El tejido social de Carlos Ruiz

El sociólogo, uno de los ideólogos del Frente Amplio, describe al individuo hijo de la modernidad que busca la autonomía. Además, destaca la necesidad de una agenda mediana y una corta urgente.

El director del Departamento de Sociología de la Universidad de Chile, Carlos Ruiz, recuerda con cierta nostalgia cómo operaban las marchas hace algunas décadas. Los políticos iban a la calle. “Pobre de ti si eras militante del partido A y te equivocabas y te metías en el bloque del partido B”, dice en Desde El Jardín. 

De esta forma, establece una comparación con el estallido social y cree que llegó la hora de soltar el megáfono. Explica que se requiere salir de las zonas de confort políticas, intelectuales e incluso estéticas. Es la impresión de quien es considerado como uno de quienes pensó en la necesidad de un conglomerado político nuevo, lo que hoy se conoce como el Frente Amplio.

Para él, la época dorada de los años 20 funcionó como un verdadero modelo de cambio. “Volvemos a los años 20, a los locos años 20 de la centuria pasada, claro, que tiene una enorme capacidad de configurar la etapa que viene hacia delante […] La cantidad de claves que se construyen desde ahí, el peso que incluso tiene en construir instituciones, prensa, teatro, etcétera”, sostiene.

Un sujeto contradictorio 

Sin embargo, cree que se presenta un escenario más bien contradictorio, donde el sujeto exige derechos sociales, pero al mismo tiempo una autonomía plena, creando un nuevo tejido social. De esta forma, habla de cómo el concepto de clase media adquirió otro rumbo, ya que el individuo perdió el vínculo con su oficio.

—Qué pasa con la izquierda en relación a este nuevo sujeto. Si está desfasada, si está atrás y si ha pensado esto para proponer un plan, un programa o algo de lo que viene, ¿o no?—cuestiona Cristian Warnken.

“[Está] al debe, absolutamente. Está al debe […] y creo que tiene el taxímetro corriendo”, responde Ruiz.

Considera que si bien se pensaba que los hijos de la modernidad estarían más conformes, aparecieron nuevos actores nómades: “Si quieres ponerlo en una vieja verja, esta es otra estructura de clase […] con otro sentido y que va a empezar a constituir otras formas culturales también. Y que además está enfrentado a otras formas de expoliación y de expropiación de su propia libertad”, revela.

Una izquierda estancada  

Señala que la izquierda —que sufrió la gran derrota frente el modelo neoliberal en los noventa— hizo la vista gorda desde las primeras irrupciones sociales. Dice que el primer aviso del descontento masivo se experimentó el 2006, con la marcha de los pingüinos. Después creció con los subcontratistas el 2007, con los casos de Freirina e HidroAysén, con la guerra del gas y continuó con la marcha en contra de las pensiones. 

En vista de que el Frente Amplio no asistió al llamado que hizo el Presidente Sebastián Piñera a los distintos sectores políticos para evaluar la crisis, cree que se perdió una gran oportunidad de deliberación. Por ende, es crítico en cómo debe avanzar: “En ese sentido, hay que madurar una capacidad de negociación desde el Frente Amplio en articulación con las experiencias sociales en que está inserto. Si no, vamos a estar repitiendo y vamos a ser más bien la caricatura de la descomposición, yo diría de la alianza social anterior que fue la Concertación”, expresa.

Observando el panorama actual, Ruiz enfatiza que se deben considerar dos proyectos políticos. En primer lugar, una agenda mediana —para evaluar la Constitución—y otra corta urgente, para las cuentas de fin de mes de la gente. 

Tomando en cuenta la agenda mediana, considera que se debería replantear la Constitución incorporando al mundo profesional. En ese marco, evalúa la posibilidad de salir del modelo de inserción local para evitar políticas de inversión extranjeras extractivistas.”Entonces, hay que construir una vía chilena de inserción en esta nueva situación global, pero que no puede ser esa que nos tienen de exportar celulosa, cobre por cañería hecho polvo o pescado hecho harina”, plantea.  

Vea el programa con Carlos Ruiz: