Moreno y La Araucanía: “Revisaremos los libros de historia para que tengamos una historia común”
Cristián Warnken conversa con el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, sobre la cultura, historia, poesía y cosmovisión mapuche, para dilucidar si es posible conciliar dos visiones de mundo en la Región de La Araucanía.
Hay más de 300 poetas mapuches que están publicando sus versos. Hay historiografía mapuche. Hay vivencias, caminos recorridos. Y heridas. La última de esas heridas ocurrió el 14 de noviembre, con la muerte del joven Camilo Catrillanca y la sucesión de violencia que le antecedió y le ha seguidio.
En Desde el jardín, Cristián Warnken reflexiona con el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, sobre la cosmovisión del pueblo mapuche, la visión económica y las propuestas del Gobierno para llegar a un entendimiento en la zona.
“Se ha propuesto trabajar con historiadores mapuches. Revisaremos los libros de historia para que tengamos una historia común”, señala el ministro Moreno, como una de las medidas que se requieren.
El planteamiento que Cristián Warnken hace a Alfredo Moreno es que en este conflicto se enfrentan dos tipos de pensar ante el mundo:
—Uno que es un pensar calculante, medirlo todo en cifras, reducir a lo económico la realidad, un reductivismo económico. Y otro un pensar meditativo, que ve la naturaleza como algo sagrado, que ve que el paisaje no es algo solamente exterior, sino que está relacionado con el alma. Son dos cosmovisiones. ¿Cómo conciliarlas? La sensacion que puede tener un mapuche que se relaciona con la tierra desde esta mirada sacralizante, cuando pasan los tractores, con una cierta preopotencia de los empresarios forestales. Veo difícil romper ese abismo entre esas dos maneras de ver el mundo…
—La definición de Naciones Unidas para pueblo originarios es pueblos atados a la tierra —responde Alfredo Moreno—. Esto es una característica muy fuerte y profunda que tiene que ver con la realidad que les toca vivir. Eso pasa en maoríes, o en Canadá. Qué es lo que han hecho estos países. Han dicho: ‘Mire, obviamente que existe una manera diferente de mirar. Pero la manera en que eso se expresa es que las personas tengan libertad para hacer lo que estimen conveniente’. Les han dado la posibilidad de hacerlo. En el caso de Nueva Zelanda tenemos el mismo clima, así que tienen grandes empresas forestales y viven de la pesca, muy similar a esta zona de Chile. Han buscando una manera en que esas riquezas se han compartido. Los maoríes tienen participacion en la industria forestal y en la industria de la pesca.
—Pero en el mundo entero es un modelo que está llegando a una crisis, un colapso. Estamos teniendo problemas de agua. No es un ecologismo fanático, es un problema de sentido común, la desmesura. Los mapuche han tenido que ir a nuestra escuela, aprender nuestra historia, ¿no nos toca a nosotros abrirnos a aprender? —pregunta Warnken.
—Nosotros no conocemos prácticamente nada de la cultura, del lenguaje, de la historia, incluso de la que tenemos en común, desde la óptica mapuche. Y eso es una tremenda falta que tenemos en Chile. Hay mucha gente que habla por los mapuche, que dice representarlos, y cuando hablas con ellos, lo que dicen y hablan y expresan no es lo mismo que dicen esas personas.
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