La batalla entre matronas y enfermeras por un dictamen de Contraloría

En 2015 se emitió un oficio que incluía a enfermeras en labores ginecobstetras. Pese a los reclamos de las matronas, la Contraloría ratificó su visión. Los médicos especialistas la cuestionan. El conflicto escaló hasta el Gobierno.

Este viernes la cruzada entre enfermeras y matronas escaló otro peldaño en busca de apoyos. La presidenta del Colegio de Matronas, Anita Román, se reunió con la intendenta de Santiago, Karla Rubilar, para reafirmar la postura del gremio: rechazar el dictamen de la Contraloría General de la República (CGR) que permite a las enfermeras desempeñarse en labores de neonatología, obstetricia y ginecología. 

Román señala que el informe de la CGR, emitido en junio de este año, cambiará las facultades que hasta hoy tienen y critica que el dictamen estipula que en embarazos, partos y puerperios que presenten problemas se permitirá la participación de enfermeras. “Nos deja fuera de todos los programas que hoy día llevamos, que son más de 50. No vamos a poder hacer controles de embarazo, no vamos a poder hacer absolutamente nada, incluso ver un parto normal. El contralor nos borró de todas las áreas de trabajo”, señala.

María Angélica Baeza, presidenta del Colegio de Enfermeras de Chile, dice que “no nos parece prudente que se pretenda chantajear a la autoridad con acciones tremendistas, que sabemos no ocurrirán. No es verdad que se vaya a expulsar a las matronas de las unidades de neonatología y ginecología, pues lo que señala la ley es que son espacios históricamente compartidos por ambas profesiones”. 

El conflicto se inició con un primer dictamen emitido en junio de 2015, que rechazaba la aprobación de la norma general administrativa N° 21 del Ministerio de Salud (Minsal), documento que decretó que matronas y matrones son los encargados de los cuidados en la atención cerrada de la mujer con procesos gineco-obstétricos y del recién nacido. En el dictamen, la CGR declaró ilegal la norma justificando que lo expuesto por el Minsal no se ajustaba a las facultades dispuestas para matronas en el artículo 117 del Código Sanitario. 

El nuevo oficio de este año, que emergió tras críticas de matronas y matrones, ratificó lo expuesto en el de 2015 y volvió a movilizar a esos profesionales. El dictamen desestimó la solicitud de reconsideración pedida por el Colegio de Matronas y señaló que tanto enfermeras como matronas pueden desempeñarse en labores de neonatología, obstetricia y ginecología. También se ordenó al ministro de Salud aplicar el dictamen e incluir a enfermeras.

Dos meses después de la emisión, aún no se aplica el dictamen. El Colegio de Matronas indica que si se ejecuta se provocará una crisis en la salud pública y exigen la reinterpretación del dictamen o un cambio en el Código Sanitario. “Desde ya le advertimos al ministro Emilio Santelices que al minuto uno, después de aplicado el dictamen, nuestras matronas y matrones dejan sus funciones, pues no nos vamos a arriesgar a que se nos acuse de estar ejerciendo en ilegalidad. El próximo martes iremos al Congreso y vamos a hacer un claustro en Puerto Montt”, enfatiza Román.

Las enfermeras también han hecho sus gestiones. La presidenta del Colegio de Enfermeras se reunió el martes 11 de septiembre con el ministro Santelices para dialogar sobre la forma en que se producirá la aplicación práctica de la decisión ministerial. Baeza exige que el dictamen de la CGR se ejecute e indica que “es un cumplimiento que se ha retardado ocho años. Desde el inicio del conflicto se ha evitado la confrontación con las matronas, nos hemos concentrado en que el Minsal cumpla la ley”.

Desde la cartera de salud señalan que se encuentran en una mesa de trabajo con los gremios y que la aplicación del dictamen está detenida hasta mediados de octubre. Juan Luis Castro, presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, apoya una reinterpretación del dictamen. “Lo que cabe es que el Minsal por insistencia busque una reinterpretación, para que no colisionen dos profesiones muy necesarias. Por eso esperamos que el Minsal tome cartas muy activas en el tema y, ojalá antes de mediados de octubre, tengamos una solución. Creo que es inconveniente que haya solo la exclusividad de uno sobre otro”, señala Castro. 

Experiencia internacional 

Mientras en Estados Unidos casi el 10% de los partos son realizados por matronas certificadas, el número se incrementa hasta el 52% en Inglaterra, de acuerdo con las estadísticas oficiales. Esas cifras, no obstante, consideran todo tipo de partos, incluidas las cesáreas, que por su naturaleza deben ser practicadas por un médico obstetra.

En cualquier caso, en esos países el debate existe entre si acaso los partos deben ser atendidos por matronas o por obstetras, pero no hay un debate acerca de si acaso una enfermera pueda tomar ese rol ni en el parto ni en las atenciones previas o posteriores. Salvo que se trate de enfermeras con certificación de matronas, como existen en Estados Unidos, los cuidados de este tipo parecen siempre reservados a las profesionales que se especializaron como matronas.

El ginecólogo y presidente de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología (Sochog), Ricardo Pommer, precisa que en Chile más del 90% de los partos son atendidos por matronas. “La matrona es la que siempre ha estado al lado de las mujeres desde el punto de vista del parto, las que atienden los partos normales son las matronas. Los doctores estamos para los partos menos ‘normales’: si hay que hacer un fórceps, por ejemplo. Las matronas tienen las habilidades que no tienen las enfermeras porque su formación es para otras labores de la salud”, dice.

Pommer agrega: “La enfermera sí tiene un rol para lo administrativo, quizás un rol en ginecología pero no en obstetricia. Si tú quieres poner, por decreto, una persona que no está capacitada para atender un parto, que no está capacitada para lo que es preparto, parto y postparto, que no es capaz de inducir un parto, eso no lo entendemos como Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología”.