Salud mental en tiempos de crisis
Las imágenes y contenidos violentos divulgados a través de las pantallas y redes sociales son algunos de los factores que hoy, en medio de un clima de agitación social, ponen en riesgo la salud de los chilenos.
El 10 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental, que busca año tras año concientizar sobre los riesgos y precauciones que se deben tomar ante cualquier señal de alerta. No obstante, más que la fecha, la consigna para Chile cobra más relevancia que nunca.
Las movilizaciones de cientos de ciudadanos a lo largo del país, que buscan un cambio concreto en temas como pensiones, sueldo mínimo y salud, tienen un impacto directo en varios aspectos de sus vidas, pero parecen tener un puerto más próximo que los otros: la mente.
De acuerdo con las cifras entregadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2017, 844 mil personas padecen depresión y más de un millón, adicional a eso, tenían ansiedad en Chile. Las cifras hoy, sin embargo, están lejos de ser positivas.
La última Encuesta Nacional de Salud (2016-2017) reveló que en Chile el 15,8% de la población mayor de 15 años tiene síntomas depresivos y el 6,2% depresión, por lo cual los recientes eventos a los que se han visto expuestos quienes padecen esta enfermedad, podrían acrecentar sus episodios de crisis.
En ese sentido, la subsecretaria de Salud, Paula Daza, afirmó que este tipo de situaciones pueden provocar un aumento en la ansiedad y angustia, por lo que mantener un ambiente seguro es un elemento clave para reducir el impacto de estas jornadas.
Escuche aquí la entrevista completa con la subsecretaria de Salud, Paula Daza:
“Lo primero que se debe hacer es mantener la seguridad en la familia, no solo en cuanto a lo físico, sino que también en lo armonioso. Hay que mantenerse comunicados, porque la soledad tiende a producir más angustia”, afirma.
Sobrexposición como piedra inicial
Desde el viernes 18 de octubre, las pantallas y redes sociales han estado plagadas de imágenes con cientos de personas caminando, realizando manifestaciones a través de bailes y cánticos, e incluso gritando frases que exigen un cambio a través de la vía pacífica.
Sin embargo, los episodios de violencia, saqueos, ataques incendiarios y enfrentamientos con las FF.AA. y Carabineros han tomado un alto protagonismo. El Gobierno ha reiterado la palabra “delincuentes”.
Esto ha significado una serie de críticas por parte de los ciudadanos que, según Héctor Carvacho, investigador de la Escuela de Psicología UC, podría explicarse porque, en algunos casos, la gente siente que no tiene nada que perder. “Si es que tú te sientes oprimido, si sientes que las condiciones en que vives son tan terribles, estás dispuesto a radicalizar tus acciones”.
Escuche aquí la entrevista completa con Héctor Carvacho:
En esa misma línea, la psicóloga UC Candice Fisher atribuye este tipo de comportamientos al estado de paranoia y miedo que podría vivir gran parte de la población. “En general, lo que pasa en redes sociales es que la gente empieza a recibir muchas imágenes y videos, y uno empieza a sentir que la persona que piensa diferente, se transforma en alguien amenazante, en un enemigo”.
Las claves para aminorar las secuelas
Para la subsecretaria de Salud, los menores que se exponen a estas situaciones “tienden a ver esto de una manera más dramática”, por lo que impedir una sobrexposición a las noticias y “estar atentos a las preguntas y temores que ellos tienen” es primordial.
Revise aquí el Plan Nacional de Salud Mental 2017-2025
Mireya Sepúlveda, sicóloga infanto-juvenil de la Clínica Alemana, asegura que en momentos como los que vive actualmente el Chile algunas de las medidas más importantes que los padres deben tomar es estar disponibles emocionalmente para sus hijos: “Cuando uno está en situaciones de crisis a lo primero que apela es a los vínculos significativos, entonces la sola presencia física a un niño y a un joven lo calma”.
Junto con eso, Sepúlveda afirma que se deben ofrecer espacios de recreación, compañía en las manifestaciones pacíficas y respuestas concretas a sus inquietudes, dejando los temas profundos para una segunda fase. “Estos niños van a ser los adultos del mañana, y si algo hemos aprendido es que tenemos que trabajar en los valores, empatía y justicia social”.
Escuche aquí la entrevista completa con Mireya Sepúlveda: