La crisis argentina amenaza la competitividad de la carne uruguaya
La inestabilidad política trasandina ha propiciado la caída de su moneda, lo que vuelve más barato su ganado y dificulta la pista para sus competidores.
La moneda débil y un ganado barato convertirán a Argentina en un firme competidor de Uruguay en los mercados mundiales de carne de vacuno hasta finales del próximo año, según un alto ejecutivo de la industria.
Los ganaderos y frigoríficos uruguayos, lastrados por el peso de los altos costos de la energía y de la mano de obra así como de la escasez de ganado, han respondido elevando la productividad, dijo Daniel de Mattos, gerente general de Breeders & Packers Uruguay, un negocio de NH Foods Ltd.
“Uruguay se está volviendo competitivo en un entorno difícil de altos costos y menor disponibilidad de ganado, mientras que Argentina y, en cierta medida, Brasil, están explotando el tipo de cambio”, dijo De Mattos en una entrevista en la planta de la compañía en el departamento de Durazno.
El incremento de la productividad debería dar a Uruguay una ventaja en precio y calidad cuando Argentina pierda su ventaja cambiaria, manifestó. El peso argentino ha perdido el 34% de su valor frente al dólar estadounidense este año en medio de una crisis de confianza provocada por la perspectiva de una vuelta al proteccionismo. El peso uruguayo ha caído un 12%.
La carne de vacuno es la principal exportación de Uruguay por valor, con envíos que crecieron un 6% a US$ 1.270 millones hasta mediados de septiembre, aunque los volúmenes apenas han aumentado. El stock de ganado cayó a un mínimo de ocho años a algo menos de 11,2 millones de cabezas a finales de junio, después de años de aumentos de matanzas y el envío de cientos de miles de animales en pie a los frigoríficos de Oriente Medio desde 2015.
Escasez de ganado
De Mattos cree que el stock ganadero podría aumentar hasta 12,5 millones de cabezas en cinco años si los ganaderos logran reducir los costos y aumentar el número de terneros. Uruguay tiene la oportunidad no solo de reponer su stock de ganado, sino también de aumentar el porcentaje de animales destinados a los frigoríficos o exportación en pie hasta el 28% del volumen, de casi el 24% actual, señaló.
La falta de ganado apto para faena no ha impedido que Uruguay aproveche la demanda china de carne vacuna sudamericana después de que un brote de la fiebre porcina africana diezmara el volumen de cerdos. China ha comprado el 64% de las más de 338.000 toneladas métricas de carne de res por peso en canal que Uruguay envió al extranjero en lo que va de año, un aumento del 49% respecto al mismo período de 2018, según datos recabados por la Agencia Nacional de la Carne.
China probablemente será un importante comprador de carne uruguaya de vacuno a buenos precios hasta al menos 2023, dijo De Mattos, quien gestiona la segunda planta empacadora de carne del país por sacrificios.
Uruguay ha comercializado su carne durante mucho tiempo como un producto libre de hormonas, con trazabilidad y engordada en gran medida a pastos en extensas pasturas que también sirven como sumidero de carbono. De Mattos cree que el Gobierno y la industria cárnica deberían ser más dinámicos en la promoción de Uruguay como productor sostenible ante las protestas internacionales por los incendios forestales en la Amazonia.
“No tenemos que quemar ningún árbol para producir ganado”, señaló. “En cualquier pastizal nativo de Uruguay hay más de 200 cabezas”.