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Errázuriz se mantiene en el C9 mientras se alistan cambios al núcleo asesor del Papa

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Agencia Uno
POR Juan Manuel |

En el Vaticano se espera una modificación para renovar a los integrantes del Consejo de Cardenales. Cinco prelados con más de 75 años de edad corren riesgo de que no sean renovados en sus cargos.

Durante estos días en el Vaticano se realiza la 26° reunión del Consejo de Cardenales, conocido como C9, el órgano creado hace cinco años por el Papa Francisco para que lo asesorara en su reforma a la curia. La cita partió el lunes 10 de septiembre y continuará hasta el miércoles 12 de septiembre.

De los nueve cardenales que componen este espacio, a la reunión sólo llegaron seis. Las ausencias de Francisco Javier Errázuriz, arzobispo emérito de Santiago; George Pell, prefecto de la Secretaría de Economía del Vaticano, y Laurent Monsengwo, arzobispo de Kinshasa (Congo), volvieron a encender el debate sobre las supuestas medidas que habría tomado el Papa para sacarlos del C9.

Pese a diversas publicaciones originadas por un artículo del periódico italiano Corriere della Sera, PAUTA.cl pudo confirmar que hasta la fecha Francisco no ha tomado ninguna decisión. Las inasistencias entonces se explican por “motivos personales” de cada uno de los cardenales, tal “como ha sucedido en muchas ocasiones”. Errázuriz pidió una dispensa al Papa para no asistir debido a “un asunto imprevisto que el cardenal tenía que solucionar en Santiago”, Pell sigue con su licencia debido a que se vio obligado a volver a Australia para defenserse en la investigación en su contra por presuntos abusos sexuales y Monsengwo no pudo salir del Congo debido a la crisis política por la que atraviesa su país.

Por eso, un funcionario del Vaticano asegura a este medio que hasta el momento “nada ha cambiado en el C9”. Sin embargo, este martes 10 de septiembre comenzaron oficialmente las gestiones para modificar el consejo.

La solicitud de renovación

Al término de la 26° reunión, el consejo, a través de una declaración que se dio a conocer por medio de la sala de prensa del Vaticano, informó que “el Consejo de los Cardenales, disponiéndose a entregar al Santo Padre la propuesta sobre la reforma de la Curia romana elaborada durante los primeros cinco años de actividad, en vista de la prosecución, ha considerado pedir al Papa una reflexión sobre el trabajo, la estructura y la composición del mismo Consejo, teniendo también en cuenta la edad avanzada de algunos de sus miembros”.

La jugada que tomaron los seis cardenales del C9 no es inusual, ya que en Roma los nombramientos de este tipo son por cinco años y el consejo se formó en 2013.



Por eso las dudas se pusieron de inmediato en los cinco cardenales que tienen más de 75 años. Se trata de Errázuriz, Monsengwo, Pell, pero también Giuseppe Bertello y Óscar Rodríguez, quienes cumplen 76 años en octubre y diciembre, respectivamente. De hecho, en 2013 Francisco sorprendió cuando fichó al arzobispo emérito de Santiago como integrante del consejo. Que el Papa haya reclutado a un cardenal con más de 80 años para integrar una instancia como esta fue interpretado como una “rarísima excepción”.

Al criterio de la edad se suma la presión que está recibiendo el Papa para sacar de su núcleo de asesores a los prelados que están involucrados en escándalos de abuso. Esta tensión se ha intensificado en las últimas semanas, dada la investigación que enfrenta Pell en Australia por presuntos abusos sexuales y Errázuriz por la querella en su contra por eventual encubrimiento de delitos sexuales. En el caso de Rodríguez, es investigado por el Vaticano debido a las supuestas irregularidades financieras que habría cometido en la diócesis de Tegucigalpa y por el rol que pudo tener ante los abusos sexuales que se le imputan a Juan José Pineda, el exobispo auxiliar de esa misma diócesis quien fue fiel colaborador de Rodríguez al punto de que lo reemplazaba y se hacía cargo de la arquidiócesis en su ausencia.

La petición de reforma del C9 llega justo en un momento clave. El Papa pretende transformar este espacio, que surgió con el objetivo de reformar la curia romana, en un consejo permanente que lo acompañe en su pontificado. Como se trata de una orgánica que es de exclusiva confianza de Francisco, en la jerarquía de la Iglesia comentan que es “evidente” que el Papa puede cambiar sus consejeros “en cualquier momento y antes de concluir la reforma” y entendidos en el asunto aseguran que el anuncio se debería comunicar “antes de seis meses”.

Sin embargo, el rol que tuvo Errázuriz en la confección de la nueva Constitución Apostólica, cuyo borrador, titulado “Predicate Evangelium”, es innegable. El documento fue entregado en junio, estos días está siendo discutido con el Papa y sólo le faltan algunos ajustes finales para que esté lista.

En medio de la atención mediática que están recibiendo los consejeros del C9, el cardenal Errázuriz le comentó a su círculo íntimo que su permanencia en el consejo no ha cesado. De hecho, una fuente confirma que “el Papa nada ha dicho sobre la fecha en la cual modificará la composición” del espacio. Y hasta que eso no ocurra, dice, los nueve prelados siguen siendo titulares de sus cargos como consejeros.