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El nuevo “gesto” de La Moneda a las policías

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Agencia Uno
POR Maria Catalina |

El Presidente no solo firmó un proyecto de ley que aumenta las penas a los delitos contra Carabineros, PDI y Gendarmería. También el Gobierno descartó el uso de soda cáustica en los carros lanzaaguas.

Como un buen “gesto comunicacional” calificaron los partidos de Chile Vamos el proyecto de ley que firmó este lunes 16 de diciembre el Presidente Sebastián Piñera y que crea el Estatuto de Protección para Carabineros, PDI y Gendarmería. En la breve reunión del Comité Político Ampliado realizada en La Moneda, el Ejecutivo envió una señal a los funcionarios del orden al solicitar el incremento de ciertas penas por los ataques que les afecten.

“Nuestras fuerzas de orden y seguridad, y también Gendarmería, necesitan ser debidamente respetadas y también tener una adecuada protección. Y esto por dos razones: porque toda persona requiere y necesita respeto y protección, pero también porque un carabinero o un policía respetado y protegido va a cumplir con mucha mayor eficacia su labor fundamental de proteger el orden público, de resguardar la seguridad ciudadana, de proteger los derechos y las libertades de todos nuestros compatriotas”, dijo el Mandatario.

El Presidente señaló que el proyecto busca fijar herramientas para prevenir hechos de violencia contra policías y gendarmes, y para que, en el caso de que ocurran, la investigación sea más eficaz. Todo esto, insistió el jefe de Estado, se hace para recuperar el respeto hacia dichas instituciones. “No permitiremos que se ataque impunemente a nuestras fuerzas de orden y seguridad”, enfatizó.

Durante esta semana, además, el Gobierno espera que se promulgue la ley antibarricadas y antisaqueos que se encuentra en segundo trámite en el Senado, para lo que le pidió colaboración a los personeros del bloque oficialista. 

Las directrices

De acuerdo con lo expresado por el Mandatario, el proyecto busca que el agredir a carabineros, policías o gendarmes a rostro cubierto (encapuchado) o en grupos organizados sea un agravante de los delitos de lesiones y homicidios que se cometan contra los funcionarios. Busca, también, que se deba contar con la autorización del fiscal regional para poder archivar provisionalmente una causa u ofrecer la suspensión condicional del procedimiento cuando se cometan este tipo de delitos.

Asimismo, la iniciativa pretende elevar las penas y establece que no procederá el beneficio de las penas sustitutivas para los delitos de homicidio, castración, mutilación o lesiones graves contra carabineros, policías o gendarmes. Quienes hayan sido condenados a prisión por los delitos mencionados, como sostiene el mensaje presidencial, solo podrán postular al beneficio de la libertad condicional una vez que hayan cumplido dos tercios de su pena.

Considerando estos lineamientos, el general director de Carabineros, Mario Rozas, manifestó que van en línea con el proceso de modernización que comenzaron hace dos años. Esto, dijo, “en el sentido de sentirnos protegidos en la función que desarrollamos en el día a día y principalmente hoy, donde hay una violencia inusitada. Nuestros carabineros requieren esa tranquilidad. Hoy la legislación debe ser mucho más rigurosa para que pueda inhibir y disuadir a aquellos delincuentes y vándalos que atacan a los carabineros, a la comunidad y la propiedad de todos nosotros”. 

Por otra parte, el director nacional de GendarmeríaChristian Alveal, aseguró a PAUTA que este tipo de iniciativas se hacen necesarias debido al “cambio cualitativo de la delincuencia”. Tras más de 30 años trabajando con personas privadas de libertad, agregó, “podemos decir que la delincuencia que uno conoció es muy distinta a la de hoy. Hoy vemos una delincuencia más organizada, con mayor poder adquisitivo y de fuego, asociada en Chile a delitos de narcotráfico”.

La “vocación” de Rozas 

Los últimos dos meses han sido complejos para Carabineros, sobre todos porque cuatro informes de organismos que defienden los derechos humanos los han sindicado como los responsables de una serie de abusos. Consultado sobre la serie de cuestionamientos, el general Rozas manifestó que su tarea sigue siendo la modernización de la institución.

“Estoy recorriendo todos nuestros cuarteles a nivel país, entregando el apoyo a nuestros carabineros que cumplen una labor que va más allá del cumplimiento de un trabajo normal. Eso da cuenta de nuestra vocación de servicio, más que de una ocupación. He estado avocado en respaldar y en materializar prontamente algunos aspectos de nuestra institución”, argumentó. 

Respecto de las críticas, además, el propio Presidente Piñera reiteró su respaldo, tal como lo ha hecho durante las últimas ocho semanas. En entrevista con radios asociadas a Archi, el Mandatario sostuvo que el general Rozas “ha hecho todo lo humanamente posible por cumplir con su deber, por hacer que los protocolos se cumplan, por modernizar la institución. Él está haciendo su trabajo. Yo estimo que ha tratado de ser parte de la solución y que ha combatido con toda la energía y la fuerza del mundo todos los excesos que han cometido algunos miembros de la institución”. 

Pedirle o no la renuncia está en sus manos, pero como insistió, aquello procede solo “cuando uno tiene razones”. 

Carro lanzaaguas en la mira

Desde que comenzó la crisis social se han registrado una serie de denuncias por lesiones atribuidas al contacto con el líquido que utiliza el carro lanzaaguas. En las últimas dos semanas los casos aumentaron. La situación fue analizada por la Comisión de Derechos Humanos del Senado y el Ministerio de Salud ofició a Carabineros para tener detalles, según informó PAUTA en exclusiva.

Si bien Carabineros insistió en que se ha actuado con apego a la norma, este lunes las alarmas nuevamente se encendieron. Un análisis particular publicado por La Tercera reflejó la supuesta presencia de gas pimienta y de soda cáustica en el agua, aunque en el mismo artículo periodístico un directivo del Colegio de Químicos Farmacéuticos y Bioquímicos de Chile indica que, pese a la buena calidad del estudio, tiene algunos problemas metodológicos.

Esa noticia hizo que Carabineros saliera a responder durante la tarde.

En primera instancia fue Mario Rozas quien desestimó la información. Desde La Moneda aseguró que “si ustedes revisan la documentación que está en los medios de comunicación, son disuasivos que están fabricados siguiendo estándares internacionales”. Además, aseveró que “siempre nos han cuestionado nuestros medios, que son medios que el Estado ha puesto a disposición y como siempre vamos a informar los componentes que tienen estos medios y lo más probable es que pase este cuestionamiento”.

Más tarde, el general Jean Camus Dávila, director de Logística, precisó que “Carabineros no emplea dentro de sus protocolos soda cáustica. Dentro de los protocolos de actuaciones, el control del orden público y control de muchedumbre, no está inserto ni siquiera en el manual del uso de la fuerza. No existe ninguna forma de poder emplear este producto en control de orden público”.

Reiteró, así, que el compuesto que se mezcla con el agua es el orto-clorobenzalmalononitrilo, el cual, por lo demás, utilizan desde hace más de 70 años. “Utilizar un elemento como el que se ha hecho mención en la actualidad generaría necesariamente, dadas las más de 8.000 manifestaciones que se han desarrollado en el país, tener cientos y cientos de lesionados con estas características”, añadió. 

De acuerdo con lo indicado por Carabineros, el Centro de Información Toxicológica de la Universidad Católica (Cituc) constató que no hay manipulación directa del operador del carro lanzaaguas respecto de la composición de la mezcla que utiliza como disuasivo. “El carro lanzaaguas opera mediante un sistema de manipulación interno y computacional, donde se dosifica el uso de este elemento”.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, se sumó a esa certeza, al indicar que la respuesta que recibió de Carabineros no indica presencia de soda cáustica.