Cambio de gabinete | Área social: los conflictos que suman Sichel y Mañalich
Sebastián Sichel entra a una cartera enfocada en La Araucanía, y Jaime Mañalich enfrenta cambios en isapres, Fonasa y Ley del Cáncer.
“Este Plan parte con una voluntad, una decisión, un sentido de urgencia y una necesidad de eficacia para lograr empezar a cambiar una historia que, todos sabemos, ha estado plagada de desencuentros, de dolores y de sufrimientos, pero que también tiene cosas maravillosas, que tenemos que recoger y aprender de ellas”, decía el Presidente Sebastián Piñera, en septiembre de 2018, cuando presentaba el Acuerdo Nacional por el Desarrollo y la Paz en la Araucanía. A su lado estaban dos ministros clave de su Gobierno: Andrés Chadwick, de Interior y Seguridad Pública, y Alfredo Moreno, de Desarrollo Social.
Dos meses después, el 14 de noviembre, la muerte Camilo Catrillana en un operativo de Carabineros, tensionó las relaciones y confianzas que el gobierno, representado por Moreno, intentaban afianzar en La Araucanía. Entonces, en medio de la crisis política que generó el crimen del comunero, Moreno dijo a PAUTA que los hechos ocurridos en la zona reforzaban la necesidad de implementar el Plan Araucanía. Sin embargo, el homicidio del joven enlutó a la zona e hizo retroceder, inevitablemente, parte de lo avanzado. De hecho, incluso antes de asumir como minsitro, Moreno había comenzado a ir a La Araucanía y en el último tiempo, lo hacía a lo menos una vez al mes.
Pese a que Moreno -quien viene del mundo empresarial- era parte del área social del gabinete, Piñera lo sumó al Comité Político de La Moneda, por lo que se convirtió en el primer ministro de ese sector en se parte de ese núcleo asesor. Ese hecho envió varias señales: que para el Gobierno el tema mapuche tiene una importancia tanto social como política y que a La Moneda le interesaba -y sigue interesando- potenciar la figura de Moreno, quien en su primer gobierno fue canciller.
Desarrollo Social, a su vez, es una cartera estratégica para Piñera, pues está a cargo de dos temas clave en su gobierno: el Plan Araucanía y el Proyecto Clase Media Protegida, que lanzó en marzo pasado. Además, siempre en la agenda social, el ministro implementó varios programadas que se conviertieron marca registrada, entre ellos el Código Azul dirigido a las personas que viven en la calle.
Con su salida del Ministerio de Desarrollo Social (MDS), queda claro que Moreno sigue siendo un nombre importante dentro del gobierno, que decidió sacarlo de una zona de conflicto -donde su figura se podía desgastar- y lo nombró en Obras Públicas, una cartera en la que podría mostrarse en terreno y tener una fuerte figuración pública.
En todo caso, el protagonismo que se le dé al cargo también depende del estilo y aspiraciones de quien lo ocupe: Ricargo Lagos se catapultó como presididenciable durante el gobierno de Eduardo Frei, y Piñera le dio a Laurence Golborne ese puesto para capitalizar la popularidad que había adquirido tras el rescate a los mineros en 2010.
Sobre su nuevo nombramiento, Moreno dijo: “El Ministerio de Obras Públicas es uno de los mayores inversores de nuestro país, con un programa de inversiones para estos cuatro años de alrededor US $20 mil millones, que tiene que ver con construir una infraestructura para el desarrollo. Es como la espina dorsal de desarrollo, que tiene que ver con las carreteras, puertos, aeropuertos y trenes”.
Ahora, en su reemplazo en Desarrollo Social, Piñera nombró a Sebastián Sichel, quien se desempeñaba como vicepresidente ejecutivo de Corfo. Es abogado PUC (42) y fue muy cercano en sus inicios al DC Claudio Orrego cuando este era alcalde de Peñalolén. Luego se vinculó con Ciudadanos, movimiento liderado por Andrés Velasco y de quien se distanció. Hoy es parte de este gobierno como independiente.
Su mejor vínculo con La Moneda, de hecho, la tiene con el ministro más poderoso del gabinete: el titular de Interior, Andrés Chadwick, con quien estrechó relaciones mientras anbos trabajaron en la Universidad San Sebastián.
Las tareas que le vienen a Sichel por delante son reimpulsar el Plan Araucanía y llevar a cabo la consulta indígena -que ha sido rechazada por varios sectores, entre ellos la Asociación de Municipalidades con Alcalde Mapuche- con miras a modificar la Ley Indígena.
Sobre Sichel, Moreno dijo que “es una persona que no solamente reúne talento, sino también una profunda convicción en el lo que es el desarrollo social del país. Hemos trabajado juntos este tiempo, por lo tanto él va a ser un continuador en etema de La Araucanía”.
Santelices: complicado por aborto, VIH e isapres
Sin redes en los partidos de Chile Vamos, sin manejo político y con varios errores -varios de ellos comunicacionales-, el período de Emilio Santelices como ministro de Salud fue difícil desde su llegada al Gobierno.
Cuando apenas llevaba dos meses, el médico cirujano especialista en anestesiología cardiovascular enfrentó primero una interpelación en el Congreso y luego una acusación constitucional. El recurso constitucional lo presentó un grupo de diputados del Frente Amplio a raíz de la polémica suscitada por la modificación que introdujo el Minsal al protocolo de aborto en tres causales que permitía a las clínicas privadas declararse como objetoras de conciencia.
Si bien el libelo no prosperó -se cayó en la “cuestión previa”-, fue un indicio de lo complicada que sería, en adelante, su gestión. Esta requiere de mucho manjeo político, en especial pues debe liderar proyectos de ley de alto impacto en la población, como el caso de la reforma a las isapres.
De hecho, justamente en el tema isapres fue donde Santelices protagonizó, en marzo de este año, uno de los mayores conflictos en su gestión a raíz de la norma de la Superintendencia de Salud que postergaba la obligatoriedad de las isapres de rebajar los precios de los planes a mujeres de 40 años y niños de dos años (al salir de los llamados grupos de riesgos).
Aunque el Gobierno revocó la medida, el episodio -que terminó con la renuncia del superintendente Ignacio García-Huidobro-, evidenció conflictos al interior de la cartera y problemas comunicacionales internos.
No es todo. Santelices -quien además tenía una díficil relación con el subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo– también enfrentó, hace cuatro meses, una dura polémica: al dar a conocer como Minsal que en 2018 en Chile había casi siete mil nuevos casos de contagio de VIH, señaló que al desagregar esa cifra, la mayor parte de ese incremento “es de extranjeros, lo que muestra un cambio de nuestro perfil epidemiológico, con los chilenos manteniendo su tasa de prevalencia de los últimos años”.
Sus dichos generaron una serie de críticas, entre del Colegio Médico, que lo desmintió.
En abril pasado, en una entrevista en La Tercera, Santelices reconoció que “he tenido un ministerio bastante duro, con fuego por todos lados”.
Y cuando salía de La Moneda tras enterarse de que Jaime Mañalich, ex ministro de Salud en Piñera l, Santelices dijo: “Lo más importante es entender que hay procesos donde uno muchas veces no cuenta con la colaboración de todos quienes deben sumarse. Por eso, el llamado es a continuar trabajando y entendiendo que el gobierno ya instaló una agenda sanitaria, donde reitero el llamado a que se sumen todos, porque Chile espera que se desarrollen”.
También recordó los temas claves de su gestión: “Hoy se tramita una Ley Nacional del Cáncer, y podemos decirles a 50 mil familias que viven con él que van a tener una respuesta más temprano que tarde” y, ante el déficit de infraestructura, “decirles que tendremos la mejor infraestructura de hospitales del país”.
Y añadió: “Chile necesita reformas estructurales, como poder diseñar y proponer una reforma profunda que resuelva problemas que nunca antes se habían abordado para temas de isapres, y asimismo lo de Fonasa, donde se plantea su fortalecimiento, pero todo esto poniendo al paciente en el centro”.