Las nueve incautaciones que acumula la fiscalía en las causas de abuso en la Iglesia
El fiscal Metropolitano Sur, Raúl Guzmán, decidió ir más allá y allanó por primera vez una sede de propiedad de una congregación religiosa. El fiscal Emiliano Arias suma la mayor cantidad: seis diligencias de este tipo.
El Ministerio Público sigue acumulando diligencias en las más de 30 causas vigentes en las cuales hay investigaciones en curso sobre presuntos abusos sexuales contra menores cometidos por clérigos de la Iglesia católica. Este martes 14 de agosto fue la fiscalía Metropolitana Sur la que dio la sorpresa cuando decidió incautar las oficinas de la Conferencia Episcopal (Cech) ubicadas en Santiago.
Así, el fiscal Raúl Guzmán se sumó a los allanamientos que las Fiscalías de O’Higgins y de La Araucanía ya habían realizado en los últimos meses. El fiscal Arias fue el primer persecutor en tomar la delantera en este tipo de diligencias. Lo hizo a medidados de junio, cuando sorprendió a la Iglesia al irrumpir en las dependencias del Tribunal Eclesiástico de Santiago, junto con unidades del OS-9 de Carabineros, para incautar todo el archivo relacionado a denuncias por abuso sexual.
Las tres fiscalías, hasta la fecha, acumulan en conjunto nueve incautaciones a diferentes propiedades eclesiásticas. Arias suma seis: al Tribunal Eclesiástico, Arzobispado de Santiago, Obispado de Rancagua, casa del excanciller Óscar Muñoz, Oficina Pastoral de Denuncias y el Obispado Castrense. La Fiscalía de La Araucanía lo hizo con el Obispado de Temuco.
Guzmán, junto con allanar las dependencias de la Cech, decidió incautar material de la casa de la congregación de los Hermanos Maristas ubicada en la calle Monseñor Sótero Sanz, justo al frente de la Nunciatura Apostólica.
La acción de Guzmán -quien lleva adelante la causa de los Hermanos Maristas- fue inédita. Se trata de la primera vez que el Ministerio Público ingresa para allanar una sede de propiedad de una congregación religiosa, en este caso los Hermanos Maristas, ya que todos los otros procedimientos realizados por Arias habían sido a depedencias episcopales.
Esto último ya había sido advertido por varias congregaciones que tienen presencia en Chile. Apenas se supo de la incautación del Tribunal Eclesiástico, sabían que era cosa de tiempo para que les tocara a ellos.
La incautación este martes no es trivial debido a que las congregaciones, al ser autónomas de los obispos, tienen un sistema propio de investigación canónica. En una diócesis el encargado de recibir las denuncias siempre es el obispo, pero él no está autorizado para recibir denuncias vinculadas a religiosos. Estas deben hacerse directamente ante el superior, quien iniciará un proceso interno en su orden o congregación, regido por sus propios protocolos y según lo establecido por el código de derecho canónico. El proceso sale de la congregación sólo cuando se termina la investigación previa y se declaran verosímiles los hechos denunciados. Es recién entonces cuando los antecedentes son derivados hacia la Congregación para la Doctrina de la Fe en el Vaticano.