Crisis social 2019: el nuevo gabinete económico
Por qué salen las autoridades, quiénes llegan y cuáles son las nuevas prioridades en los ministerios de Hacienda, Economía y Trabajo.
Hacienda
¿Por qué se va?
Aunque en el Gobierno dicen que el verdadero ministro de Hacienda fue (y seguirá siendo) el propio Presidente Sebastián Piñera, en sus 596 días a cargo de esa cartera Felipe Larraín (Indep.) encarnó una conducción económica centrada en resaltar los avances del Gobierno y su contraste con la administración anterior. Con amplio conocimiento del rol que cumplía al “repetirse el plato” del período presidencial 2010-2014, el economista impulsó mejor que nadie el sello “tiempos mejores”, pero incluso desde las filas oficialistas cuestionan que no supo hacer el giro cuando comenzó a nublarse el horizonte económico, con lo que el Gobierno quedó atrapado en un “exitismo” desconectado de la percepción ciudadana.
Su carácter técnico, que había sido cuestionado en abril de 2018 debido al uso de recursos fiscales para un viaje a Boston, sufrió otros embates con los cuestionamientos al aporte al crecimiento de la Reforma Tributaria (0,6% anual, calificado de excesivo por economistas como Vittorio Corbo y Rodrigo Vergara), la insistencia en la intregración impositiva que sigue siendo resistida por la oposición y el inédito uso de parte de los recursos de una ley en trámite (la Reforma Tributaria) como ingresos en el Presupuesto 2020.
Sus dichos sobre que los”románticos” podrían comprar flores ahora que estaban más baratas fue incluida entre las frases desafortunadas de las autoridades previas a la crisis.
Aunque Felipe Larraín se enfocó en impulsar dos de las iniciativas estrella del Gobierno (las reformas tributaria y de pensiones), a su haber también tiene la creación de un Consejo Fiscal Autonómo, que es un logro importante en materia de transparencia fiscal; la reforma a la ley de bancos que venía de la administración anterior y el envío al Congreso de un proyecto para hacer posible la portabilidad de créditos entre bancos, medida absolutamente necesaria para empoderar a los consumidores financieros. Su salida consolida el fin de un dogma que ya había sido derribado en la administración de Michelle Bachelet II (con las salidas de Alberto Arenas y de Rodrigo Valdés): que los ministros de Hacienda acompañan a los Presidentes durante todo su mandato.
¿Quién llega?
Ignacio Briones (46 años, Evópoli) no es un rostro desconocido en Hacienda: fue coordinador de Finanzas Internacionales entre 2010 y 2013, por lo que conoce el funcionamiento del mundo financiero, y ese último año del primer gobierno del Presidente Piñera se desempeñó como embajador ante la OCDE. Esto le permite tener una visión general del rol que debe cumplir, tanto dentro como fuera de Chile. Además, el hasta ahora decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez y presidente de Horizontal (el centro de estudios de la derecha liberal), ha tejido redes en el mundo académico tanto dentro como fuera de Chile.
Como director de Codelco, se ha acercado a las dinámicas del mundo empresarial. Quienes lo conocen destacan su carácter tranquilo y dialogante, su sencillez y su gran preparación técnica. Sus debilidades están en la falta de una relación directa con el Presidente y sus menores redes políticas y empresariales.
Principales prioridades
En Hacienda la principal prioridad es aprobar el Presupuesto 2020, considerando que, según lo establecido por la Constitución, el plazo máximo para que el Congreso lo despache vence el martes 26 de noviembre. Si en períodos normales la discusión del erario se estresa en noviembre, cuando ya comienzan las votaciones de las Salas de la Cámara y el Senado, la dificultad de liderar esa discusión para un ministro recién asumido y en medio de una crisis social es mayúscula.
Contener las presiones de mayor gasto público será la primera vara con que el mercado medirá al nuevo ministro. Con igual centralidad, porque como se resuelve este nudo influye en la discusión presupuestaria, es qué ocurrirá con las reformas tributaria y de pensiones. En la oposición y también en algunos sectores del oficialismo es claro que reintegrar el sistema impositivo pasó a ser inviable; y que elevar las pensiones de los grupos vulnerables en enero de 2020 (como propuso el Presidente) exige desglosar esas medidas de la reforma de pensiones. Hasta ahora, el Gobierno se ha resistido a esos ajustes.
Complementariamente, el nuevo ministro de Hacienda necesita en forma urgente posicionarse tanto dentro del gabinete como de cara a la ciudadanía, dejando de lado los terrenos académicos en los que ha estado.
Economía, Fomento y Turismo
¿Por qué se va?
Es segunda vez que Juan Andrés Fontaine (independiente cercano a la UDI) deja de ser ministro de Economía y las razones podrían ser prácticamente las mismas en ambas oportunidades. La única diferencia es que en el primer gobierno piñerista el economista estuvo 13 meses en Economía y ahora fue nombrado primero en Obras Públicas y asumió en Economía recién en junio pasado.
Aunque ha sido parte de de los comandos económicos de varios candidatos y precandidatos presidenciales de centroderecha (entre ellos Hernán Büchi, José Piñera, Joaquín Lavín, Andrés Allamand y Sebastián Piñera), su perfil siempre ha sido técnico. En la política actual, eso se transformó en una importante falencia.
En julio de 2011 fue reemplazado en el cargo por el entonces senador Pablo Longueira en medio de la demanda del oficialismo por reemplazar “el gobierno de los gerentes” por uno más sintonizado con la gente. La misma demanda fuerza ahora su reemplazo, aunque la presión vino desde las manifestaciones ciudadanas y se encarnó en su frase sobre que las personas que se levantaran más temprano accederían a una menor tarifa en el metro. Aunque ofreció disculpas en forma reiterada, también pesó el objetivo del Presidente de tener caras nuevas y más jóvenes, con mejor percepción ciudadana.
En su breve paso por Economía, su gestión fue más bien de continuidad con las decisiones de su antecesor. Aunque logró elaborar un plan de reimpulso económico con medidas para hacer frente a la desaceleración en el crecimiento, lo presentó el mismo día en que el Presidente anunció el Presupuesto 2020 en cadena nacional, lo que afectó su visibilización.
¿Quién llega?
En su cuenta en Twitter (@LucasPalaciosC) pone un poema suyo y unas frases de Bad Bunny, el regatonero del momento. Allí Lucas Palacios (UDI) se presenta como “padre de 4 hijos, ingeniero comercial y poeta”. Este último atributo también fue destacado por el Presidente Piñera al presentarlo como nuevo titular de Economía, aunque agregó que también le gustaba la música y citó su trayectoria como concejal de Puente Alto, asesor de la Dirección de Presupuestos, secretario ejecutivo de la Asociación de Municipios de la Precordillera y subsecretario de Obras Públicas.
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No dijo que también fue director de TVN, vicerrector económico en la Universidad del Desarrollo y jefe logístico y territorial de su última campaña presidencial, cargo estratégico al que accedió desde su rol en Avanza Chile, la fundación creada para cuidar el legado del primer gobierno piñerista. Es de los pocos en el gabinete que combina cercanía con el Mandatario, vocación por el trabajo en terreno y no rehúye los conflictos. Muestra de esto último fue su rol negociando con los camioneros para que bajaran el bloqueo de autopistas en la protesta por los precios del TAG. “Cercano, horizontal y full motivado”, dice alguien que trabajó con él en el MOP, donde se leyó su nombramiento como “un premio al esfuerzo”.
Principales prioridades
En Economía se lanzó el jueves 24 el plan Levantemos tu Pyme para ir en apoyo de los negocios afectados por hechos de violencia en medio del estallido social o que hayan tenido problemas para funcionar, cuya primera etapa es un catastro de los afectados en la web.
Conducir a buen puerto esos esfuerzos y liderar el trabajo que Corfo, Sercotec y la Subsecretaría de Turismo están haciendo para apoyar a los emprendedores es la más urgente misión del nuevo ministro. Más adelante queda cómo se resuelve el foco de un ministerio que se ha enfocado en darle eficiencia a la burocracia estatal (con entidades como GPS, OPEN y Super) y las necesidades del futuro Censo 2020 y la postergada modernización del INE.
Trabajo y Previsión Social
¿Por qué se va?
La cuenta contra la cual giraba Nicolás Monckeberg (su cercanía con el Presidente, su visibilidad como el único RN en reformas importantes, su capacidad política luego de sus 15 años como diputado) terminó por agotarse. El detonante fue el errático manejo político y comunicacional de un tema que se clavó como espina en la agenda legislativa y que el oficialismo aún no logra controlar: el proyecto de las diputadas comunistas Camila Vallejo y Karol Cariola que rebaja la jornada laboral a 40 horas. Tanto desde el Gobierno como en sectores oficialistas responsabilizan a Monckeberg de no haber logrado frenar esa iniciativa ni posicionar las ventajas del proyecto del Ejecutivo sobre flexibilidad horaria.
El pantano en el que entró el Gobierno en este tema desdibujó algunos avances logrados en la reforma de pensiones, que aunque no fueron del gusto de la derecha (aún pesa la creación de un ente público para administrar el ahorro adicional) se entendieron como la moneda de cambio para avanzar, habida cuenta que el proyecto de Sala Cuna aún está en discusión y el estatuto para jóvenes quedó reducido a un simple artículo.
A ello se suma la dificultad para construir equipos y cierta improvisación en sus salidas comunicacionales, con anuncios que no se cumplían.
¿Quién llega?
La exsubsecretaria de Previsión Social María José Zaldívar ha llevado todo el peso de la Reforma Previsional en el Congreso, por lo que no sorprende su nombramiento. Experta en temas de seguridad social, empática y dialogante; su mayor activo es el respeto político y técnico que ha cosechado entre sus contrapartes técnicas y también transversalmente en el Congreso. Desde el oficialismo y la oposición aprecian en Zaldívar (44, Indep.) su carácter calmo y respetuoso, que a la vez genera respeto. La abogada, máster en derecho y licenciada en historia, tiene como primera prioridad el cuidado de sus cuatro hijos, aún pequeños. Está bien valorada en círculos DC como fiel representante de los principios que encarnó su padre, el fallecido exsenador Adolfo Zaldívar (quien fue expulsado de la DC durante la gestión de Soledad Alvear en ese partido), y ha cultivado buenas relaciones con el mundo sindical a raíz de numerosas instancias en que ha participado relativas a salud y seguridad en el trabajo.
Cuenta con toda la confianza del Presidente y del “cerebro” de la reforma previsional, el asesor presidencial Augusto Iglesias, con quien creó un firme vínculo en el anterior gobierno piñerista cuando él era subsecretario de Previsión Social y ella superintendenta de Seguridad Social. Sus déficits en asuntos políticos y temas laborales requerirán del apoyo del subsecretario del Trabajo, Fernando Arab, y del asesor jurídico histórico de esa cartera, Francisco del Río, ambos con muchos lazos en el Congreso.
Principales prioridades
El Ministerio del Trabajo siempre es la “papa caliente”, donde los conflictos están a la orden del día. Las demandas de fin de los abusos y mayor equidad tienen expresión relevante en los ámbitos laboral y previsional, de modo que además de las tareas habituales hay allí un tema de alta centralidasd para la nueva ministra.
En materia previsional, además, será necesario seguir maniobrando con inteligencia para llegar a puerto con la reforma y con las medidas especiales que anunció el Presidente. El debate legislativo encaminado a reducir la jornada laboral sigue abierto. Y todo ello en un contexto en que el crecimiento seguirá desacelerándose, por lo que el empleo se verá afectado. En esta cartera no hay prioridades, solo urgencias.