Las cuerdas separadas de Chile Vamos en el tema constitucional
La UDI rechaza mayoritariamente. Evópoli está en reflexión. Y en RN la división es total, con senadores por un lado y presidente del partido por otro.
Divididos. Esa palabra define el estado actual de Chile Vamos.
No solo porque uno de sus partidos más grandes, la UDI, mantiene su participación “congelada”, sino porque las diferencias que hay entre las distintas colectividades -y, en algunos casos, al interior de estas- son públicas y notorias. Así lo reconocen distintas fuentes del conglomerado oficialista, advirtiendo que el estallido social que se vive en el país les ha mostrado que sus lazos eran más débiles de los que creían, sobre todo en lo que se refiere a los cambios constitucionales y a la postura que tomarán en el plebiscito del 26 de abril próximo.
Prueba de la falta de coordinación, y de que no hay una postura común en torno a esa materia, fueron los cuatro puntos de prensa que se realizaron este martes 7 de enero en el Congreso.
Rechazar, aprobar y reflexionar
La primera de ellas estuvo a cargo de ocho de los nueve senadores de Renovación Nacional. Todos, menos Manuel José Ossandón, anunciaron que votarían por el rechazo en el plebiscito.
Una segunda alocución estuvo a cargo del presidente de dicho partido, Mario Desbordes, quien dio cuenta de que esa postura de rechazo no es transversal en la tienda y que, por lo demás, se promoverá un voto político para que el “sí” se imponga.
En esta línea -además de Ossandón y otros 15 diputados-, durante la tarde del martes 7 de enero, diversos integrantes de la comisión política de RN y de la juventud del partido hicieron una declaración pública en la que expresaron que apoyarán “decididamente la opción apruebo” en el plebiscito del 26 de abril.
En paralelo, habló la UDI. Toda la bancada de senadores, encabezados por quien también es su presidenta, Jacqueline van Rysselberghe, expresó que irán por el rechazo, porque quieren mantener la actual Constitución, pese a que algunos de sus militantes, como el diputado Jaime Bellolio, han dicho abiertamente que votará por una nueva Carta Fundamental.
“Creemos que la Constitución que rige le ha dado a Chile la posibilidad de desarrollarse, la posibilidad a muchas personas de tener oportunidades en la vida, reducir las brechas y creemos que las demandas sociales no se solucionan con un cambio de la Constitución. La institucionalidad que Chile tiene hoy le permite seguir creciendo y avanzando. Era importante generar el diálogo, desgraciadamente hemos visto como ciertos sectores no han bajado los niveles de violencia“, explicó al respecto Ena von Baer.
En el caso de Evópoli, el diputado Luciano Cruz Coke insistió en que el partido se mantiene en “reflexión”, pero que de todas formas están por los cambios. De hecho, recordó que, desde la conformación del partido, han propuesto que la carta fundamental se modifique, para avanzar en una Constitución liberal. Lo que esperan, detalló, es que se cumpla con el compromiso suscrito: “Acuerdo por la Paz y por una nueva Constitución”. La primera parte de ese pacto, a juicio de ellos, no se ha respetado.
Y si bien en el oficialismo nunca existió una visión única, la tarea que les había encomendado el Gobierno era que actuaran unidos. Y como bloque. Y esa unidad se ha ido diluyendo.
Las dos caras de RN
Aunque en las diferentes colectividades hay posiciones distintas, el caso más radical lo enfrenta Renovación Nacional, donde están prácticamente divididos en mitades. Y si bien se conocían antecedentes sobre aquello, esta jornada fue clarificadora.
“Expresamos nuestra convicción en orden a votar rechazo en el plebiscito de abril. Fundamentalmente lo hacemos porque el voto rechazo es el que permite y asegura que los cambios constitucionales que el país necesita se realicen dentro de la institucionalidad democrática, a través de procedimientos conocidos y seguros. Nos parece que el camino de la convención no garantiza eso. Influye en nuestra convicción el ambiente de ingobernabilidad, violencia y de inseguridad que algunos sectores quieren instalar en el país”.
De esa forma, el senador Andrés Allamand (RN) dio a conocer cómo enfrentará la primera pregunta que supone el plebiscito. Otros siete senadores de la tienda tienen igual visión. Y al menos 20 de los 36 diputados lo reconocieron en privado a PAUTA.
Previo a que se aprobara el proyecto que habilita todo el proceso, la posición predominante era la contraria. O al menos esa era la sensación que tienen en la colectividad. El aumento de la postura a favor del rechazo, explica el jefe de bancada de los diputados, Jorge Rathgeb, se produjo debido a dos factores: a que la violencia no ha disminuido y a que las bases también les han manifestado su postura.
“Nosotros somos soberanos para ir resolviendo los temas, no tenemos que estar consultando a cada rato, pero tampoco podemos desligarnos de quienes nos eligieron y de quienes uno representa. Cada uno de los diputados tiene contacto con la ciudadanía y los militantes, y en ese tema, si bien hay libertad para poder actuar, no podemos divorciarnos de ellos. Eso ha influido”, dijo el parlamentario.
En el Consejo Nacional del partido, celebrado el pasado 14 de diciembre, RN dejó en libertad de acción a los suyos de cara al plebiscito por una nueva Constitución, considerando un sondeo interno que así lo aconsejaba.
En línea con eso, la directiva ingresó una solicitud al Consejo Nacional de Televisión para participar tanto de la franja del no como en la del sí. Adicionalmente, en su mensaje de fin de año, Mario Desbordes instó a la unidad. “No permitamos que este evento histórico nos fracture”, fue parte de su llamado.
De esta forma, y a pesar de que su postura es promover una nueva Constitución, insistió en que pueden haber miradas distintas. “Lo que hemos dicho desde el día uno es que el partido está en libertad de acción. Nosotros creemos que es legítimo que haya personas a favor y en contra. La Comisión Política está redactando un voto donde las tres cuartas partes está por el sí, la juventud está en la misma posición. El partido se va a mantener unido, aun cuando haya diferencias de opinión. Y si gana el sí, este partido va a liderar el trabajo en la centro derecha por ganar la constituyente”, aseguró.
Una postura más tajante fue la que expresó el senador Ossandón. A pesar de que respeta la postura de sus pares que promoverán el rechazo, afirmó que es un “tremendo error político”. Hizo hincapié en que cuando ponen como argumento la inseguridad que primaría en el proceso, no deben olvidar que es “nuestro Gobierno” el que debe garantizar el Estado de derecho como corresponde.
Así, enfatizó en que “la fórmula que hoy nos rige no es viable en el futuro. No es que no me guste. Claramente hay que salir a la calle y ver la realidad. Si alguien no quiere ver que hoy no hay paz ni hay tranquilidad es porque es ciego o no quiere ver. Yo voy a votar que sí. Creo que en este tipo de emergencias se necesita gente que sea capaz de, aunque sea contra el viento y la marea, defender los principios y tomar decisiones, que es lo que no ha pasado en el último tiempo”.
El monitoreo de La Moneda
La Moneda ha intentado tomar distancia de esta diferencia de posturas. Es más, se ha insistido en que los ministros deben apegarse a la instrucción de prescindencia. Sin embargo, no se han restado de los análisis de los distintos escenarios.
Como dieron cuenta fuentes de Gobierno, están conscientes de que la opción del “rechazo” ha cobrado mayor fuerza en su sector y en parte de la ciudadanía. Así, aseguran, se lo han manifestado dirigentes que han recogido la “visión de la calle”. Esos dirigentes, además, han planteado que el pensamiento expresado por el movimiento que lidera José Antonio Kast también ha ganado terreno. En eso, reconocieron, influyen los episodios de violencia registrados en Plaza Italia y el boicot de la PSU.
Pese a ese avance, un sondeo interno del Ejecutivo daría por ganadora a la opción de una nueva Constitución, con cerca del 80% de las preferencias. La misma medición, también, arrojaría que el mecanismo para redactarla sería la convención constituyente.
La tarea en la que se enfocarán, informaron las mismas fuentes, será promover la participación en todo el proceso. La expectativa es que voten en el plebiscito al menos el 49% de los habilitados, como fue en la elección presidencial de 2017.