Que el fútbol mueve millones, se sabe. Pero, ¿cómo los mueve?
Exportación de pases de jugadores, ventas por derechos de televisión, productos asociados a los clubes, gestión de los negocios. Todo ello en Chile tiene una vara alta que alcanzar.
Desde hace años está bastante comprobado que el fútbol puede ser un gran negocio. Los montos involucrados son enormes, y magnates de todo el mundo –incluso rusos y emiratíes– han incursionado en el negocio futbolístico, comprando por ejemplo clubes en la Premier League.
En Chile, distintas sociedades anónimas deportivas profesionales (SADP) administran algunos de los clubes más importantes del torneo local. Azul Azul en el caso de la Universidad de Chile, Blanco y Negro con Colo Colo y Cruzados en Universidad Católica, por nombrar a los tres “grandes”.
“El fútbol despierta muchas pasiones, y uno se tiende a fijar en el partido del fin de semana, quién ganó, a qué jugador me traje, y se le olvida que esto es efectivamente una industria”, plantea Luis Felipe Ross, socio de MatrixConsulting, que realizó un estudio de la industria para la ANFP. “Y cuando lo miras como negocio, no hay muchos misterios”, asegura.
La relación fútbol-PIB
“Si hicieras una regresión respecto del PIB del país y lo que mueve la industria del fútbol, están casi perfectamente correlacionados. Países más grandes, más ricos, tienen una industria más grande, y es natural porque tienen más fans, hay más sponsors asociados”, afirma Ross.
“El tamaño del país te da un techo, en alguna medida, del potencial que tiene como industria. Y hay países que captaron esto hace tiempo y se elevan por sobre este potencial, por una razón muy sencilla: porque el mundo del fútbol cambió cuando las telecomunicaciones aparecieron y tú dejaste de tener tu equipo preferido en Chile, y probablemente si tú le preguntas a cualquier chileno, tiene un equipo preferido en Europa”, profundiza. Los ingresos que eso genera, como la compra de camisetas, van a parar a España, Inglaterra o Italia, agrega Ross.
La importancia del equipo
El socio de MatrixConsulting destaca que el fútbol es un juego de equipo. “Para tener resultados extraordinarios, tienes que tener estabilidad. Los equipos no funcionan si no se acostumbran a trabajar juntos, y por lo tanto cuando tú crees que es una suma de estrellas, de individualidades, vas a tener peores resultados”, explica.
Ross destaca el caso de la selección adulta de Alemania. “Más del 85% de sus jugadores venían jugando desde la Sub 17. En Chile es el 17%”, compara.
“Pasa lo mismo a nivel de clubes”, continúa Ross. “Mientras más estabilidad hay en los clubes, mientras más estabilidad hay en los campeonatos, mejores resultados tienen como equipos fuera de su país”, señala.
La exportación de jugadores
“Cuando tú tienes un país con una industria con cierto potencial, efectivamente la forma de salirse de eso es decir ‘yo proveo de jugadores para otras ligas’. Es natural”, afirma Ross. Pero no todo es tan fácil, aclara. “Chile tenía hace un año y medio 94 jugadores jugando fuera de la liga chilena. De esos 94, sólo 27 jugaban en una liga mejor que la liga chilena, el resto era igual o incluso inferior”.
Ross compara esta realidad con la de Uruguay, que tiene, dice, cerca de 350 jugadores en el extranjero. “Argentina tiene 750, Brasil tiene 1.700 jugadores jugando fuera de su industria local”, añade.
La realidad chilena
¿Es un buen negocio el fútbol, entonces? En Chile, todavía no. Según el estudio de MatixConsulting, el 88% de los clubes tiene pérdidas, y muchos de ellos, importantes: el 63% de los clubes chilenos tienen pérdidas de más del 20%. “Cuando tú miras el sistema de Chile, el promedio del ingreso de los clubes es más o menos de US$ 7 millones. Nos comparamos casi con la Tercera División española en términos de sistema”, dice. El promedio de ingresos en Alemania, agrega, es de US$ 130 millones. Hay que levantar el sistema, dice Ross. “No sacamos nada con que alguno de los equipos grandes, cualquiera sea, gane mucho más, si los chicos no pueden subsistir”, sentencia.
Ross destaca la importancia de la Selección Nacional como una ventana para mostrar el fútbol del país, lo que potencia al sistema completo: al ente regulador, las ligas, los clubes y los jugadores. “Ninguna pata puede estar coja”, señala, y compara la realidad chilena con otros países. “España desde hace 30 años que no cambia su sistema. En México tú sabes casi con un año de anticipación el fixture, exactamente cuándo juega, quién juega, a qué hora. En Chile no puedes hacer eso”, afirma.
Potencial de crecimiento
Respecto de los ingresos percibidos por las diferentes ligas y equipos de fútbol, Ross señala que el origen es similar. “Una buena parte viene de televisión, otra parte viene de auspicios y otra parte de los clubes propiamente tales: camisetas, entradas, un montón de cosas”, cuenta.
Pero aunque las fuentes de ingresos no varían, sí lo hace el monto. Y no se trata de comparar a Chile con mercados mucho mayores, como Brasil, México o España, sino que ajustados como ingresos per cápita. Por concepto de derechos de televisión, por ejemplo, el ingreso per cápita en España es de US$ 17, mientras que en Chile alcanzan US$ 2.
“Chile está en un punto donde debería naturalmente estar cuando miras el PIB del país”, afirma Ross, aunque señala que tiene el potencial para crecer. “Chile lleva muy poca gente a los estadios. La utilización de la infraestructura que tiene es mínima, es menos del 40% […] Entonces, ¿qué sponsor va a querer realmente invertir? La verdad es que pocos”, asegura.
El socio de MatrixConsulting afirma que lo que falta es abordar la industria con una mirada sistémica. “Nos estamos preocupando exclusivamente de mis resultados y de traer jugadores a mi equipo para reforzarlo, cuando si tú quisieras tener una estrategia de exportación de jugadores, jamás traerías jugadores a Chile”, explica.
“Nosotros hemos hecho ocho cambios en los últimos 10 años, y costó un mundo pasar al campeonato largo, cuando acabamos de demostrar que mientras más largo, más estabilidad le das, mejor”, dice Ross. “Con buena liga y buenos clubes, vas a tener mejores jugadores y con una estrategia clara, y la Selección naturalmente va a subir su nivel”, explica.
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