Palestina busca más victorias en organizaciones multilaterales
Ante su próxima toma de mando del Grupo de los 77, la Autoridad Nacional Palestina aprovechará su nueva posición para presionar a Israel y Estados Unidos en torno a sus demandas.
Los funcionarios palestinos están aumentando las expectativas para su causa en Naciones Unidas, incluso mientras luchan por mantener su posición en otros lugares y la administración Trump completa un plan de paz en el que han tenido poca participación.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, planea visitar Nueva York la próxima semana, cuando su gobierno asuma el liderazgo del G77, un bloque simbólicamente importante de naciones en desarrollo que su gobierno puede usar para tratar de presionar a Israel.
Sin embargo, el apalancamiento en la ONU es una rara luz en el esfuerzo de décadas de la Autoridad para asegurar un estado palestino independiente: Estados Unidos está dando los últimos toques a su plan de paz para Oriente Medio, la administración Trump ha estado recortando la ayuda a los palestinos y países como Brasil e India se acercan cada vez más a Israel.
“Es una mano muy débil, pero es la única mano que tienen”, asegura Ilan Goldenberg, quien encabeza el programa de Medio Oriente en el Centro para una Nueva Seguridad de EE.UU. y estuvo involucrado en las negociaciones entre israelíes y palestinos durante la administración de Obama. “El canal de la ONU es muy limitado en este momento, pero en los últimos años han puesto mucho de su esfuerzo en ese canal para ejercer presión internacional sobre Israel”.
La estrategia ha tenido cierto éxito, con el reconocimiento por parte de la Asamblea General de Naciones Unidas de la Autoridad Palestina como estado no miembro en 2012 y su reciente admisión en organismos como la UNESCO y la Corte Penal Internacional. La exembajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, tuvo que esforzarse para desviar la atención de las reuniones mensuales sobre Medio Oriente de una condena a Israel y hacia una crítica a Irán.
“Irremediablemente sesgada”
“Los problemas de Medio Oriente son numerosos y, sin embargo, dedicamos una cantidad de tiempo desproporcionada a uno solo de ellos”, aseguró Haley en referencia a Israel en una de sus últimas sesiones del Consejo de Seguridad el 18 de diciembre. “La ONU ha demostrado estar irremediablemente sesgada” contra el estado judío, dijo.
Si bien las resoluciones de la Asamblea General no son vinculantes, los palestinos intentarán usar su papel de liderazgo en el G77 para presentar propuestas que endurezcan el lenguaje en contra de las políticas israelíes y avergüencen a EE.UU., afirma Brett Schaefer, miembro senior de la Fundación Heritage especializado en la ONU.
Confrontación evadida
En la maniobra de este mes, el gobierno de Abbas vio la oportunidad de reforzar su caso ahora que Sudáfrica e Indonesia, considerados cercanos a su causa, tomaron asientos en el Consejo de Seguridad. Pero un esfuerzo por forzar un enfrentamiento en el voto del Consejo de Seguridad sobre la membresía total de la ONU se estancó cuando el embajador israelí, Danny Danon, se movió en la trastienda para evitarlo.
A la vez, Israel ha trabajado para reforzar sus lazos con países de Medio Oriente como Arabia Saudita y Egipto, y con países en desarrollo clave, como India y Brasil, que están cada vez más interesados en establecer vínculos económicos y militares más estrechos. El nuevo gobierno de Brasil ha señalado que planea cambiar sus patrones de votación en la ONU a favor de Israel.
Jerusalén como capital
Los funcionarios palestinos, y muchos aliados de Estados Unidos, se indignaron cuando el presidente Donald Trump reconoció a Jerusalén como la capital de Israel y anunció planes para trasladar la embajada de EE.UU. desde Tel Aviv. El gobierno de Abbas se ha negado desde entonces a participar en el plan de paz para Medio Oriente de la administración.
Los retrasos en el plan de EE.UU. han tenido más que ver con eventos externos: el asesinato del crítico de Arabia Saudita Jamal Khashoggi en Turquía y las elecciones anticipadas convocadas por el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu para abril. Ahora que parece que incluso otros gobiernos de Medio Oriente están menos preocupados por la causa palestina, EE.UU. se prepara para avanzar.
En sus comentarios de despedida como embajadora de la ONU, Haley dijo que la “obsesión” de la organización por criticar a Israel podría ser contraproducente para los palestinos, enviándoles el mensaje de que “podrían alcanzar sus objetivos a través de la ONU, en vez de negociaciones directas”.
Ese, dijo, “es el camino hacia un estancamiento sin fin”.