El retorno de Dorothy Pérez que remecerá a la Contraloría

La Corte Suprema ratificó 5-0 el fallo de la C. de Apelaciones y determinó que su destitución como subcontralora fue “ilegal y arbitraria”. Su regreso será ahora en funciones como jueza de cuentas.

El lunes 3 de diciembre será un día especial en Contraloría. Esa mañana, luego de tres meses Dorothy Pérez volverá a reincorporarse a sus funciones como subcontralora. Su retorno se da luego de una ardua batalla legal que la llevó a enfrentarse al contralor Jorge Bermúdez en un juicio que tendrá varias consecuencias para la institución.

El fallo de la tercera sala constitucional de la Corte Suprema que le dio la razón a Pérez se comunicó cerca de las 13:00 horas de este viernes 30 de noviembre. De inmediato, la conclusión fue unívoca: la Suprema le dio un duro golpe a la figura de Bermúdez.

El veredicto, de forma unánime, determinó que la destitución de Pérez fue ilegal y arbitraria. Los cinco ministros de la tercera sala concluyeron que Bermúdez no estaba facultado para destituir a Pérez argumentando “pérdida de confianza”. Por el contrario, los supremos zanjaron el asunto afirmando que el cargo de subcontralor sólo puede ser destituido iniciando un juicio de amovilidad en su contra ante la Corte de Apelaciones, transformándose entonces, en la práctica, en un cargo vitalicio.

Así, se confirmó el fallo unánime de la Corte de Apelaciones que había determinado lo mismo. Al sumar ambas instancias judiciales, la cuenta fue clara: Pérez tuvo ocho votos a su favor y Bermúdez cero.

El consenso de los magistrados se rompió al momento de determinar si Pérez debía ser reincorporada en su mismo cargo. El voto en contra fue de los ministros Sergio Muñoz y María Eugenia Sandoval, quienes consideraron que ordenar su reintegración a la institución era perjudicial dado el 23 de agosto se nombró como nueva subcontralora a la abogada María Soledad Findt.

A favor estuvieron los supremos Ángela Vivanco, Carlos Aránguiz y Arturo Prado quienes consideraron que sí debía aplicar su restitución inmediata del cargo.

Horas después, el contralor leyó una declaración en la que aseguró que “cumplirá” el fallo y confirmó que seguirá adelante con sus obligaciones y ejerciendo todas las atribuciones que establece el ordenamiento jurídico. “Ante la pregunta de quién controla las decisiones del Contralor General, la respuesta puede encontrarse en este caso concreto: son los tribunales de justicia los que controlan el actuar de esta institución. En cumplimiento del fallo de la Corte Suprema, entonces, la señora Dorothy Pérez se reintegrará a la Contraloría para desarrollar las funciones que le encomienda la ley, y a contar del día de su reincorporación, se le brindarán los medios para su buen desempeño”, dijo Bermúdez.

El remezón de contraloría

Una fuente muy cercana al contralor sostiene que la derrota ante la Corte Suprema es política, emocional y administrativa, pero con dos coletazos incluso peores.

El primero es que daña el prestigio jurídico del contralor en un caso sobre el corazón mismo de su especialidad: derecho administrativo y constitucional. Mal que mal, en su defensa ante los tribunales el contralor debió ir contra lo que él mismo en el pasado, como académico experto, escribió en su manual de derecho administrativo, cuando afirmó que el cargo de subcontralor era inamovible.

La segunda consecuencia adicional que se menciona es la gestión interna. El motivo es obvio y simple: el subcontralor se acaba de transformar, en la práctica, en un cargo vitalicio. Si Dorothy Pérez se mantuviera allí, podrá superar la gestión de Bermúdez y sus sucesores sin que nadie, salvo el Presidente de la República tras un juicio de amovilidad, pueda removerla.

Uno de los efectos que tendrá este fallo para la institución fue adelantado por la misma Contraloría. Desde la entidad explicaron que Pérez volverá a trabajar exclusivamente como jueza de cuentas, aunque manteniendo su cargo de subcontralora. Esto implicaría que ya no trabajará en el piso 9, en donde ejercía sus funciones antes de que fuera destituida, sino que ahora es probable que su oficina se traslade al piso 7.

De esta forma Bermúdez no le confiará la labor de firmar los decretos y documentos en su ausencia, trabajo que sí ejercía antes de su remoción. Para la delegación de firmas se evalúan dos opciones. Una de ellas es pedirle a su jefe de gabinete, Carlos Peña, o al jefe de la división jurídica, Camilo Mirosevic.

Por su parte, Findt dejó de inmediato su cargo de subcontralora y como consecuencia volvió a su trabajo anterior. Con Dorothy de vuelta en la Contraloría, la abogada retornará a ser la jefa del comité de finanzas públicas.

Otra de las consecuencias de este veredicto apunta directamente a la validez del sumario interno que está llevando el fiscal de Contraloría, Eduardo Díaz. Dicha investigación —que pretende indagar por qué se anuló en 2010 un sumario contra Carabineros— está en la fase de las conclusiones y cuenta con 21 personas con formulación de cargos, entre ellas Pérez.

Sin embargo, fuentes conocedoras del asunto explican a PAUTA que el sumario contra Pérez ya no tendría validez, ya que del fallo de la Suprema se sigue que todo proceso en contra de la subcontralora debe hacerse a través de un juicio de amovilidad en la Corte de Apelaciones. De hecho, fuentes de Contraloría aseguran a este medio que Bermúdez ya descartó iniciar un juicio de amovilidad en su contra.

Consultada sobre su retorno a la Contraloría, Pérez se limitó a decir por escrito que el fallo fue categórico. “Respecto del fallo unánime de 5-0 de la tercera sala de la Corte Suprema, que confirma la sentencia también unánime de 3-0 de la Corte de Apelaciones de Santiago, sólo señalaremos que siempre tuvimos plena confianza en los tribunales de justicia y en el Estado de derecho de nuestro país. La justicia y el derecho han hablado y, por ende, no efectuaremos más declaraciones”, aseguró Pérez.

Revise aquí el fallo completo de la Corte Suprema: