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PPD usa su fortaleza senatorial para exigir nuevos mínimos en las pensiones

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El presidente del PPD, Heraldo Muñoz, y los parlamentarios discutiendo sobre pensiones. Créditos: PPD
POR Gladys Pierola |

La directiva liderada por Heraldo Muñoz y sus parlamentarios sellaron un documento. Proponen reformar el sistema de las FFAA, entre otros.

El martes 23 de julio, luego de la Cuenta Pública 2019 del Congreso, el presidente del PPD, Heraldo Muñoz, almorzó con parte de la bancada de diputados y senadores. El encuentro fue clave para zanjar la estrategia que usará el partido en las próximas etapas de la discusión de la Reforma Previsional. En especial, buscaba afinar los requisitos para sentarse a conversar con La Moneda sobre un eventual apoyo, luego de días bastantes turbulentos entre oposición y Gobierno.

En el recuerdo inmediato estaba el tenso debate que hubo en la oposición previamente a la votación en la Comisión de Trabajo de la Cámara sobre la idea de legislar la iniciativa. Luego del feriado del 16 de julio se cayeron las conversaciones de un pacto en bloque con el Ejecutivo, lo que se tradujo en un fallido punto de prensa de los partidos de la ex Nueva Mayoría y en la molestia de varios con la DC. La actitud de la DC y en especial del diputado Gabriel Silber de querer liderar las negociaciones, acusan sus socios, no solo molestó al PPD, sino también al PS, que salieron a desmetir cualquier acuerdo con La Moneda.

Las desconocidas gestiones del PPD

En el caso del PPD, el enojo venía porque la mesa de Muñoz había iniciado sus propios contactos con el Gobierno, directamente con el Presidente Sebastián Piñera. Pero, tras la polémica con la DC, las conversaciones quedaron stand by

Por eso la etapa que viene, comentan en el partido, es afinar la estrategia e instalar nuevamente sus puntos para negociar. Y parte de eso se vio el lunes 22, cuando hicieron  el primer “guiño”. En un punto de prensa, el timonel del PPD y los parlamentarios hablaron públicamente de ciertos puntos mínimos con el concepto “sistema de seguridad social mixto”, “solidaridad intergeneracional” y “equidad de género”, entre otros. 

Eso sirvió de base para el almuerzo que se realizó el martes en el comedor de la bancada PPD, instancia donde la directiva y los parlamentarios acordaron ocho puntos, ocho “exigencias fundamentales” para un eventual diálogo con el Ejecutivo.

La idea, comentan algunos de los presentes en la cita, era no elaborar una propuesta con detalles técnicos, porque eso ya estaba avanzado y explicitado incluso al ministro de Trabajo, Nicolás Monckeberg.

La señal era otra: dejar claro que esos pisos mínimos debían ser base de un reforma “progresista” al sistema de pensiones, dando paso no solo una eventual negociación para las próximas votaciones en la Cámara de Diputados, sino principalmente en el Senado, donde, dicen en el PPD, estará el verdadero gallito del partido. 

El PPD tiene tras de sí la contundencia de ser el partido de oposición con mayor cantidad de senadores (ocho), por encima del PS (siete) y de la DC (cinco). En la Cámara de Diputados, en cambio, tiene apenas siete representantes, casi un tercio que el PS, la mitad de la DC e incluso menos que los ocho del Partido Comunista.

“Tenemos un conjunto de medidas. Si esas medidas están, tendremos la mejor disposición, pero eso hay que dialogarlo con el Gobierno”, dijo el timonel del PPD a este medio.

Los “mínimos” que exige el PPD

Durante los últimos días, el documento fue visado y recibió los últimos ajustes de todas las partes. PAUTA accedió a la minuta final, la que plantea como primer punto precisamente la petición de un sistema de seguridad social mixto.

Luego, el texto señala que la reforma debe “regular las rentabilidades abusivas sobre el patrimonio que obtienen las AFP”, ya sea proponiendo un techo a sus ganancias o reduciendo las comisiones que cobran. A esto suman la necesidad de cambiar la composición de los directorios de las AFP e integrar a los usuarios a estas instancias. Ajustes que, según explican en el partido, también debería extenderse a los directorios de las sociedades en que se invierten los fondos previsionales.

El punto cuatro del petitorio apunta a reformar el sistema de pensiones de las Fuerzas Armadas y para ello proponen la creación de un grupo de trabajo para abordar el caso.

En materia de solidaridad intergeneracional, reiteran la idea de que el incremento de las cotizaciones debe ser al menos del 5,5 puntos porcentuales (es decir, 1,5 puntos extra a la propuesta del Gobierno) para que sea destinado exclusivamente a solidaridad. Se trata de un piso: el margen para negociar puede llegar un poco más allá, pues en la propuesta paralela que está trabajando la bancada de diputados del PPD con sus pares del Partido Socialista y del Partido Radical se propone llegar a una cotización extra del 6%.

En relación con la equidad de género, el partido que lidera Muñoz puso como mínimos extender el actual subsidio al empleo de la mujer para que pueda utilizarse después de los 60 años, e incorporar “un mecanismo de compensación” por la mayor expectativa de vida, incluyendo un incentivo al retiro laboral a los 65 años. Además, piden extender el acceso a los beneficios de la sala cuna durante los periodos de desempleo y establecer un bono de cotizaciones previsionales para las personas que cuidan a un familiar enfermo, tarea que principalmente hacen mujeres. 

“Creemos firmemente en la equidad de género como componente fundamental e irrenunciable de la reforma de pensiones. Si eso no está, nosotros no vamos a estar apoyándola”, dijo el excanciller.  

La propuesta del PPD habla también de revisar las Tabla de Mortalidad y ponen sobre la mesa la idea de que parte del 1,5% de cotización extra que proponen sea utilizado para un seguro de longevidad.

El texto cierra con la necesidad de mejorar el recién propuesto Consejo Administrativo de los Seguros Sociales (CASS), que se aprobó hace dos semanas en la Comisión del Trabajo de la Cámara y sobre el cual el diputado PPD Tucapel Jiménez se abstuvo. Argumentan que tal como está es una “entidad pública débil” y se debe garantizar su independencia a través de “un gobierno corporativo representativo y técnicamente idóneo”.