La crisis económica generaría un aumento en arbitrajes entre empresas
Entre las ventajas del sistema están sus menores costos, los menores plazos que toma y la mayor simplicidad que tiene respecto del camino judicial.
Los tiempos de contracción económica habitualmente acarrean un aumento en los conflictos entre las empresas, por ejemplo, por problemas para cumplir con los pagos, lo que lleva a las partes involucradas a buscar soluciones. Sobre todo para las pymes, recurrir a tribunales puede resultar oneroso y complejo, por lo que muchas de ellas optan por instancias previas como la mediación y el arbitraje. Así lo explica Macarena Letelier, directora ejecutiva del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Santiago (CAM), en conversación con PAUTA Bloomberg.
La abogada comenta que en momentos de crisis es más común ver incumplimientos contractuales, como una consecuencia de la realidad económica. “Lo que ha ganado un espacio muy grande estos últimos meses –y hace ya varios años en el mundo entero–, es la mediación como mecanismo que sobre todo busca mantener esa relación de las partes”, comenta la experta. Y hace énfasis en lo anterior porque asegura que muchas veces los problemas se originan no de mala fe, sino que producto de las dificultades del país y ocurre también con frecuencia que quienes están en conflicto son participantes de un mercado pequeño, en el cual siempre interactúan los mismos, por lo que tienen un incentivo a mantener una buena relación.
Resolver conflictos
Respecto de cómo se ha comportado el interés por este tipo de mecanismos de resolución de diferencias, Letelier asegura que habitualmente en tiempos de crisis los incumplimientos no se producen durante los primeros 30 días, sino que en un plazo que va entre los tres y los seis meses. “Esto empieza como una cadena, como un efecto dominó, porque muchas veces tú en un ámbito económico tienes una cadena productiva, donde si empieza a incumplir uno, esto genera un efecto a mediano o a corto plazo incluso”, explica la abogada. Por lo tanto, el aumento de la demanda es esperable que se produzca a lo largo de 2020.
Por esto, el CAM dispuso de un programa para pequeñas y medianas empresas, así como también para personas en general, de apoyo a través de la mediación, precisamente para quienes comiencen a enfrentar conflictos a propósito de incumplimientos, programa que ha generado, según Letelier, interés y consultas.
Una de las ventajas que la experta dice que tiene este mecanismo de resolución de problemas respecto de la vía judicial, es que permite canalizar el conflicto. En ese sentido plantea que en muchos casos las personas llegan con rabia, o con la sensación de que la contraparte no cumplió con lo acordado, es decir con una carga emocional. Dado que no es fácil, sobre todo para una empresa pequeña, recurrir a tribunales, dice Letelier que esa carga emocional queda dentro e impacta diversos ámbitos de forma negativa. Esto es algo que de alguna manera se resuelve cuando se zanjan, a través de este mecanismo desformalizado, las diferencias comerciales que se puedan tener.
Menores costos y menores tiempos
Otras de las ventajas que este mecanismo tiene respecto de la vía judicial, son según Letelier dos: menores costos y menores tiempos. Respecto de los valores, como una forma de apoyar a las pequeñas y medianas empresas durante la actual coyuntura, el CAM decidió rebajar los costos de recurrir a esta instancia. Letelier explica que quienes son socios de la Cámara de Comercio de Santiago no deben pagar tasa de administración y quienes no lo son deben pagar 2 UF, en circunstancias que antes de la crisis el valor era de 7 UF. Por otra parte, se debe solventar también el trabajo del mediador, el cual en tiempos ordinarios vale 7 UF por sesión, algo que actualmente se redujo a 4 UF por cada parte, pero no por sesión, sino por la mediación completa. Estos valores se mantendrán durante 2020, precisamente porque se prevé un aumento en la demanda por este mecanismo. Extender estos precios más allá de esa fecha es algo que el CAM evaluará según el éxito del programa, dice Letelier.
Respecto de cuánto tiempo toma resolver una diferencia a través de este mecanismo, Letelier asegura que cuando hay voluntad de las partes de llegar a un acuerdo y estas asisten, en promedio el problema se resuelve en cuatro sesiones. La abogada plantea que estos plazos debieran ir reduciéndose, a la luz de lo que ha ocurrido a nivel internacional. Así, Letelier explica que en casos como el de la American Arbitration Association de Estados Unidos, los acuerdos de mediación se pueden alcanzar en 24 o 48 horas, incluso utilizando sistemas teléfonicos o videoconferencias.
Una de las limitaciones que tiene este mecanismo es que, tal como explica Letelier, hay temas en los que el CAM no puede mediar ni arbitrar, no por su complejidad, sino por la materia. “Los temas que se conocen en estos centros de arbitrajes son civiles y comerciales, donde nosotros podemos pactar mecanismos de resolución de conflicto. En ese sentido, las materias más recurrentes son arrendamiento, prestación de servicios y muchos temas de construcción”, detalla la abogada. Respecto de estos últimos, Letelier asegura que son comunes los contratos donde se han producido mayores obras o incumplimientos en los plazos, así como también casos en los que se producen mayores costos producto de esas mayores obras.
Agenda antiabuso: revisar y hacerse cargo
Además de dirigir el CAM, Macarena Letelier integra también el Consejo de Ética de la Sofofa, como invitada externa. A propósito de este rol, la abogada ha analizado temas como la agenda antiabusos que ha presentado el Gobierno y el eventual aumento de sanciones en los casos de colusión, delito para el cual ya están en régimen las penas de cárcel. Consultada sobre si es necesario seguir endurenciendo las penas para esta práctica tras la reforma de 2014, Letelier asegura que tras el 18 de octubre es necesario reformular muchos temas. “Si una de las aristas va por ese lado, hay que estudiarla”, asegura la abogada. “Creo que uno tiene que revisar por dónde puede mejorar esta sensación que te da de abuso cuando uno ve que no se cumplen todas las normas para una libre competencia”, asegura.
“Revisar las penas yo creo que vale la pena porque uno tiene que mirar lo que pasa en otros países. Y las sanciones o las multas son muy superiores, o en definitiva, hay penas efectivas de cárcel”, afirma. Letelier agrega que es importante hacerlo sin demonizar nada, y aprovechar los espacios que ha abierto la crisis precisamente para este mayor análisis. “Sí hay que hacerse cargo de esta sensación de abuso, no solo respecto de un delito tipo como es la colusión, sino que del abuso en general”, concluye.
Vea la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: