El tropiezo de la oposición en su libelo contra Cubillos
Tras el rechazo de la acusación constitucional, desde el FA a la DC hicieron un duro balance de la derrota. Las críticas apuntan a los descolgados y al papel de los independientes, que fueron clave para el triunfo de Cubillos.
Gritos, aplausos, risas y felicitaciones varias. El ánimo en el oficialismo era de felicidad absoluta tras el rechazo de la acusación constitucional contra la ministra de Educación, Marcela Cubillos. La celebración partió en la Sala, en el mismo minuto que se dió el resultado de la votación del libelo:77 votos en contra -incluido cinco de oposición-, 73 a favor y dos abstenciones.
Incluso, en medio de los abrazos, la secretaria de Estado recibió la llamada del Presidente Sebastián Piñera, quien la invitó a comer el fin de semana y la felicitó por el triunfo que, a esa hora en Chile Vamos, era calificado como “rotundo”. Luego Cubillos se trasladó hasta la oficina de la Secretaria General de la Presidencia (Segpres), a un costado del hemiciclo de la Cámara de Diputados, hasta donde llegaron para saludarla senadores oficialistas, ministros y la timonel UDI, Jacqueline van Rysselberghe.
Aprecio y agradezco a mayoría de diputados q rechazaron #AcusaciónConstitucional contra ministra @mcubillossigall, q nunca tuvo fundamento jurídico alguno. Ahora ministra a concentrar todo su esfuerzo y compromiso en mejorar la calidad de la educación de nuestros niños y jóvenes.
— Sebastian Piñera (@sebastianpinera) October 1, 2019
A pocos metros de distancia, entre los pasillos y la oficina del comité del Partido Socialista, la situación era absolutamente contraria. Los ánimos de los principales impulsores del libelo estaban en el suelo, pocos querían hablar y con justa razón. La ministra ganó, en la práctica, con el apoyo de siete parlamentarios de oposición, lejos de sus pronósticos: a los votos de Pepe Auth (IND- PR), Pedro Velásquez (IND- FRSV); Karim Bianchi (IND-PR); Matías Walker (DC) y Jorge Sabag (DC), se sumaron las abstenciones de René Alinco (IND) y de Patricio Rosas (ex PS), quienes terminaron de inclinar el balanza a favor de la secretaria de Estado.
“No hay oposición”
Aunque al menos tres de esos apoyos a Cubillos estaban claros desde temprano, las críticas cruzadas sobre el resultado final no se hicieron esperar. Algunos personeros como la diputada PPD Andrea Parra aseguraron que el bloque opositor “necesitará tiempo para recuperarse de este nuevo fracaso político”. Agregó: “No hay oposición […] Como oposición una vez más hicimos el ridículo”.
En la interna opositora esperaban un resultado más estrecho, más peleado y con menos holgura para la titular de Educación. Por eso, el diagnóstico era similar. “Quedamos igual que antes, con una mayoría que, por culpa de algunos pocos, somos incapaces de ejercer”, comentó a este medio el jefe de bancada de RD, Pablo Vidal.
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Desde la Democracia Cristiana al Frente Amplio se coincidió en que si bien los jefes de bancada mostraron su capacidad de organización, al final del día los “descolgados” siempre harían tambalear la mayoría que, en número, centroizquierda e izquierda sí tienen en el Congreso.
“En todos los momentos difíciles con el Gobierno, en los cuales la oposición quiere juzgar el rol de fiscalizador, de control político o de rechazo de los proyectos emblemáticos del Ejecutivo, el Gobierno siempre cuenta con votos que están al interior de la oposición y que están fuera del control de las bancadas y los partidos. Una muestra clara de ello es que una votación importante de los votos que estuvieron con ellos [Ejecutivo] son independientes”, dijo a PAUTA el jefe de bancada del PS, Manuel Monsalve.
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La desazón era tal que varios pusieron sobre la mesa los efectos que tendrá el fracaso en la relación futura. Algunos, como el timonel del PC, Guillermo Teillier, habían tildado la acusación constitucional como la “prueba de fuego” del bloque.
“Los que creen que van a venir a amenazarnos con pactos electorales para decir cómo tenemos que votar están muy equivocados. Todo lo que sea persuasión bienvenido, pero lo que sean chantajes y amenazas en la DC no lo vamos a aceptar”, respondió Matías Walker a este medio minutos después de rechazar el libelo.
De hecho, el parlamentario aseguró que “acá no se jugaba la unidad de la oposición. La unidad de la oposición tiene que jugarse en torno a propuestas en temas concretos para el país. La unidad de la oposición se puede jugar perfectamente en el proyecto de las 40 horas. Ese sí es un tema ciudadano”.
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Sin embargo, al otro lado de la falange, el diputado Víctor Torres señaló que tras la derrota la centroizquierda sí debe cambiar de “manera radical” la forma en la que se relacionan actualmente. “De esta manera es imposible que tengamos algún sustento para poder dar algún tipo de viabilidad a acuerdos futuros con la oposición”, comentó a PAUTA.
Aunque la DC no fue el voto dirimente, las críticas sí apuntaron al apoyo de Walker y Sabag. Sin embargo, los reproches más duros fueron dirigidos a otros parlamentarios, uno de ellos, el actual vicepresidente de la Cámara, Pepe Auth. “Nosotros tenemos que dejar de creer en el Viejo Pascuero. Todo el rato él ha votado con el Gobierno, así que esta situación no es de extrañarse. Hay que aprender a no hacerse ilusiones ingenuas”, dijo a este medio el diputado humanista Tomás Hirsch.
Incluso el enojo de algunos llegó al punto que solicitaron su renuncia a la mesa de la Corporación.
“Si tiene alguna dignidad política, lo que debiera hacer [Auth] es renunciar a la mesa de la Cámara, porque él ya no nos representa […] no representa a las fuerzas de oposición”, dijo molesto el diputado socialista Jaime Naranjo.
El voto sorpresa
Durante todo el día, el senador RN y esposo de la ministra Cubillos, Andrés Allamand se paseó en la Cámara. Algo nervioso y preocupado por los números, el presidenciable habló en varias oportunidades con el ministro de la Segpres, Gonzalo Blumel y el subsecretario de esa cartera, Claudio Alvarado, quienes desde temprano transmitieron al oficialismo y al ejército de asesores que llegaron al Congreso que los apoyos a Cubillos estaban justos, pero estaban.
Con tres diputados ausentes –Miguel Ángel Calisto (DC) y Fernando Meza (PR) ambos de viaje, y Tucapel Jiménez (PPD), con licencia médica- el quórum de mayoría simple bajó desde 155 a 152 parlamentarios y, con ello, el Gobierno también ajustó sus cálculos. Ya no necesitaba 78, sino que con 76 votos se cumplía el objetivo de salvar a Cubillos.
Sin embargo, fue la votación en torno a la cuestión previa la que dejó con la boca abierta a varios y elevó los ánimos del oficialismo. El empate a 76 votos -72 apoyos de Chile Vamos más Sabag, Auth, P. Velásquez y Alinco- no estaba en los planes de nadie, menos en la oposición donde se esperaba que el planteamiento hecho por la defensa de la ministra, a cargo del abogado Francisco Cox, fuera rechazado por un margen más amplio.
Fue en ese momento que el pesimismo se apoderó de la ex Nueva Mayoría y del Frente Amplio. Se esperaba que la pelea voto a voto se diera en la discusión de fondo de la acusación constitucional y no en la primera parte. Por eso se intensificaron las conversaciones y presiones de lado y lado e incluso, en una medida más extrema, se tanteó la posibilidad de ir a buscar al diputado Jiménez, quien está con licencia médica tras sufrir una complicación cardiaca. Lo que finalmente se desechó.
Después del almuerzo, parte de la oposición apostaba en el peor de los casos a perder con empate, repetir el número 76 y no fracasar por 77 a 73 votos como fue el resultado. En esa ecuación fue clave los parlamentarios Walker y Bianchi que, si bien habían dado señales de su decisión final con anterioridad, alimentaron las ilusiones de algunos al rechazar la cuestión previa.
Sin embargo, la gran sorpresa fue otra. La abstención del diputado Patricio Rosas, quien tras renunciar al PS se sumó como independiente al comité de Revolución Democrática. Desde ese partido del FA aseguraron que no tenían idea del cambio de opinión del parlamentario de la Región de Los Ríos, pues ellos siempre lo contabilizaron como un voto a favor del libelo.
Por eso, su decisión desató la molestia en su expartido y también en la DC y RD. Esperan pedirle este miércoles explicaciones más formales, pues a la hora de hacer el recuento, la abstención se suma al rechazo.
“Es la gran sorpresa, porque el diputado Rosas no tuvo el coraje durante todo el proceso de la acusación constitucional de hacer pública su opinión y mantuvo estricto silencio. Afortunamente él no forma parte del PS y eso es una buena noticia”, expresó Monsalve.
PAUTA conversó con Patricio Rosas, quien aseguró que cambió su voto en la tarde del martes, luego de escuchar el debate en la Sala. “No quiero ser parte de una injusticia. Con una acusación con esos argumentos se le podría haber aplicado a cualquier ministro en el gobierno anterior o a cualquier ministro de éste. Con esa liviandad, creo que no es lo correcto”, explicó.
El esfuerzo en la DC
En el Gobierno decían que los pronósticos habían sido los correctos y la alegría no pudieron disimularla. Incluso, tras el triunfo de Cubillos, varios personeros de la UDI no ocultaron sus ganas de que la actual titular de Educación se convierta en una eventual carta senatorial. “Salió fortalecida, sería una excelente candidata” se escuchó en los pasillos. Consultada por el tema, la ministra respondió sutilmente sin descartar nada. “Nunca he estado en política buscando un cargo ni pensando en ambiciones personales”, dijo.
Luego, flanqueada por sus asesores más cercanos y su abogado Francisco Cox, se retiró, pero con una anécdota más. Hasta el himno nacional entonó junto algunos apoderados antes de abandonar el Congreso pasadas las 21.00 horas.
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A la misma hora, algunos parlamentarios DC cenaban en el piso 14 y hacían su propio balance de la jornada. Aunque Walker y Sabag votaron favor de la titular de Educación y rechazaron el libelo, en la bancada el ánimo era un poco más alentador, pues no fueron el voto dirimente. Incluso, varios de los diputados destacaron “que hicieron el mejor esfuerzo posible”, entre ellos, alinear los votos de Manuel Antonio Matta y Pablo Lorenzini.
“Creo que la DC hizo el máximo esfuerzo en tratar de responder unitariamente a esta acusación constitucional. Diez de 12 parlamentarios votaron a favor y eso traduce dicho esfuerzo. Este resultado final no se focaliza solo en la Democracia Cristiana, por lo tanto, creo que desde esa perspectiva, al menos, hemos cumplido”, señaló Torres.
Una posición similar tuvo Mario Venegas, quien fue el diputado designado por la centroizquierda para defender la acusación constitucional. “Tenemos la tranquilidad de que hemos hecho la pega con seriedad. No siento que hayamos perdido nosotros, en lo personal, creo que quien perdió fue la educación, los niños más pobres de este país, la educación pública”, agregó el parlamentario DC.