Director de Avatar apuesta por la inversión vegana
James Cameron y su esposa han centrado cada vez más sus apuestas en inversiones basadas en plantas, desde una granja orgánica en Nueva Zelanda hasta una planta canadiense que produce concentrados de proteínas a partir de legumbres.
James Cameron ha prosperado gracias al desastre y la distopía durante sus 40 años de carrera. Pero cuando se trata de inversiones personales, el director de Hollywood le apuesta a un futuro mejor.
Cameron, cuyas películas han recaudado alrededor de US$6.000 millones en todo el mundo, y su esposa, Suzy Amis Cameron, han centrado cada vez más su oficina familiar en inversiones basadas en plantas, desde una granja orgánica en Nueva Zelanda hasta una planta canadiense que produce concentrados de proteínas a partir de guisantes y lentejas.
“Desde el momento en que nos pasamos a invertir con base en las plantas, nuestro mundo dio un giro de 180 grados”, dijo Amis Cameron en una entrevista en abril. “Comenzamos a analizar nuestras inversiones, nuestras oportunidades de negocio. En este punto, aparte del trabajo cinematográfico de Jim, todo pasa por una lente basada en plantas”.
Cada vez más inversionistas recurren a las inversiones basadas en plantas, a medida que los consumidores más jóvenes dan más importancia a la sostenibilidad cuando se trata de lo que consumen. Las ventas minoristas de alternativas a la carne derivadas de plantas aumentaron casi 25%, a un estimado de US$770 millones, respecto al año anterior en los 12 meses finalizados en agosto de 2018, según un informe de febrero de Rabobank, mientras que las alternativas veganas a productos como la leche, el queso y el yogur probablemente acumularán US$4.100 millones en ventas.
Entre los asistentes a la Conferencia Global del Instituto Milken de este año, hubo un amplio apetito por las empresas relacionadas con la alimentación. Las acciones de Beyond Meat Inc., el fabricante de sustitutos veganos de pollo y carne de res, se han cuadruplicado desde su debut comercial este mes, lo que le da a la compañía una valoración de US$6.200 millones.
“Con la salida a bolsa de Beyond, estás en el lugar correcto en un momento único en la historia de la humanidad”, asegura Barry Didato, quien asesora a los Cameron. “La comida de origen vegetal es lo que era Internet en 1994”.
Los Cameron fundaron Verdient Foods, cuyas instalaciones en Saskatchewan procesan proteínas vegetales utilizadas para hacer productos como pastas, salsas y mantequillas, y recientemente ingresaron a una empresa conjunta con la refinería estadounidense Ingredion Inc. Cameron Family Farms, en el campo de South Wairarapa, en Nueva Zelanda, produce cultivos, vegetales y frutas. La visión de la pareja de una compañía de alimentos verticalmente integrada incluso se extiende a la producción de sus propias semillas.
Para los Cameron, estas inversiones se alinean con su enfoque en el cambio climático. El sector agrícola produce aproximadamente una cuarta parte de todos los gases de efecto invernadero, superado solo por la generación de energía.
Un informe de 2018 del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas advirtió sobre sequías, temperaturas extremas y aumentos del nivel del mar en función del ritmo actual del cambio climático. Entre sus recomendaciones estaba adoptar dietas menos intensivas en recursos. Un artículo de 2018 de Science mostró que la industria de la carne y la leche utilizan aproximadamente 83% de las tierras agrícolas y contribuyen con alrededor de 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la agricultura, a pesar de que solo proporcionan alrededor de una quinta parte de las calorías.
La inversión sostenible ha estado en auge entre los ricos. Firmas como BlackRock Inc. y T. Rowe Price Group Inc. están entre las que aumentan estas ofertas, que se han convertido en una estrategia clave para atraer activos de personas adineradas, fundaciones, dotaciones, pensiones y oficinas familiares.
La nueva firma de Jeff Tannenbaum, Titan Grove, está financiando empresas basadas en la sostenibilidad. Las inversiones socialmente responsables alcanzaron los US$31 billones a inicios de 2018 en Europa, Japón, Canadá, Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, un aumento de 34% en dos años, según Global Sustainable Investment Alliance. Alrededor de 45% de las oficinas familiares han dicho que planean aumentar sus inversiones sostenibles en los próximos 12 meses.
Cero desperdicio
Los Cameron, que se conocieron en el set de “Titanic”, han ido más lejos que la mayoría. Ahora solo comen productos vegetales y han ampliado su enfoque holístico a la educación de sus hijos. En 2006, Amis Cameron y su hermana Rebecca Amis abrieron la escuela privada Muse en Calabasas, California, la primera en EE.UU. en usar exclusivamente energía solar, producir cero desperdicios e implementar un programa de almuerzo completamente orgánico, basado en plantas.
La iniciativa “One Meal a Day” (Una comida al día) de Amis Cameron está diseñada para hacer que su llamado por un enfoque vegano sea accesible para las personas sin los recursos de una pareja de Hollywood. Su objetivo es persuadir a las personas de comer una comida basada en plantas al día.
“Una persona que come una comida basada en plantas al día por un año ahorra 200.000 galones de agua y el equivalente de carbono de conducir desde Los Ángeles a Nueva York”, explica Amis Cameron. “Cada vez que cuidan lo que ponen en sus platos, pueden hacer una diferencia. Es realmente empoderador”.
Incluso las producciones cinematográficas de Cameron se han unido al movimiento. Está trabajando en dos secuelas de “Avatar”, su éxito de taquilla de ciencia ficción ambientado en un universo donde los recursos naturales de la Tierra se han agotado. El catering en el set se basa exclusivamente en plantas, mientras que su estudio funciona con energía solar.
El potencial de la clase de progreso incremental que defiende su esposa ha sido suficiente para hacer que el director de películas distópicas como “The Terminator”, “Aliens” y “Avatar” sienta algo de optimismo, asegura Amis Cameron.
“Mi esposo es un tipo del día del juicio final”, dice. “Pero un día estábamos caminando por la playa y se detuvo y dijo: ’Por primera vez en mi vida tengo esperanza’”.