El uno a uno de PAUTA: Sánchez y Díaz sacaron la cara
El delantero del Manchester United tomó el liderazgo del equipo en la derrota frente a Uruguay. El plan de Rueda resultó a medias y encontró en el jugador del Al Ahli un jugador proyectable hacia el futuro.
La Selección Chilena terminó en la segunda posición del grupo C en la Copa América y sigue activo en la defensa del título continental. Dos victorias en el torneo ante Japón (4-0) y Ecuador (2-1). La derrota sufrida ante Uruguay (0-1) determinó que Chile enfrentará el próximo viernes a las 19:00 horas a Colombia.
El técnico Reinaldo Rueda aprovechó el último partido frente a los uruguayos para probar un nuevo sistema de juego (3-5-2) y sorprendió con muchas variantes en la conformación del equipo: Gonzalo Jara en la defensa, Paulo Díaz y Óscar Opazo como laterales volantes y Pablo Hernández como interior en el mediocampo. Además, el entrenador de Chile insistió con Alexis Sánchez como titular, a pesar de sus molestias físicas.
Igualmente, Rueda resguardó a Isla, Vidal, Fuenzalida y Beausejour para el duelo ante los de Carlos Queiroz.
El uno a uno ante Uruguay:
Gabriel Arias: el meta de la selección no comenzó bien y se complicó en un mano a mano frente a Luis Suárez. Con el paso de los minutos, el actual arquero de Chiel respondió y descolgó un par de cargas generadas por Giorgian de Arrascaeta. No pudo hacer nada en el gol, quedó a contrapié y no logró frenar el cabezazo de Cavani.
Gary Medel: luce con propiedad la jineta de capitán. Manda, ordena, distribuye y es fiero en la marca. A pesar de su baja estatura, el defensor fue a la lucha aérea y ganó varios duelos en el primer tiempo. Dejó la cancha por una lesión. Sintió el rigor del partido. No fue nada fácil batallar con Suárez y Cavani.
Gonzalo Jara: la camiseta de la Roja no le queda grande y, lo mejor, es claro a la hora de cumplir su faena. Si tiene que jugar rápido, lo hace. Si tiene que mandar el balón fuera del campo no tiene reparos. En el primer tiempo ganó el duelo ante Godín. En la segunda parte, despejó el peligro, ordenó y envío pases a campo contrario. Sin embargo, en el gol solo miró el salto de Cavani y falló en la marca. Cuento aparte es la agresión a un hincha que invadió a la cancha. Su vehemencia le puede costar caro y lo pueden sancionar de oficio.
Guillermo Maripán: el zaguero tuvo ciertos problemas a la hora de frenar a De Arrascaeta. Tuvo un par de salidas claras y sin mayor peligro. Juega al límite a nivel físico y eso lo tiene contenido. Es cierto, es uno de los jugadores más rápidos de la selección, pero siempre está en el limbo. Ante Colombia, el defensa del Alavés debe hacer un partido perfecto. Sin ripios. Aún puede mejorar su nivel.
Paulo Díaz: Reinaldo Rueda lo utilizó como lateral volante por el sector de la derecha. Claramente no es la posición donde se siente más comodo pero, de igual forma, demostró que está hecho para triunfar en la selección. No se achicó con ningún jugador uruguayo. Prudente, elegante y corajudo, incluso llevó peligro hacia la portería defendida por Muslera. La camiseta de Chile no le queda grande. De cara al futuro se proyecta como el candidato número uno para reemplazar a Medel.
Charles Aránguiz: es definitivamente el apoyo para todos sus compañeros. Trabajador, silencioso y si tiene chances para ir en demanda del pórtico rival, las aprovecha. Disparó de larga distancia y Muslera reaccionó sin problemas. Tuvo poco protagonismo en el segundo tiempo y no pudo alimentar bien a los delanteros. Está claro que es el barómetro del equipo y si no está inspirado sus compañeros lo sienten. Sintió el rigor de dos partidos durísimos ante Japón y Ecuador.
Erick Pulgar: queda claro es uno de los mejores cabeceadores de Chile. No tiene miedo a batallar en el juego aéreo. Fue de igual a igual con Cavani, Suárez y Bentancur. Bien en las coberturas. Perdió el miedo y pasó a ser el jugador confiable para sus compañeros. Al igual que Aránguiz, el volante del Bologna bajó su nivel y sintió el desgaste.
Óscar Opazo: otro de los más destacados en Chile. Tuvo un impecable cometido en el primer tiempo. Se proyectó en el ataque y ganó dos duelos ante Suárez. Es una alternativa interesante de cara al futuro. Con el paso de los minutos, eso sí, sintió el rigor del partido. Cumplió.
Pedro Pablo Hernández: el volante apareció como interior y ganó varios duelos aéreos. Sin embargo, su paso como titular fue intrascendente. Errático con el balón en los pies. No estuvo a la altura ante Uruguay. Siempre fue una marcha abajo de sus compañeros. Está bien, su misión es manejar los tiempos, pero sus decisiones no fueron acertadas y no le impregnó vértigo a la ofensiva.
Alexis Sánchez: cuando uno está cómodo en casa se nota. Sánchez está demostrando pinceladas de lo que logró en el Arsenal. No tiene miedo de enfrentar rivales, eludió sin problemas a sus marcadores. Asistió, generó peligro y probó en dos ocasiones a la portería charrúa. Volvió a ser el jugador con intención de anotar.
Eduardo Vargas: fue al sacrificio del equipo. Tuvo un mano a mano con Muslera y no logró aprovechar la gran ocasión que tuvo. No recibió balones con peligro y se trasladó hasta el mediocampo para recuperar balones. Otro de los valores que siente la camiseta de Chile. Es una prenda de garantía en el ataque. Sin embargo, ante Colombia el actual jugador del Tigres no puede fallar. Se debe preparar para el duelo con Sánchez y Mina. Por valentía, Vargas no se queda atrás.
Igor Lichnovsky: recibió una gran oportunidad en el partido ante Uruguay. Sin embargo, el formado en la Universidad de Chile tuvo un ingrato compromiso. El inicio fue regular para el defensor, que empezó a perder fuerza con el paso de los minutos. Está unos pasos más abajo que sus compañeros de zaga.
Junior Fernandes: Eel ex Cobreloa siempre es blanco de críticas por sus constantes errores en la salida. Le tocó impregnar velocidad en el ataque y corretear a los uruguayos. Ese trabajo lo hace bien, pero en labores ofensivas quedó al debe.
Nicolás Castillo: lo único rescatable es que está en condiciones de jugar ante Colombia y tiene el físico necesario para ir a la refriega. Un arma de ataque importante de cara a la fase decisiva por retener el título continental.