Licitación de aeropuerto da inicio a privatizaciones en Brasil
El plan masivo de venta de infraestructura estatal a privados, propuesto por el nuevo gobierno, busca recaudar ingresos por US $2.000 millones.
El nuevo gobierno de Brasil iniciará su plan de privatización masiva en marzo con la venta de aeropuertos, ferrocarriles y puertos por un valor de 7.600 millones de reales (US $2.000 millones), según el miembro principal del gabinete, el general Carlos Alberto dos Santos Cruz.
El 15 de marzo, doce aeropuertos se pondrán a la venta, incluidos varios centros regionales, dijo el martes el secretario de Gobierno, Santos Cruz, en una entrevista. Los aeropuertos se dividirán en tres grupos de acuerdo con los intereses de los inversionistas en turismo en el noreste, petróleo y gas en Río de Janeiro y agroindustria en el occidente. El 28 de marzo se licitarán puertos y ferrocarriles.
Los comentarios representan una de las primeras señales concretas que los planes del presidente Jair Bolsonaro sobre la reducción del Estado y el enorme déficit presupuestario comenzaron a salir del tintero cuando el gobierno vivió sus primeras semanas plagado por contradicciones y falta de comunicación. Al principio del día, Bolsonaro dijo a los inversores en el Foro Económico Mundial en Davos que su administración mejorará el entorno empresarial interno y que cuenta con la credibilidad necesaria para llevar a cabo las reformas.
“Las pautas son vender todo lo posible”, dijo Santos Cruz a Bloomberg News en su oficina en el cuarto piso del palacio presidencial. “Toda la estructura está sujeta a la privatización”.
Dijo que la venta de los aeropuertos de Congonhas y Santos Dumont en Sao Paulo y Río de Janeiro, las dos ciudades más grandes del condado, también es posible.
Venta de Braskem
El gobierno no se opondría a la venta del gigante químico Braskem en caso de una oferta de un inversionista extranjero, agregó Santos Cruz. La participación de la compañía aumentó hasta 7,4% el martes dado que el ministro de Economía, Paulo Guedes, iba a reunirse con ejecutivos de LyondellBasell.
“El gobierno no tiene nada en contra”, dijo Santos Cruz en referencia a un posible acuerdo. A principios de este mes Bolsonaro autorizó un trato que da a Boeing control sobre el fabricante de aviones brasileño Embraer.
Santos Cruz ignoró las preguntas sobre si esta venta sería contraria a la postura tradicionalmente nacionalista de los militares.
“Una cosa es el nacionalismo y otra el estatismo irresponsable”, dijo. “Lo que interesa a los ciudadanos es la calidad y los precios de los servicios, y el Estado no se enfoca en esto”.