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Macri apuesta por infraestructura de cara a comicios argentinos

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Bloomberg
POR Maria del |

La mayoría de los proyectos que se están realizando están ubicados en la provincia de Buenos Aires, donde vive el 45% de los votantes del país.

Desde nuevos aeropuertos hasta corredores viales y viaductos, el presidente de Argentina, Mauricio Macri, acelera para inaugurar en los próximos meses proyectos de infraestructura valuados en miles de millones de dólares, justo a tiempo para las elecciones de octubre.

Las ceremonias de corte de cinta durante campañas electorales son una vieja estrategia política. Sin embargo, esos podrían ser los pocos logros que Macri, que busca renovar su mandato este año, podrá ostentar en un país sumido en una profunda recesión y con una inflación a un ritmo anual de 55%.

Es demasiado pronto para decir si la estrategia tendrá éxito a la hora de incrementar sus chances de reelección. La crisis económica que derivó el año pasado en un acuerdo impopular con el Fondo Monetario Internacional ha incidido tanto en los índices de aprobación de Macri, que en encuestas recientes aparece empatado con su antecesora y posible rival, Cristina Fernández de Kirchner.

“Si los votantes pueden ver a través del muro de los problemas económicos, las obras públicas favorecerán a Macri”, comentó Juan Germano, director de Isonomía, una consultora de Buenos Aires. “Como ingeniero, las obras públicas son parte de la identidad de Macri”.

Recorte de gastos

Las obras son parte del plan original de Macri orientado a invertir hasta US$ 35.000 millones en proyectos de infraestructura a través de una combinación de dinero público y privado, además de fondos de organismos multilaterales. Ese objetivo será difícil de lograr, ya que el gobierno se vio obligado a recortar gastos de capital en más de 30% en el presupuesto de este año para cumplir con los términos del acuerdo con el FMI.

Los proyectos de participación público-privada tampoco funcionaron como se esperaba. Algunos quedaron en suspenso debido a que el financiamiento de mercado se agotó, señaló Matías Surt, economista de la consultora Invecq.

No obstante, el gobierno decidió no detener las obras en curso y los proyectos que comenzaron en diciembre de 2015 ahora marchan a toda velocidad.

Los pasajeros se beneficiarán con una nueva terminal de partidas y un estacionamiento en el aeropuerto internacional de Ezeiza tras una inversión de US$ 179 millones, financiada en parte a través de las tarifas aeroportuarias. Se modernizan además otros 17 aeropuertos argentinos, incluidos aquellos cercanos al Parque Nacional de las Cataratas del Iguazú y Bariloche, ciudad ampliamente conocida por su centro de esquí.

“Este programa de inversiones es el más ambicioso de nuestra historia”, afirmó Martín Eurnekian, presidente de Aeropuertos Argentina 2000, la compañía a cargo de más de 30 terminales aéreas del país.

Pensando en los votantes

Los proyectos más visibles se llevan a cabo en la capital argentina y en la provincia de Buenos Aires, hogar del 45% de los votantes de la nación.

Entre ellos destaca un corredor subterráneo de siete kilómetros que se espera reduzca drásticamente el tiempo de viaje en el centro de la ciudad de Buenos Aires. El “Paseo del Bajo” de US$ 672 millones, cuyo proyecto inicial data de hace más de cuatro décadas, se construye con fondos públicos y financiamiento del banco latinoamericano de desarrollo CAF.

“Después de trabajar durante más de dos años, ya no veremos micros y camiones en la superficie”, aseguró Franco Moccia, ministro de Desarrollo Urbano y Transporte de la ciudad.

Otra iniciativa es la construcción de dos ferrocarriles elevados, el Viaducto Mitre de US$ 160 millones y el Viaducto San Martín de US$ 237 millones, que podrían dar alivio al caótico tráfico de la ciudad.

Además, el Ministerio del Interior inaugurará 770 proyectos que van desde viviendas públicas a obras hídricas y nuevos edificios públicos en el transcurso del año, de los cuales el 62% estará listo antes de las primarias de agosto.

Los trabajos no han pasado desapercibidos. Una encuesta realizada por Isonomía el mes pasado mostró que el 55% de los 2.000 encuestados había visto algún tipo de obra llevándose a cabo en su barrio. Esa cifra se eleva a 81% en la ciudad de Buenos Aires.