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¿Cuántos años de gradualidad?: el otro nudo del Gobierno en el debate por las horas laborales

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Ministro Monckeberg conversando con los diputados de Chile Vamos. Agencia Uno
POR Maria Catalina |

La flexibilidad laboral podría entrar en régimen en seis u ocho años, según distintos cálculos en Chile Vamos.

La tarea de alinear a Chile Vamos en torno al proyecto de flexibilidad laboral que propuso el Gobierno, no ha sido fácil para el ministro del Trabajo, Nicolás Monckeberg. Luego de que algunos se plegaran a la propuesta de las “40 horas” de las diputadas comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola, y otros reprocharan las indicaciones que se quieren hacer a la iniciativa, el propio Presidente Sebastián Piñera debió reforzar la ofensiva y establecer un discurso en común para defender su propuesta que reduciría la jornada laboral semanal de 45 a 41 horas promedio. 

Sin embargo, y pese al despliegue que el secretario de Estado realizó, aún queda “harto paño por cortar”, dicen, desde la coalición oficialista: ahora hay que debatir en torno a cómo se introduce la “gradualidad” y “flexibilidad” que va a otorgar la propuesta.

De hecho, el número mágico de a cuántos años será la gradualidad es un tema que genera dudas y que aún no está zanjado con Chile Vamos. En el Ejecutivo se ha evaluado que la reducción de la jornada laboral sea a siete u ocho años, mirando en especial a las empresas de menor tamaño. En RN dicen que debería ser máximo a seis años; en la UDI proponen que ese periodo sea el piso, no el techo de la propuesta. “No debiera ser menos de seis años”, comentó a este medio la timonel gremialista, Jacqueline van Rysselberghe.

En Evópoli, incluso, la discusión va un poco más alla y se pide que la gradualidad esté condicionada al crecimiento económico. Así lo explicó en Pauta Final el presidente de esa tienda, Hernán Larraín Matte. 

“La gradualidad es un factor. La cantidad de años es clave, pero también el crecimiento económico real y las expectativas del crecimiento […] ¿Qué pasa si tenemos bajas tasas de crecimiento? ¿Vamos a seguir con la misma gradualidad? Yo creo que podríamos tener mecanismos vinculados al crecimiento. Si hay alto crecimiento, podemos mantener las tasas de gradualidad, pero si hay bajo crecimiento también podríamos reducirlas”, agregó. 

Revise la entrevista completa con Hernán Larraín Matte:

La gradualidad opositora

Pero este debate tiene un factor más que están mirando con atención desde el oficialismo, pues podría convertirse en un nuevo flanco comunicacional para el Gobierno. En la oposición, la bancada transversal por las “40 horas” está afinando sus indicaciones al proyecto de Vallejo y Cariola –que está en la Comisión de Trabajo a la espera de la votación en particular– con la idea de agregarle gradualidad a la propuesta y rebatir a varios de los argumentos que hoy defiende Chile Vamos en el proyecto de La Moneda.

“Debemos abrirnos a buscar fórmulas, donde los trabajadores puedan concentrar las horas en un determinado día para aprovechar sus horas libres y no ser tan rígidos en que debe ser una hora diaria menos. Los chilenos esperan que rompamos el gallito con el proyecto del Gobierno. Necesitamos que vean a la oposición como sinónimos de cambios que se traduzcan en realidades para los trabajadores”, dijo el diputado DC y miembro de la Comisión de Trabajo Gabriel Silber.

El grupo tranversal por las “40 horas” lo componen 39 diputados desde la DC al Frente Amplio (FA), y entre ellos también no hay consenso sobre la gradualidad. Algunos parlamentarios han hablado de tres años y otros, de cinco años. Además, queda la duda de si la propuesta sería para todas las empresas o habría alguna consideración especial para las pymes.

De todas maneras, esos plazos preliminares fueron rechazados por el ministro Nicolás Monckeberg, quien en conversación con Primera Pauta aseguró que “tres años de gradualidad es definitivamente poco”

“Tiene que ser una gradualidad que garantice que ningún empleo se vea afectado. Nuestra propuesta definitavemente fomenta el empleo, protege el empleo”, dijo. 

Sin embargo, el titular de Trabajo fue cauto en dar más detalles y evitó “casarse” con una fórmula de años y excepciones, mientras sigan las conversaciones con el oficialismo para ajustar la redacción de la indicación comprometida por el Ejecutivo la semana pasada. “No le voy a dar un cifra ahora, pero tiene que ir muy empalmada de lo que es el incremento [productivo]”, señaló. 

-Ministro, ¿le gustan seis años o un poco más?

“No voy hablar de cifras, pero le puedo decir que la gradualidad va a ser toda la necesaria para no afectar ningún empleo, particularmente a las pequeñas y medianas empresas. Estamos subiendo la cotización a un 4% adicional a cargo del empleador y eso se está haciendo con gradualidad a ocho años, precisamente para no afectar el empleo. Hay que ser tremendamente cuidadosos. No se puede pretender mejorar la calidad de vida del trabajador poniendo en riesgo su fuente de trabajo y nuestra reforma protege el empleo, genera empleo”.

Los detalles de la flexibilidad bajo la lupa

Mientras en la UDI y RN parece haber mayor cercanía en torno a que la reducción horaria a 41 horas semanales promedio con una gradualidad cercana a los seis años, en Evópoli esa fórmula no los convence del todo. Por eso, el economista Ignacio Briones, militante del partido que lidera Hernán Larraín Matte, se reunió la tarde del martes con el ministro Monckeberg.

Desde aquella tienda han insistido en que quieren más detalles, estudios y evidencia de los efectos que tendrían los cambios que quiere ingresarle el Ejecutivo a su propuesta original de adaptabilidad laboral, la misma que este martes le pusieron suma urgencia para destrabar su tramitación en la Comisión de Trabajo del Senado. 

“Tenemos que hacer cambios de forma unitaria con el Gobierno. Evópoli quiere formar parte de eso, pero quiere hacerlo con rigor”, agregó Larraín Matte. 

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Trimestral, cuatrimestral, ¿otra?

Otro punto que genera discordia en Chile Vamos son plazos para hacer el promedio y llegar al número de 41 horas que defiende La Moneda. Según lo explicado por el ministro Monckeberg, la propuesta de ellos se mediría de forma trimestral, es decir, el promedio en tres meses no puede superar las 41 horas semanales. 

El jueves pasado el ministro Monckeberg anunció que el Gobierno le ingresaría cambios a su propuesta de adaptabilidad laboral. Créditos: Agencia Uno

En la UDI este cálculo genera dudas. Para  la senadora van Rysselberghe la ponderación podría ser en más tiempo, por ejemplo, que el promedio sea cada cuatro meses para no perjudicar sectores como el turismo y mundo agrícola. “Es parte de lo que tenemos que conversar. Creo que tienen que ser cambios de manera cuidadosa. Acá los cambios tienen que ser progresivos, porque también son cambios culturales”, dijo la timonel del UDI.

Y agregó: “Nos interesan varias cosas, dentro de las cuales lo más importante, además de que los trabajadores tengan más tiempo para sus familias, es que sigan siendo trabajadores. O sea, que se mantenga el empleo y no se disminuyan los salarios”. 

Desde RN, aseguran que tras la comida que hubo entre el titular de Trabajo y sus parlamentarios, las dudas de los que apoyaban la propuesta de Camila Vallejo se disiparon. Insisten que los ajustes que ingrese el Ejecutivo deben ser “explícitos con detalles, que no generen ambigüedades ni interpretaciones” para no abrir más flancos. 

“Se debe clarificar que las jornadas horarias no se van a modificar en sus máximos de horas diarias y que habrá una ponderación trimestral para la determinación del promedio semanal. La indicación tiene que reemplazar lo que comunicacionalmente generó distintas visiones”, explicó el diputado y jefe de la bancada, Alejandro Santana

“Nosotros tenemos compromiso de apoyar la propuesta. Espero que Evópoli haga lo mismo y apoye la iniciativa del Presidente Piñera”, detalló el diputado, quien junto al timonel Mario Desbordes han liderado las conversaciones de RN con el Gobierno en esta materia.

En el oficialismo comentan que los ajustes sobre flexibilidad y gradualidad deberían ser ingresados una vez que en la Comisión de Trabajo del Senado se vote en general la idea de legislar “sobre modernización laboral para la conciliación, familia e inclusión”, como originalmente se llama la propuesta. Esto incluso podría darse después de la semana distrital, pues ahora en la prioridad de la tabla de esa instancia está el proyecto de ley de Sala Cuna Universal.