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La reforma de pensiones de Brasil supera un obstáculo importante

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Bloomberg
POR Maria del |

Sin embargo, el líder de la oposición, Alessandro Molon, dijo que se buscará proteger a los más vulnerables a través de enmiendas.

En medio del pesimismo que rodea a la economía de Brasil -el recorte de las previsiones de crecimiento, el desempleo de dos dígitos y el aumento de la deuda pública- la votación de la Cámara Baja del miércoles para la reforma del sistema de pensiones representa un gran paso adelante.

Con 379 votos a favor y 131 en contra, los diputados aprobaron el texto base de una reforma que generará ahorros significativos para el Gobierno y por fin establecerá una edad mínima de jubilación para los brasileños. El proyecto de ley aún se enfrenta a una serie de obstáculos legislativos antes de convertirse en ley, incluidas enmiendas que podrían debilitar su fortaleza, pero ha superado su obstáculo más difícil.

En un emotivo discurso, el presidente de la Cámara, Rodrigo Maia (en la foto) dijo que la importante participación de los políticos en la reforma fortalece la democracia de Brasil y, en un futuro, volverá a atraer inversionistas al país. “Estoy cada vez más convencido de la necesidad de la reforma”, dijo. “Este es un momento histórico para todos nosotros”.

Brasil gasta mucho más en sus pensiones que la mayoría de países de economía similar, y ofrece condiciones más generosas, en particular a sus funcionarios públicos bien pagados, muchos de los cuales se jubilan a los 50 años. Los vastos déficits de miles de millones de dólares en sus fondos de pensiones están elevando la deuda pública de Brasil a niveles insostenibles y podrían consumir la totalidad del presupuesto federal.

Brasil ya gasta diez veces más en pagos a jubilados que en educación. Con una población que envejece rápidamente y un límite constitucional al gasto público, el sistema actual es una bomba de relojería que amenaza con devastar la frágil economía del país y condena a Brasil a muchos más años de crecimiento por debajo de la media.

La votación del miércoles no fue un logro menor, dado que cuatro administraciones anteriores habían intentado aprobar una reforma importante, y fracasaron. El margen de victoria también estuvo significativamente por encima del umbral mínimo de 308 votos, y es una buena indicación para su futura aprobación.

El presidente Jair Bolsonaro celebró la decisión en Twitter y felicitó a Maia por su papel en la aprobación.

No obstante, los diputados de la oposición criticaron la legislación propuesta, alegando que solo servía para afianzar el actual sistema de privilegios de Brasil, y supone una carga aún mayor para los pobres.

“Una decisión lamentable de una mayoría que votó solo mirando números, y no a personas”, dijo Alessandro Molon, líder de la oposición. “Vamos a luchar ahora para reducir el impacto negativo de esta reforma a través de enmiendas”.

Aplazar la jubilación

En su estado actual, el proyecto de ley establecería una edad mínima de jubilación de 65 años para los hombres y 62 para las mujeres, con un período de transición de 12 a 14 años. Si se promulga según lo aprobado por la Cámara Baja, la legislación ahorraría al Estado más de 900.000 millones de reales (US$ 236.000 millones) durante diez años.

Sin embargo, los políticos aún tienen que debatir varias enmiendas propuestas que podrían reducir los ahorros previstos. Es probable que una segunda votación en la Cámara Baja tenga lugar para el final de la semana. Al igual que la primera, se requerirá una mayoría de tres quintos para pasar. Posteriormente, el proyecto se presentará al Senado, donde debe pasar dos veces con el mismo margen.

Rogerio Marinho, secretario especial de pensiones y empleos del Ministerio de Economía, dijo que el Gobierno trabajaría para minimizar el impacto de cualquier enmienda, y agregó que el recuento de la primera ronda había sido una “sorpresa positiva”.

En los últimos seis meses, los precios de los activos brasileños han reaccionado a las idas y venidas de las negociaciones de la reforma de pensiones. Antes de la votación del miércoles, las acciones brasileñas subieron bruscamente mientras que el real se fortaleció a medida que los inversionistas comenzaron a ver cómo las finanzas públicas de la mayor economía de América Latina avanzaban hacia una posición más sostenible.