Europa se prepara para una nueva meta de inflación bajo el mando de Lagarde
La presidenta del Banco Central Europeo apostaría por que la meta actual de “inferior, pero cercana a 2%” sea algo más precisa.
Observadores del Banco Central Europeo están prácticamente convencidos de que la presidenta, Christine Lagarde, cambiará la meta de inflación de la institución por primera vez en 17 años en su intento por lograr la estabilidad de precios que eludió a su predecesor.
Casi 90% de los participantes en una encuesta de Bloomberg pronosticó que el BCE alterará oficialmente su estrategia para dar igual peso a una inflación demasiado baja o demasiado alta. La mitad respondió que la meta actual de “inferior, pero cercana a 2%” será más precisa.
El BCE está tratando de entender por qué la inflación se ha quedado corta a pesar de años de tasas de interés negativas y 2,6 billones de euros (US$ 2,9 billones) de compras de bonos bajo Mario Draghi, que ocupó la presidencia desde 2011 hasta finales del año pasado. Aclarar o cambiar la definición de la estabilidad de precios podría ayudar a formuladores de política a cumplir su mandato, aunque también se corre el riesgo de someterse a acusaciones de que simplemente están moviendo las metas.
Completa reevaluación
Dado que la encuesta también muestra que las preocupaciones económicas disminuyen, Lagarde debería tener margen para llevar a cabo la reevaluación más completa desde al menos 2003, que duraría la mayor parte de este año. Dijo a miembros del Consejo de Gobierno que quiere iniciar el proceso en la reunión de política del 23 de enero.
Sus colegas han participado sus posiciones durante meses, señalando un amplio apoyo ante una evaluación de la meta de inflación, pero sin un consenso obvio sobre lo que se debe hacer con la misma.
En comparación con la encuesta anterior de diciembre, una mayor proporción de economistas piensa que el BCE establecerá una meta de inflación más precisa y se dará más flexibilidad para permitir que la inflación se sobrepase. Más personas también estimaron que la institución elegirá una nueva medida de inflación después de las crecientes críticas de que la actual de la oficina de estadísticas de la Unión Europea subestima gastos importantes como la vivienda.
También el cambio climático
Lagarde también ha prometido considerar cómo el BCE puede ayudar en la lucha contra el cambio climático, calificándolo de misión crítica para la institución. Sin embargo, ha sido un tema espinoso para algunos formuladores de políticas, en medio de preocupaciones de que el enfoque del banco central en la estabilidad de precios pueda diluirse. Más de la mitad de los encuestados dijeron que el BCE no tendrá en cuenta el impacto del calentamiento global al momento de establecer su política este año.
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De hecho, la mayoría pronosticó que no cambiará mucho en 2020, o en la mayor parte de 2021. Esperan que la expansión cuantitativa, que se reanudó polémicamente en noviembre, se mantenga en 20.000 millones de euros al mes y se detenga a fines del próximo año. Se estima que las tasas de interés aumentarán en el segundo trimestre de 2022.
Al menos las nubes que han oscurecido la economía durante casi dos años parecen estar levantándose ligeramente. El nivel de preocupación por las amenazas, incluidas la recesión y la guerra comercial, cayó al nivel más bajo desde abril de 2018. Estados Unidos ha firmado un acuerdo comercial de “fase uno” con China, y los indicadores económicos europeos han mostrado señales de estabilización, aunque el ataque militar estadounidense contra Irán este mes ha exacerbado las tensiones en Medio Oriente.