Actualidad

“Mi generación, que es la generación del doctor Santelices, debe entender que hoy es otro mundo”

Imagen principal
Agencia Uno
POR Maria Catalina |

El exministro de Salud Jaime Mañalich pide una política de Estado que resista “presiones”. “No podemos permitir que la generación de quienes hoy tienen 25 años, a los 40 años tengan una prevalencia de VIH altísima”.

El jueves 14 de febrero, el ministro de Salud, Emilio Santelices reveló que el 2018 se detectaron 6.948 nuevos pacientes con VIH, un 19% más que en 2017.

De ese total, como detalló, 4.339 corresponden a portadores chilenos y 2.580 extranjeros, por lo cual atribuyó el aumento respecto del año anterior a los migrantes. Así, generó una ola de críticas, pues no argumentó con mayores datos o hechos el planteamiento. 

En entrevista con PAUTA, Jaime Mañalich, titular de la cartera en la primera administración del Presidente Sebastián Piñera, realizó un crítico balance al analizar las estrategias que desde el Estado se han hecho para fomentar el autocuidado y la prevención. Propone una total modernización. 

-¿Cuál es su balance de las campañas realizadas en torno al VIH?

“Este es un tema de Estado que no hemos manejado bien. La meta, el esfuerzo de lo que tenemos que hacer en Chile hoy es paradójico, en el sentido de que tenemos que ‘echar a perder’ la estadística: tenemos que encontrar esas 20 mil o 30 mil personas que son portadoras de virus y que no lo saben”.

-¿Cree que la estrategia no ha sido efectiva?

“La campaña de comunicación del Gobierno, del Estado, debería ser mucho más proactiva en el sentido de encontrar casos y ponernos como meta encontrar al menos 10 mil casos que no sabemos que están ahí. Porque como dice la estrategia 90-90-90 de OnuSida, el primer paso es que el 90% de la gente que es portadora del virus lo sepa”.

“Si dijéramos, en una utopía: ‘Mañana va a ser el Día Nacional del Sida y todos nos vamos a hacer el examen’, el problema del Sida se acabaría en Chile”.

Respecto de lo planteado por el exministro Mañalich, los objetivos de OnuSida apuntan a que al 2020 el 90% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico, que el 90% de los diagnosticados reciban terapia antirretrovírica continuada y que el 90% de ellos tenga supresión viral.

Una nueva política contra el VIH

-¿Pero usted ve posible avanzar en ese sentido?

“Deberíamos hacer un esfuerzo radical por terminar con las discriminaciones que hacen de esta enfermedad infecciosa una enfermedad distinta a las otras. Si nosotros decimos ‘esta persona tiene sarampión‘: la aislaremos, identificaremos sus contactos, vacunaremos a sus contactos y eso significa que no contagiará a nadie. Eso es lo que hacemos con cualquier enfermedad infecciosa, pero como el VIH todavía tiene un estigma cultural tan complejo, tenemos que recurrir a consentimientos informados, una serie de complicaciones”.

“No estamos en una situación en la que no haya recursos técnicos para avanzar en el combate contra esta epidemia”.

-Estamos bastante lejos, entonces.

“El ideal, de acuerdo con la estrategia de OnuSida, es que el 73% de la gente que es portadora de VIH esté diagnosticada, en tratamiento, ¡y en un buen tratamiento! En Chile, nosotros estamos al 20%. De cada 100 personas que son portadoras del virus, solo 20 lo sabe, está en tratamiento y con supresión viral”. 

-¿Hay aspectos en los que hayamos avanzado?

“Pienso que hemos avanzado en que tenemos tratamiento garantizado por ley para toda persona que es portadora y eso es un tremendo mérito. Y tenemos un avance en que yo creo que se ha entendido mejor la importancia del diagnóstico, y ahí hay un esfuerzo que debería amplificarse por hacer test rápido, por disponer de autotest y luego aumentar la cobertura de los que es la entrega del PrEP“.

-¿Qué le parecen las declaraciones en que el ministro asoció el aumento de los casos con los migrantes?

“Si uno ve los informes de OnuSida, la tasa de enfermos en los países de los cuales emigran ciudadanos a Chile y de los cuales tenemos datos, por ejemplo, Venezuela, Cuba, Colombia, Argentina, España, la portación de VIH es relativamente baja, incluso más baja que la nuestra”. 

“Lo que uno observa en los inmigrantes es que, como ha habido tal volumen, 1 millón 250 mil personas, y se ha intensificado la investigación sobre ellos, por supuesto que iban a aparecer más casos, pero la incidencia en ellos no es mayor que la de sus países de origen”.

-¿Se equivoca en ese sentido el ministro Santelices?

“No hay datos, al menos yo no los tengo, que sostengan la idea de que aquellos pacientes que son portadores de VIH y lo saben, migran expresamente a Chile para recibir tratamiento. Y si así fuera, efectivamente nosotros tenemos que tener una política de puertas abiertas, de agradecer a tantos países que nos han ayudado tanto en el pasado, y poner en contacto rápido con nuestro sistema de salud, para que se hagan un chequeo completo, no solo por VIH”.

“Yo no tengo información que me permita sostener esa afirmación. A lo mejor el ministro sí la tiene y no las ha entregado, pero yo no tengo conciencia de que la incidencia, de que el número de casos nuevos de VIH en pacientes inmigrantes, sea mayor que la incidencia que esos mismos ciudadanos tienen en sus países. A lo mejor no tengo toda la información”.

Ministro de Salud, Emilio Santelices. Crédito: Agencia Uno (archivo)

-¿Debiera modernizarse la política del Ministerio de Salud?

“Cien por ciento. Evidentemente seguir pensando que a las generaciones más jóvenes hay que decirles lo que tienen que hacer es totalmente contraproducente. El mejor capital que tenemos hoy es tener una juventud que toma decisiones por sí misma y es mucho más responsable. Seguir diciendo ‘no, mira, no va a entender, digámosle mejor qué hacer’, es una cuestión completamente sin sentido”.  

“Mi generación, que es la generación del doctor Santelices, tiene que entender que hoy es otro mundo, y que hay que contar con ese mundo no como un problema, sino como un valor e informar. Hay que hacer más test, entregar gratuitamente autotest, igual como la píldora. Nos cuesta entender que el mundo ha cambiado tan radicalmente que las formas de comunicación son distintas”. 

-¿Por dónde empezaría usted?

“Hay que hacer un pacto social, abrir las puertas, hacer un acuerdo de Estado, resistir las presiones en contra, y echarle para adelante, porque no podemos permitir que la generación de quienes hoy tienen 25 años, a los 40 años tengan una prevalencia de VIH altísima. Es una responsabilidad transgeneracional fundamental”.

-¿Este mensaje se lo envía al Gobierno?

“Aquí decir que Piñera hizo aquí, hizo allá, es una discusión absurda. Este es un tema de Estado y como Estado tenemos que invertir más. Creo que nosotros invertimos del orden de los 180 millones de dólares al año en tratamiento y prevención de VIH. Tenemos que aumentar eso y tenemos que aumentarlo sobre todo en educación y prevención. Salud, Educación y Hacienda. Hacienda tiene que poner los recursos, porque además esto es un ahorro tremendo”. 

-¿Le pediría entonces al Gobierno que se la juegue e impulse ese día o semana que usted plantea para que masivamente la ciudadanía se haga el examen?

“Sí. Pero yo primero apuntaría a financiar una campaña continua del Estado de diagnóstico precoz y prevención, entrega de preservativos lo más barato o a costo cero, entrega de la píldora que previene el contagio, autotest en todas partes. Esto, para que toda persona entienda que al menos una vez al año se tiene que hacer el examen, sobre todo los grupos de riesgo”.

“Para eso hay que liberarse de todo estigma. Es mucho más fácil hacer una fila, como lo hacen quienes van a vacunarse contra la fiebre amarilla, y el anonimato está garantizado. Todos en la fila producto de la educación que se está haciendo. Seamos responsables, es bueno para todos. Esto no es utópico, es posible”.