La nueva estrategia del Gobierno en el debate por las horas laborales
La Moneda trabajará con los parlamentarios oficialistas en la indicación que aporta flexibilidad a la jornada laboral. Buscan derribar la propuesta del Partido Comunista.
El enfrentamiento entre los proyectos de “flexibilidad laboral” del Ejecutivo y el de “40 horas” que presentaron las diputadas comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola se transformó en una piedra en el zapato para La Moneda. La razón es que las discusiones más tensas no se dieron entre oficialismo y oposición, sino que en el corazón de la coalición de Gobierno.
Al menos dos factores agitaron las aguas en Chile Vamos: las posturas disímiles que expresaron los dirigentes del bloque sobre el tema, que incluyó el apoyo público de algunos parlamentarios de RN a la inciativa de Vallejo y la molestia de Evópoli por los cambios al proyecto original, y el consenso en torno a que la bajada comunicacional que hizo el Gobierno en un principio fue errónea. De hecho, la situación motivó la presencia del propio Presidente Sebastián Piñera en el Comité Político ampliado de este lunes, quien explicó los detalles de la iniciativa presentada, llamó al orden a los suyos y pidió unidad del conglomerado en este tema.
Una solicitud que tuvo un primer efecto, al menos frente a las cámaras de televisión, pues a la salida de la reunión los timoneles de Chile Vamos dieron un punto de prensa en conjunto para dar una señal, tras las críticas cruzadas de los últimos días.
Así, junto al ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg, y el subsecretario de esa cartera, Fernando Arab, el Mandatario contestó en la reunión las inquietudes de los presidentes de partidos, secretarios generales y jefes de bancadas. Se entregaron los antecedentes necesarios para “darle un reimpulso a la iniciativa”, acompañado de sustento técnico y cifras para salir a defender la propuesta y así ganar terreno comunicacional ante el proyecto de las 40 horas.
De hecho, según fuentes consultadas por PAUTA, el secretario de Estado les envió a cada uno de los presentes la indicación que la cartera ingresará esta semana en el Senado y que fijaría una jornada laboral promedio de 41 horas semanales.
La idea, como aseguraron, es que ahora cada partido pueda revisar el documento en .pdf y que, en un breve plazo, hagan llegar sus observaciones para así, posiblemente, hacer algunas modificaciones. Esta medida descomprimió en parte los ánimos y las críticas, en especial las que surgieron desde la tienda que lidera Hernán Larraín Matte.
A esto se suma la invitación que realizó Monckeberg a los senadores y los diputados de Chile Vamos para la tarde noche de este lunes, a quienes ofrecerá una cena en su casa para conversar los alcances y la estrategia que viene en la tramitación del proyecto.
De este modo, desde La Moneda subrayaron que la premisa es que, a pesar de las “peleas internas”, pueden llegar a consensos. Y así lo aseguró la vocera Cecilia Pérez: “Los últimos días tuvimos unos ruidos por parte de los partidos de nuestra coalición y qué importante es que, a pesar de que podamos tener diferencias, cuando se trata de trabajar por el país nos reunimos. Y la unidad existe. Eso es lo que se ha visto demostrado hoy día. Eso es lo que como Gobierno valoramos”.
“Gesto de unidad”
El Comité Político ampliado de esta semana duró una hora más de lo común. A ratos la conversación fue tensa, según algunos presentes, en especial entre RN y Evópoli. Sin embargo, al final de la cita salieron los tres timoneles juntos a respaldar la iniciativa de “flexibilidad laboral”, recalcando que “es muy superior” a la presentada por las representantes del PC.
“Hay consenso en los tres partidos de que el proyecto del PC es un muy mal proyecto. Hemos pedido al Ministerio del Trabajo que nos entreguen los estudios donde se acredita que con ese proyecto se pierden cerca de 300 mil puestos de empleo […] Nos hemos comprometido para conversar esto con nuestras respectivas bancadas, de manera de no permitir que se aprueben leyes que no son constitucionales”, dijo la timonel gremialista, Jacqueline van Rysselberghe.
La senadora hizo clara alusión a aquellos sectores del bloque donde aparecieron voces de RN respaldando la iniciativa de Vallejo y Cariola. Desde dicho partido, su presidente, el diputado Mario Desbordes, recalcó que ninguno de sus pares se desmarcará. “Los parlamentarios de Chile Vamos apoyaremos el proyecto, porque se van a convencer todos, sobre todo cuando conozcan la indicación, que es lo mejor y que es el mejor proyecto en términos laborales”, insistió.
Por otra parte, el timonel de Evópoli, Hernán Larraín Matte, explicó que quedaron conformes con las explicaciones que dieron desde el gabinete. Esto, considerando que desde su tienda habían pedido que se retornara al proyecto inicial y no incorporar una reducción de jornada. Para ellos, lo principal era que se fortaleciera la flexibilidad, más allá de si esto implicaba o no mantener una jornada promedio de 45 horas.
“El Presidente Piñera explicó el proyecto de ley del Gobierno, detalló sus objetivos e instrumentos y lo importante es que en esta reunión lo que logramos fueron tres acuerdos y lo que nos importa es lo que viene a continuación. La señal de unidad, el proyecto conjunto y el acordar un proyecto de ley que sea pro-trabajadores y no que les afecte”, manifestó Larraín Matte.
Flexibilidad y gradualidad
Ante el amplio respaldo que ha tenido la iniciativa de las parlamentarias comunistas, el Ejecutivo ha visto cómo se les puso cuesta arriba sacar adelante su propio proyecto. Por eso, comentan en Chile Vamos, era imperante alinear a su sector y a reforzar la ofensiva comunicacional basándose en lo que dicen sus expertos.
Bajo esa lógica, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, indicó que “la clave acá es flexibilidad y gradualidad. Un proyecto que busca de golpe reducir de 45 a 40 horas con más de un 11% de aumento de los costos laborales, en las estimaciones el efecto estaría en torno a los 250 mil empleos que se perderían”.
De nada sirve, complementó el ministro Monckeberg, trabajar menos, producir menos y que bajen sueldos. “Lo que nosotros queremos es crear las herramientas para que el trabajar pueda acordar con su empleador, la jornada más compatible con su vida, que la empresa mantenga productividad y que el país progrese”, planteó.
Estos argumentos fueron rechazados desde la oposición. La principal promotora de la medida, la diputada Vallejo, acusó a la La Moneda de querer instalar “esta política del miedo, del terror, para hacer perder apoyo ciudadano” a la propuesta.
De hecho, como arremetida a la jugada del Gobierno, desde el bloque opositor anunciaron que le introducirán indicaciones a la iniciativa de 40 horas para que la disminución sea gradual, como confirmó a PAUTA la presidenta de la Comisión de Trabajo de la Cámara, Gael Yeomans (CS).