El debate interno en la UDI por la nueva Constitución

En el partido gremialista reconocen que llegar a acuerdo les traerá costos, pero que era algo relevante que debían hacer.

El estallido social provocó giros impensados y permitió que prácticamente todos los partidos con representación parlamentaria se sentaran a conversar sobre la Constitución. Todo, con el fin de consensuar una fórmula que permitiera encausar el debate y encarar la crisis.

“Para todos fue complejo” y “todos tuvimos que ceder” fueron frases que se escuchaban desde los diferentes sectores la madrugada del 15 de noviembre, el sede del Congreso Nacional en Santiago, cuando salió humo blanco y se suscribió el “Acuerdo Por la Paz Social y la Nueva Constitución”.

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Si bien desde la UDI a Revolución Democrática tuvieron que “correr la cerca” respecto de sus propuestas iniciales, la tienda que encabeza la senadora Jacqueline van Rysselberghe fue una de las que atravesó por momentos más complejos. Había presión interna de su electorado para que sus principales dirigentes buscaran restablecer el orden y la seguridad, y, al mismo tiempo, para que la cadena productiva del país pudiera recuperarse.

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Por eso, y aunque van Rysselberghe ya adelantó -en Radio Duna- que votará en contra de que se redacte una nueva Carta Magna en el plebiscito programado para abril próximo, de todas formas se sentaron a dialogar y cedieron. La senadora Ena von Baer (UDI), quien fue una de las redactoras del texto del acuerdo junto al diputado Miguel Crispi (RD), lo explica así: “Nosotros concurrimos a este acuerdo con el convencimiento profundo de que era necesario restablecer la paz, la tranquilidad y el Estado de Derecho. Cada día que pasaba se generaba más pobreza. Hay pymes que están quebrando, puestos de trabajo que se perdieron, la gente a fin de mes va a ganar menos de lo que ganaba antes y por eso la UDI concurrió”.

Perder para ganar

Como menciona la senadora Von Baer en conversación con PAUTA, la decisión de apoyar este acuerdo “obviamente trae costos para nosotros, pero era relevante”. De hecho, al notar que la jornada del jueves 14 se desarrolló con mayor tranquilidad que otras y que durante el viernes 15 los mercados rebotaron, dice: “la UDI estuvo bien, a la altura de lo que se necesita en un momento tan complejo”.

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Coincide la diputada y vicepresidenta de la UDI María José Hoffmann, quien dice que “recuperar la paz” fue lo que los impulsó “a hacer todo tipo de sacrificios”. Ceder en algunos aspectos, como en la realización de un plebiscito de entrada donde se consultara por el mecanismo, fue lo que les permitió resguardar los cuórum que se requerirá para que el órgano constituyente, ya sea mixto o solo de delegados de la ciudadanía, pueda aprobar las normas y el reglamento de votación de las mismas.

“Cuando a nosotros durante la mañana [del jueves] nos aceptaron mantener los cuórum en dos tercios, tuvimos disposición súper abierta al diálogo”, complementa.

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Ese hecho, además, coincidió con el gesto que hizo a través de Twitter el diputado Jaime Bellolio (UDI), quien escribió: “Necesitamos llegar a un acuerdo que permita generar paz social y más democracia. Si la condición para ello es un plebiscito con dos mecanismos bien definidos, con cuórums, con elecciones universales y bien garantizadas, entonces hay que estar disponibles”.

Las palabras del diputado, de todas formas, no eran una simple coincidencia. Fuentes de la colectividad aseguraron a PAUTA que esas declaraciones también le devolvieron a la colectividad una capacidad negociadora que, en ciertos momentos, parecía difusa. Esto, a pesar de que Bellolio habría tenido que enfrentar los reproches de un sector del partido.

La fórmula del plebiscito no convencía a varios, pero luego de que Van Rysselberghe se comunicara con el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, la idea cobró fuerza. 

Una directiva cuestionada

Si bien varias imágenes de la maratónica jornada del jueves 14 daban cuenta de que la senadora Jacqueline van Rysselberghe no estaba de acuerdo con muchas de las declaraciones de sus pares y con algunos aspectos del acuerdo, desde el interior del partido insistieron en que su trabajo fue altamente valorado.

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Incluso, quienes hasta hace algunos días le habían cuestionado el manejo de la crisis, aplaudieron la convicción con que defendió lo que habían trazado.

Así, en privado, fuentes de la colectividad aseguraron que en los diferentes WhatsApp la senadora recibió felicitaciones transversales. “Salió fortalecida”, manifestaron.

Las señales

Costó que la UDI aceptara algunos aspectos, reconocen tanto al interior de la tienda como en la oposición. El camino del acuerdo no fue fácil, pues a comienzos de semana la colectividad, por medio de un comunicado, ya había informado que no negociaría hasta que existieran gestos respecto de la recuperación del orden público.

Esta fue una de las razones de que la primera parte del acuerdo suscrito con la oposición hiciera mención a restablecer el orden público. De todas formas, las señales que se dieron con miras a que la tienda de Suecia 286 flexibilizara su postura comenzaron la noche del martes, cuando el Presidente Sebastián Piñera, antes de mencionar la justicia o la nueva Constitución, llamara a la paz.

A esto se sumó que, al día siguiente (el miércoles), el ministro de la Secretaría General de la Presidencia, Felipe Ward (UDI), llegó al Congreso con el mandato de alinear a los suyos. Renovación Nacional a través de su presidente, el diputado Mario Desbordes, ya había abierto la puerta a un proceso que incluía plebiscitos e instancias mixtas, por lo que la UDI debía hacer lo propio. Justamente por eso, durante la sesión de sala, el secretario de Estado conversó en privado con Javier Macaya y otros diputados, y más tarde almorzó con toda la bancada.

Ese encuentro, el que luego sostuvo con senadores de la tienda, más el gesto del Mandatario, permitieron que durante la tarde del miércoles se sumaran a la reunión que sostenían representantes de RN y Evópoli con la oposición.