La oposición reaviva el proceso constituyente para enfrentar la crisis social
Tras el acuerdo alcanzado por los presidentes de la Cámara y del Senado, parlamentarios buscan apurar la tramitación de proyectos que faciliten el diseño de una nueva Constitución.
“La solución a la grave crisis que vive el país va a requerir de cambios estructurales”. Con esa determinación el presidente del Senado, Jaime Quintana (PPD), dio cuenta del acuerdo político alcanzado con el titular de la Cámara Baja, Iván Flores (DC), para avanzar en un proceso constituyente de manera coordinada, y así escuchar de manera efectiva las prioridades de la ciudadanía de cara a la redacción de una nueva Constitución.
El “pacto”, que incluye a los presidentes de las comisiones de Constitución de ambas cámaras, Felipe Harboe (PPD) y Matías Walker (DC), respectivamente, se traduce en recurrir a la herramienta que los parlamentarios consideran tener “más a la mano”. “Queremos avanzar para que los más de 200 proyectos ingresados al Congreso puedan tener un destino. La urgencia la ha dado la ciudadanía”, comentó Flores.
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La decisión se fundamenta en que, a juicio de la mayoría de los legisladores de oposición, las medidas anunciadas por el Presidente Sebastián Piñera para dar respuesta a las manifestaciones sociales de las últimas jornadas -que estallaron el pasado 18 de octubre, entre otras cosas, por el alza del pasaje del metro- no son suficientes.
Se determinó, de esta forma, avanzar con prontitud en el proyecto actualmente en discusión en la comisión que preside Walker. Este plantea una reforma al capítulo XV de la Carta Magna para introducir un mecanismo que posibilite el “proceso de una nueva Constitución, participativo, democrático e institucional”.
Entre las opciones que se barajan está el instaurar una Convención Constitucional -como proponía un proyecto ingresado por la expresidenta Michelle Bachelet en 2017 y que ya fue aprobado en general por la comisión- o una Asamblea Constituyente. De acuerdo con lo precisado, de todas maneras, no se descartará ningún mecanismo. Eso sí, como dijo Walker, quieren dar garantías de que “no va a ser el Congreso Nacional el que proponga el texto constitucional a la ciudadanía. Va a ser una instancia, donde haya representantes elegidos por la ciudadanía en forma directa, la que van a proponer el texto final de una nueva Constitución”.
En cuanto a los plazos, el objetivo es despachar esa iniciativa de la Cámara a más tardar a fines de noviembre, para que luego el Senado lo pueda ratificar antes de que termine el año. “Nosotros vamos a aprovechar este enorme deseo de la gente de participar, en canalizarlo a través de una nueva Constitución”, aseguró el presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara Baja.
La urgencia del Senado
Fue en marzo de 2018 que Michelle Bachelet ingresó al Senado un proyecto de reforma a la Constitución, el cual se basaba en un proceso constituyente que inició cuando llegó por segunda vez a La Moneda, en 2014. Chile Vamos cuestionó la iniciativa y en definitiva la tramitación no avanzó.
Una vez que la mesa que lidera Jaime Quintana se posicionó en la Cámara Alta, volvió la inquietud por reavivar la discusión y hoy, ante la crisis profunda que se ha evidenciado, consideran que “todo indica” que sería la fórmula perfecta.
Justamente por eso es que Quintana, Harboe y otros parlamentarios promoverán un proyecto para que el presidente en ejercicio, por una vez durante su mandato, pueda convocar a un plebiscito ante una situación de gravedad (no solo en materia de reforma constitucional). Con esto, se ampliarían los motivos por los cuales se puede recurrir a dicha herramienta, ya que hoy solo se puede utilizar por los municipios y por el presidente cuando hay pugna a raíz de un veto.
“El proceso está en marcha, es bueno que el Gobierno lo sepa. Nos hace bien como país discutir respecto de estos temas que la sociedad ha transmitido […] Nos quedamos cortos con la agenda social del Presidente. Si bien con algunas cosas se avanza, claramente nos quedamos cortos para enfrentar la magnitud de esta crisis”, precisó Quintana.
En forma paralela, y aunque hay acuerdo en recoger el trabajo que haga la Cámara, senadores de todas las bancadas de oposición, entre ellos Yasna Provoste (DC), Guido Girardi (PPD) y Carlos Montes (PS), impulsaron su propio proyecto para que los chilenos decidan si quieren una nueva Constitución y definan cuál es el mejor mecanismo para diseñarla.
Revise acá el proyecto de las bancadas de oposición:
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“Es importante que, ante este llamado tan amplio de la ciudadanía de más participación, tengamos un marco común como sería una nueva Constitución”, destacó la senadora Provoste, mientras Girardi hizo hincapié en que “es posible una oposición unida. Una oposición que se puede unir cuando hay causas mayores y un interés superior, en este caso la demanda de los ciudadanos”.
Mientras el proyecto de Quintana y Harboe sería más bien complementario, el ingresado por el resto de sus pares de oposición “competiría” de forma más directa con el que tramita la Cámara. Sin embargo, como explican desde la Cámara Alta, la idea es presionar desde ambas instancias, avanzar en paralelo y que cuando los proyectos se topen, se puedan refundir.
En esa línea es que los senadores han convocado, para la jornada de este miércoles 30 de octubre, a un diálogo con abogados constitucionalistas y líderes de la sociedad civil “para abordar las distintas alternativas en torno a un cambio constitucional”. Como aseguraron, contará con la participación de los abogados Pablo Ruiz Tagle, decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile; Jaime Bassa, académico de la Universidad de Valparaíso; Sebastián Soto, académico de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC); Emilia Schneider, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, y Benjamín Sáenz, presidente del centro de alumnos de la Facultad de Derecho de la PUC.
La mirada del oficialismo
Para avanzar en reformas de este tipo se requiere de un alto cuórum. Por ejemplo, para reformular el capítulo XV se requieren 2/3 de los parlamentarios en ejercicio, por lo que sí o sí la oposición requiere de los votos del oficialismo.
Por eso es que, a pesar de sostener que el proceso está en marcha, tanto senadores como diputados han instado al Gobierno y a la derecha a sumarse.
El ministro titular de la Segpres, Felipe Ward, dijo que no están de acuerdo con las formas. “El camino es el institucional, eso es lo que le vine a plantear a los presidentes del Congreso. Creo que este edificio existe justamente para eso, para representar los intereses de la ciudadanía y para tomar decisiones en función de lo que ellos han planteado a las personas que se han presentado a las elecciones. Para eso existe el Parlamento, para eso existe la Constitución”, comentó.
A la salida de su primer consejo de gabinete como nuevo ministro del Interior, Gonzalo Blumel, descartó una vía plebiscitaria. “Los plebiscitos no están considerados, lo primero es la agenda social y luego, a partir de los diálogos y los resultados de los diálogos, vamos a establecer cómo avanzamos en los temas de mediano y largo plazo“, expuso en La Moneda.
Asimismo, el senador RN Francisco Chahuán manifestó que, si bien están disponibles para reformar la Carta Magna en ciertos aspectos, como avanzar en un sistema semipresidencial o establecer mayores mecanismos de participación ciudadana, la diferencia está en quiénes hacen las modificaciones. “Nosotros creemos que la modificación debe hacerse desde el Parlamento”, recalcó.