Convergencia Progresista evalúa un cambio de nombre y articula una nueva agenda
Tras meses de problemas, la alianza política integrada por el PS, PPD y PR intenta recomponerse. En ese camino, la propuesta sobre pensiones será clave.
“Así como dicen que las penas del fútbol se pasan con fútbol, las tristezas en política se pasan con más política”. Esa es una de las frases que por estos días se escucha con fuerza en los partidos que integran la aún denominada Convergencia Progresista: PS, PPD y PR.
Luego de su creación, el 8 de octubre de 2018, este espacio de coordinación opositor ha vivido meses complejos. Más allá de que creen tener coincidencias contundentes sobre un proyecto político de futuro y de que hay voluntad de acuerdo, se han quedado cortos a la hora de aterrizar las materias que los unen. Y llegó la hora de trabajar en eso, manifiestan. De hecho, en esta nueva etapa, como confirmaron a este medio diferentes fuentes, se evaluará si mantienen o no el nombre bajo el cual se constituyeron. Todo, con la idea de revitalizar la alianza.
Tras un periodo de dispersión, esta labor parte por hacer la autocrítica. “Lo que pasa es que la convergencia tiene que tener contenido. Tal vez una de las falencias que esta alianza ha tenido es que se entregó la voluntad política, pero no se le dio contenido”, reconoce a PAUTA el jefe de la bancada de diputados socialistas, Manuel Monsalve.
Lo propio hace Ricardo Celis, jefe de la bancada PPD. Enfatiza que, si bien tuvieron un momento de “capa caída”, ya hay pilares que levantarán juntos, para así “representar mejor a los chilenos”.
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Luego de la derrota presidencial que enfrentó la centroizquierda, como dicen ambos parlamentarios, hubo un año donde la mayoría estimó que la prioridad era el perfilamiento propio, lo que se tradujo “en un distanciamiento y dio impresiones de división”.
Entendiendo que todo en la vida tiene etapas, concuerdan, ha llegado el tiempo de “buscar la convergencia”. El primer gesto de “normalidad” en ese sentido, se vio en la reunión formal que sostuvo el PPD y el PS, precisamente luego de que este último afrontara una dura crisis producto de la última elección interna.
Si bien los primeros pasos se dieron desde las directivas nacionales, en esta nueva etapa (que también incluirá encuentros de mesas), la articulación viene desde las bancadas.
¿En qué aspectos?
Con miras a hacer valer el peso que la centroizquierda ha tenido por años, la alianza que dio pie a Convergencia Progresista debe sobrepasar el puro diseño electoral. Por eso, se han abocado a perfilar aquellos temas donde tienen coincidencias. La Reforma Previsional es el primer paso para generar acuerdos.
Cada uno de los partidos ha estado trabajando con sus técnicos una propuesta base, para luego aunar los puntos en común y establecer pisos para enfrentar el debate. De hecho, en privado, diferentes parlamentarios adelantan que durante la próxima semana se marcará un hito clave en ese sentido, luego de que el lunes la mesa que lidera Álvaro Elizalde (PS) se reúna con la que encabeza Carlos Maldonado (PR). En dicha cita, reconocen desde ambas tiendas, podría haber claros avances.
“Queremos dar una señal en materia de pensiones. Creemos que podemos ayudar a que el proyecto sea más viable, pueda tramitarse y para que sea un mejor proyecto. Es un mejor proyecto cuando resuelve de mejor manera la demanda de las personas y tenemos plena coincidencia con los radicales y el PPD”, explica Monsalve.
El presidente del PPD, Heraldo Muñoz, adelantó este gesto de unión tras el almuerzo que sostuvo, el martes 9 de julio, con la bancada de diputados y el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg. “Estamos conversando con el Partido Socialista. El jefe de nuestra bancada y [el diputado] Tucapel Jiménez ya han estado en contacto con el PS y es muy posible que tengamos una propuesta que sea conjunta con ellos y eventualmente también con el PR”, expone.
Consultado por PAUTA, Celis profundiza en la unidad que están gestando: “Conocemos algunos documentos del PS y de los radicales. Hemos conversado, hemos puesto los puntos sobre la mesa, tenemos que colegiarlo y hacer una propuesta en común”.
“El PS, el PPD y el PR hemos fijado los primeros encuentros en que nuestros técnicos han abordado dónde se pueden fijar los puntos comunes. Ese proceso aún está abierto”, precisa el legislador.
Más allá del acuerdo previsional
Diferentes parlamentarios consultados por este medio coinciden en que, si bien la convergencia no es una alianza cerrada, entre los partidos que hoy la componen hay una alta “facilidad para encontrar coincidencias”. El primer paso es el ámbito previsional, pues en ese tema están más avanzados.
Pero hay al menos otros dos pasos.
Otra de las áreas en torno a los cuales están acercando posturas tiene que ver con la agenda laboral. Dos son las coincidencias fundamentales: reducción de la jornada laboral, ya sea por aumento de vacaciones o por reducir el máximo semanal a 40 horas, y el término de las discriminaciones salariales hacia la mujer.
Como detalla Monsalve, el objetivo es construir acuerdos en torno a un plan que “permita darles más derechos a los trabajadores” y termine con los abusos.
Un tercer paso que revitalizaría a Convergencia Progresista se está diseñando alrededor de las posturas que comparten sobre las reformas institucionales a las que ha llamado el Gobierno, en el marco del nuevo acuerdo nacional al que convocó el Presidente Sebastián Piñera en su Cuenta Pública del pasado 1 de junio.
En este aspecto, lo principal, aseguran, será recomponer la confianza en la ciudadanía y darles la posibilidad de que puedan incidir en ellas.
Mire la presentación de este tema en Primera Pauta: