Chile Vamos urge al Gobierno por una agenda social 2.0
El oficialistmo pide incorporar medidas en educación, salud, pensiones y de reforma al Estado. Se abren a modificar la Constitución, desde el Congreso y no como una prioridad.
A dos semanas de que el Gobierno presentara su agenda social de 15 puntos para responder a la crisis social se alista la “fase dos del proceso de cambios”. Los anuncios que realizó el Presidente Sebastián Piñera el pasado 23 de octubre eran “el primer paso”, y para la oposición y también una parte del oficialismo, el piso de lo que se puede ofrecer. De hecho, parte de esto se habló este lunes en la tradicional reunión de coordinación entre Chile Vamos y los nuevos ministros del comité político de La Moneda.
En la cita, que fue el debut de Gonzalo Blumel como titular del Interior, los dirigentes del bloque de Gobierno pidieron rapidez para llegar a acuerdos con la oposición, en especial en materia previsional y tributaria, los dos temas donde el Ejecutivo se ha mostrado más abierto y dispuestos incluso a renunciar a parte del corazón de estas reformas. Incluso, poniendo en “pausa” la agenda social y retrasando el ingreso de indicaciones y proyectos comprometidos, con tal de conseguir acuerdos con parte de la centroizquierda
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“Los dirigentes de los partidos políticos nos han hecho saber con fuerza y con convicción que para ellos es muy prioritario llegar con soluciones rápidas a los problemas que hoy apremian y angustian a muchos ciudadanos. Salud, educación, de la necesidad de aumentar el ingreso mínimo, de poder llevar la voz de los que no se sienten representados. Hemos sido muy francos en decir que, probablemente, no vamos a poder resolver los problemas mañana, que vamos a demorarnos en tener soluciones claras y determinantes en muchos temas, pero también que tenemos sentidos de urgencia y ese sentido es nuestra agenda social”, manifestó este lunes la vocera de Gobierno, Karla Rubilar.
Las propuestas del conglomerado oficialista, precisamente, fueron motivo de discusión del encuentro este lunes y también de la cita que se realizó el domingo en la tarde en la casa del Presidente Piñera, hasta donde llegaron los timoneles de Chile Vamos y el ministro Blumel. Y es que a pesar de que, entre RN, la UDI, Evópoli y el PRI hay consenso en que se debe hacer un esfuerzo en materia económica y “abrir la billetera fiscal” con urgencia, el cómo focalizar los recursos genera posturas disímiles.
Desbordes v/s Van Rysselberghe
La directiva RN que lidera el diputado Mario Desbordes basa sus propuestas para la segunda parte de la agenda en dos áreas: salud y educación. Sobre el primer punto plantean que se fije una banda de precios para todos los medicamentos (no solo para los de alto costo, como ha dicho el ministro Jaime Mañalich), que Cenabast pueda intermediar la venta de fármacos para grandes cadenas de farmacias y fijar un máximo de participación en el mercado del 20% por empresa.
Respecto del segundo, en tanto, proponen reformular el polémico Crédito con Garantía Estatal (CAE), condonando la deuda de quienes habiendo tenido derecho a gratuidad no pudieron acceder a ella, condonando los intereses y multas de quienes están morosos, y que se elimine el resto de la deuda de quien ha pagado por 10 años. Además, proponen que en materia de créditos educacionales no haya participación de la banca privada, que el egresado no pague más del 10% de su sueldo, que no se cobren intereses y que solo se reajuste por el IPC.
Queremos que todos quienes quieran estudiar puedan hacerlo, y sin hipotecar sus vidas. pic.twitter.com/MV1U2BCQwb
— Mario Desbordes Jiménez (@desbordes) November 3, 2019
Si bien esa iniciativa generaría bastante apoyo político y social, y que por lo demás, de acuerdo con fuentes de RN también habría tenido buena acogida en Palacio, en la tienda que lidera Jacqueline van Rysselberghe no convence. Como explicó la timonel gremialista a PAUTA, el proyecto que ya está en el Senado referente al CAE “ya es lo suficientemente bueno”, por lo que, a su juicio, es preferente centrarse en las dos principales demandas de la gente, que son “pensiones y sueldo mínimo”.
“Yo creo que eso [CAE] está relativamente bien resuelto, hay detalles menores como dice Mario Desbordes, pero si tuviéramos que focalizar, lo haría sobre las demandas prioritarias de la gente”, dijo a este medio. Así, propone que el sistema previsional sea más solidario, que se aumenten los montos para la creación de seguros, por ejemplo, el de longevidad, que se recalcule la tabla de mortalidad y que las pensiones solidarias aumenten en un 30% y no en 20%, como había anunciado el Presidente.
En lo referente al Ingreso Mínimo Garantizado, instan a que el aporte también sea mayor y que permita llegar a un sueldo de 400 mil pesos. Eso sí, que no sea solo el Estado el que se haga cargo, sino que las empresas que puedan hacerlo “también se pongan”. Una línea similar expuso el expresidente del Banco Central José de Gregorio, en conversación con PAUTA Bloomberg.
Para la senadora UDI, el Gobierno debería subsidiar a todos las pymes, no solo a algunas. “Los grandes consorcios tienen las espaldas suficientes para absorber este costo y no cargárselo al Gobierno, de manera que hay que buscar la fórmula para que esto aplique para las pymes, pero no solamente para las que facturan menos de 70 mil UF, porque incluso hay algunas que facturan 100 mil o, incluso, 200 mil, pero que no tienen las espaldas de una gran empresa […] Puede que facturen mucho pero algunas también tiene mucha mano de obra”, dijo la parlamentaria.
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Considerando que las medidas de la tienda de Suecia implican un gasto permanente para el Fisco, RN se muestra reticente, al menos por el momento. Por eso, dicen desde la colectividad, la apuesta principal debe hacerse en torno al CAE, respondiendo, por lo demás, a una demanda que se ha exigido en las calles desde el 2010.
Evópoli y la reforma al Estado
En Evópoli, la discusión sobre las reformas sociales no ha sido tema menor. Si bien desde la tienda que lidera Hernán Larraín Matte han dado su total respaldo al Gobierno y a la agenda social anunciada, también trabajan en propuestas propias. De hecho, como el timonel confirmó a este medio, en los próximos días entregarán al Mandatario una iniciativa referente a la modernización del Estado.
“Nosotros estamos apoyando la agenda social y tenemos una gran convicción. Chile necesita un nuevo Estado. El diagnóstico es que los últimos 30 años han sido muy positivos en muchas dimensiones económicas y sociales, pero el Estado se ha ido quedando atrás. Tenemos que sacar a los operadores políticos, sacar la idea de que es un trofeo para los partidos”, sostuvo el timonel.
Entre la propuesta, punto central será el cómo se elige a los funcionarios que trabajan en el Estado. Para Evópoli, debe primar la meritocracia y la carrera funcionaria, “más Alta Dirección Pública y menos partidos políticos”.
Nueva Constitución: caminar y mascar chicle
Una de las demandas que ha sonado con fuerza las últimas semanas es la de una nueva Constitución. Como dio cuenta Cadem, el 87% de las personas está de acuerdo con que Chile necesita de una nueva Constitución. Para enfrentar la crisis, la oposición ha definido reimpulsar el proceso constituyente que inició en 2014 la expresidenta Michelle Bachelet y, de hecho, a raíz del asunto, surgió un acuerdo entre el Senado y la Cámara para apurar proyectos que introduzcan mecanismos de participación al sistema y así modificar la Carta Magna.
Chile Vamos y el Gobierno se abren a generar cambios. Sin embargo, eso mecanismos, como asamblea constituyente o convención constituyente, no son una fórmula que les acomode. El tema fue abordado en el comité de este lunes, donde se pidió dar una señal clara, en especial por los denominados “cabildos” que han surgido espontáneamente a lo largo del país.
Para el bloque oficialista, el Congreso es el lugar donde debe nacer una nueva Constitución. Además, aseguran que, si bien se puede avanzar en este tema, no debe ser el tema único ni el foco principal.
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Eso sí, como dijo este lunes la vocera Karla Rubilar, “no nos cerramos a ninguna conversación”. Incluso, recordó que en el programa de Chile Vamos “está la posibilidad cierta de lo que es un plebiscito ratificante”. De todas formas, subrayó que “no queremos poner la carreta delante de los bueyes. Primero la gente que no se ha sentido escuchada, primero los esfuerzos focalizados en la agenda sociales y después, por supuesto, podemos conversar de muchos otros temas”.
Este punto ha sido una piedra de tope con la oposición, pues en la ex Nueva Mayoría insisten en que los cambios sociales deben ir de la mano de la discusión política. De hecho, el domingo en la tarde Blumel también conversó este tema con los presidentes de Convergencia Progresista (PPD, PR y PS). La idea era ahondar en las siete “contrapropuestas” que presentaron el fin de semana las tres colectividades de centroizquierda y en las que el plebiscito para una nueva Carta Magna era la clave del petitorio.
“Recibí ayer una llamada del ministro Blumel que fue alentadora, pues por primera vez escuché del Gobierno la posibilidad de abrirse a las reformas y sobre todo a la posibilidad de un plebiscito para una #NuevaConstitución“, dice en @Bienvenidos13 @HeraldoMunoz pic.twitter.com/wYR68hOLPH
— Partido Por la Democracia (@PPD_Chile) November 4, 2019
Sin embargo, por la tarde la señales desde el Gobierno se mantuvieron más mesuradas y enfocadas en la apuesta de Sichel. Por ejemplo, el titular del Interior hizo hincapié en que lo que les interesa es “escuchar con humildad lo que está planteando la ciudadanía. El llamado es a colaborar, a dialogar, a que es responsabilidad de todos los actores. Por eso iniciamos el proceso de diálogo ciudadano, para escoger los planteamientos que se han hecho. Nos interesa incorporar todo lo que se ha hecho”.
El nuevo frente en Chile Vamos
Los partidos de Chile Vamos se han cuadrado en torno a esos lineamientos, aunque algunos sectores, en especial de RN, se han abierto a la discusión que encabeza el bloque opositor. En el oficialismo, reconocen que será difícil dar a torcer el brazo y que incluso el proyecto constitucional de Bachelet puede ser un punto de partida.
“Ningún cambio constitucional demorará menos de un año. Si usted arma una asamblea constituyente, son meses de trabajo y discusión, por lo menos, un año. Lo que la gente quiere es ver si de verdad hay solución hoy”, indicó Mario Desbordes sobre este asunto, mientras que Jacqueline van Rysselberghe manifestó que lo que pide la gente en la calle son “mejoras sociales y creo que tenemos que hacer un esfuerzo importante por abocarnos a eso”.
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De hecho, Hernán Larraín Matte hizo presente que la oposición no debe olvidar que su sector ya tiene un proyecto de nueva Constitución en el Congreso. “El debate constitucional debe darse en el Congreso, y es importante que la izquierda, de la DC al PC tengan buena memoria y recuerden que ganaron la elección de 2013 diciendo nueva Constitución, hicieron proceso constituyente, con etapa de participación, con importantes recursos públicos, redactaron una nueva Carta Magna, la presentaron al Congreso, y ese es el proyecto que ellos tanto están pidiendo. Nosotros vamos a hacer nuestras propuestas constitucionales”.