Los mineros argentinos esperan un peronismo pragmático
Quien salga electo necesitará de los dólares que la inversión minera pueda atraer al país, lo que pondría al sector en un buen pie para obtener beneficios.
Quien gane las elecciones presidenciales del próximo mes en Argentina tendrá que depender de los exportadores de productos básicos para traer la moneda extranjera que tanto necesita. La industria minera espera que eso les gane algunas concesiones.
Desde que el candidato peronista Alberto Fernández logró una victoria aplastante sobre el presidente Mauricio Macri en unas elecciones primarias en agosto, las reservas de moneda extranjera de Argentina han caído 22%: US$ 14.600 millones han salido del país.
La victoria ha llevado a las compañías mineras que estaban considerando miles de millones de dólares en inversiones en Argentina a pensarlo nuevamente. Quieren claridad sobre si Fernández y su compañera de fórmula, la expresidente Cristina Fernández de Kirchner, recurrirán a las medidas proteccionistas y políticas populistas del pasado.
“Es más que natural que cualquiera que esté considerando una inversión en Argentina se tome un tiempo para pensar”, afirma Gustavo Koch, director ejecutivo de la cámara minera argentina, CAEM. “Las decisiones se retrasarán y no estoy seguro de que sucedan necesariamente después de las elecciones”.
Las compañías extranjeras están monitoreando la situación, según Daniel Meilán, exsecretario de minería de Macri, y Rolando Dávila, secretario general de la cámara de comercio de Chile y Argentina. Ambos dijeron que están sirviendo como asesores de compañías que declinaron nombrar.
“Es una pena, pero esto parece otro revés para el sector minero en Argentina y la pregunta es cuánto durará y qué tan grande será ese revés”, asegura Fiona Mackie, directora de América Latina en la Unidad de Inteligencia El Economista. “Incluso si Fernández quiere implementar una política relativamente pragmática y centrada, existe un gran riesgo de que no veamos la estabilización macroeconómica por unos años más”.
El domingo pasado, el gobierno de Macri anunció controles de capital para detener la caída de las reservas de divisas, dentro de los que se incluyen restricciones a la distribución de beneficios en el extranjero y la compra de dólares. Pero ya ha habido una reacción en la agricultura, el principal sector exportador de Argentina. Entre otras estrategias, los agricultores están plantando más soja en lugar de maíz, porque requiere menos inversión.
Meilán dice que quien sea presidente necesitará apoyar el crecimiento minero en Argentina para ayudar a reconstruir la economía del país. “Argentina no tiene alternativa”, dijo Meilán en una entrevista en Santiago, Chile. “Necesita exportar y necesita dólares para volver. Eso es cierto para Macri y es cierto para Fernández”.
Las gigantes mineras Glencore Plc., Newmont Goldcorp Corp. y Yamana Gold Inc. están realizando estudios iniciales sobre un plan para desarrollar conjuntamente el depósito de oro y cobre Agua Rica en el noroeste del país. En marzo, el gobierno dijo que una decisión de inversión podría darse unos meses. Las compañías planean presentar un estudio de factibilidad en el plazo de un año, dijo Yamana el martes en una respuesta por correo electrónico a preguntas. Newmont Goldcorp y Glencore declinaron hacer comentarios.
Yamana no espera que los controles de capital tengan un impacto significativo en el negocio, ya que el proyecto está a años de entrar en producción, según el comunicado. A la compañía no le gusta la imposición de controles de divisas, pero confía en que es una medida a corto plazo y que puede manejarla.
Revisión de reglas
Barrick Gold Corp., que opera la mina de oro Veladero, dijo en un correo electrónico que está revisando las nuevas reglas y que espera poder trabajar dentro de las regulaciones según sea necesario. “La situación política de Argentina en este momento es dinámica”, dijo la compañía. “Si bien siempre apoyamos a nuestros países anfitriones, no nos involucramos en política”.
Fernández no ha hecho público un programa económico para su presidencia. Aunque se considera más moderado que Fernández de Kirchner, su retórica se ha vuelto cada vez más combativa, diciendo que no está dispuesto a apoyar las medidas de emergencia del gobierno para contener la creciente volatilidad.
El candidato peronista dijo a unos cincuenta funcionarios de compañías mineras en una reunión privada en Buenos Aires el mes pasado que Argentina necesita producir y exportar minerales como una forma de que las divisas fluyan hacia el país, según una presentación sobre la reunión realizada por la encuestadora Poliarquía y vista por Bloomberg.
Fernández no hizo promesas, pero pidió a los mineros que lo vean como un aliado, diciendo que no será un obstáculo para la actividad minera, según el documento. Un vocero de Fernández no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios. El documento, dirigido a ejecutivos mineros que no asistieron a la reunión, incluyó una nota de advertencia.
“No hay certeza de que lo que dijo en esa reunión sea lo que realmente sucederá”, señalaba la presentación de Poliarquía. “Todo lo que escucharon los representantes mineros fue dicho por un político, un argentino y un peronista que está a punto de ganar las próximas elecciones”.