el Sename. Pese a que la segunda administración de la exmandataria impulsó siete proyectos de ley para mejorar el sistema de protección de la infancia y adolescencia -de los cuales logró aprobar tres y entre los pendientes están los mensajes que ponían fin al Sename y lo dividía en dos-, el CEDAW manifestó su preocupación sobre la situación de los niños y jóvenes bajo la protección de este servicio.

En el informe se plantea la necesidad de establecer “un mecanismo específico para vigilar los derechos de las niñas en las instituciones públicas del Servicio Nacional de Menores y que vele por que se investiguen todos los casos de violencia de género contra niñas y sus autores sean enjuiciados y adecuadamente sancionados”.

Otro tema que recoge el texto del organismo de la ONU apunta directamente a una preocupación que siempre tuvo Bachelet: igualdad salarial. La expresidenta intentó solucionar este tema a última hora de su periodo, cuando presentó su propuesta de reforma constitucional, donde propuso que la igualdad salarial entre hombres y mujeres quedara garantizada en la Constitución.

Pero dicha iniciativa no ha prosperado. Por eso el texto recalca que Chile debe “intensificar sus esfuerzos por eliminar la diferencia salarial por razón de género y garantizar la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en el mercado laboral, incluso”.

En esta misma línea, el CEDAW aborda otra política pública que Bachelet dejó pendiente. Se trata de su reforma a las pensiones que, dados los tiempos de tramitación y la complejidad del asunto, no avanzó de manera significativa. Esa es una de las razones por las cuales el comité vuelve a recomendar al Estado de Chile que revise “el sistema de pensiones para eliminar todas las disposiciones discriminatorias contra la mujer”.

Finalmente, este organismo de la ONU apunta una de sus críticas al infructuoso esfuerzo de la administración de Bachelet para aprobar el matrimonio igualitario. A pesar de que fue una de sus propuestas de campaña, la exmandataria postergó este asunto para el último año de gobierno y sólo pudo dejar el texto ingresado en el Congreso, en donde no ha tenido mayor movimiento legislativo. Al final del informe del comité, se insiste en que Chile debe “aprobar el proyecto de ley sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo y velar por que se protejan los derechos de filiación y la patria potestad”.