Gobernadores regionales: la camisa de fuerza que aprieta a La Moneda
A ocho meses de estas elecciones, un grupo de alcaldes reabrió la discusión. En el Gobierno insisten que cumplirán con la ley, pero hay conciencia de sus dificultades.
Este miércoles 22 de enero a las 14:00 en el Congreso, las bancadas regionalistas encabezadas por el diputado Rodrigo González (PPD) y el senador Alejandro Guillier (IND) almorzarán en el comedor de la vicepresidencia de la Cámara Alta con el Subsecretario de Desarrollo Regional, Claudio Alvarado (UDI).
Los parlamentarios dicen que si bien será una reunión de trabajo para conocer los avances de la agenda de regionalización y la ley corta de transferencia de competencias que quedó en el congelador tras la crisis social desatada el 18 de octubre, lo cierto es que la cita se da luego de que se abriera nuevamente -tanto en el Gobierno como en la oposición- el debate por las elecciones de gobernadores regionales que debutarán en octubre de este año.
“El avance en descentralización es parte de la demanda social y de la necesidad de un nuevo trato con las regiones […] suspender la elecciones de gobernadores sería un gravísimo error y una falla con lo que la gente ha pedido”, comentó el diputado González.
Esta vez las inquietudes por la aplicación del proceso no vinieron desde los pasillos del Congreso, sino desde los alcaldes, agrupados en la Asociación Chilena de Municipalidades, quienes recomendaron no realizar los comicios de las nuevas autoridades. Entre sus razones están la falta de herramientas de los futuros gobernadores y también que en el proceso constituyente se cambien las reglas y su rol dentro de las regiones.
“Existe plena conciencia que en la legislación vigente en materia de regionalización, que data de los inicios de 2018, es una legislación insuficiente que hay que complementar y que hay que mejorar. En ese sentido, en el mes de marzo queremos ver las iniciativas que nos permitan acoger las conclusiones de la mesa técnica“, dijo el subsecretario Alvarado a PAUTA.
Sin embargo, el mandamás de la Subdere advirtió que “desde el punto de vista más político, la reflexión de los alcaldes, sin lugar a dudas, es una reflexión interesante que hay que considerar, pues proviene de personas que tienen un contacto directo y diario con la ciudadanía”.
“Ellos ven que pueden existir algunos riesgos en el proceso, en orden a que se frustren las expectativas y, en ese sentido, como Gobierno siempre debemos estar disponible a entender y escuchar. Indudablemente aquí van a haber muchas opiniones sobre el tema”, agregó.
El tema no ha sido fácil para La Moneda: es un proyecto que heredaron, que desde un principio dividió a Chile Vamos y que les tocará implementar pese a los vacíos que aún tiene hoy la ley. La propia vocera de Gobierno, Karla Rubilar, reconoció este martes que todavía “no hay posición” del Ejecutivo, pero que “miran con mucha detención lo que han planteado los alcaldes”.
En privado, según fuentes de Gobierno, reconocen las dificultades del proceso; más aun cuando la búsqueda de candidatos se puso cuesta arriba hace 90 días y perder las regiones más grandes, como la Metropolitana, Valparaíso o Biobío, podría ser un golpe más duro aun para La Moneda y el bloque oficialista. Sin embargo, la lectura pública es una: se cumplirá la norma. Esto, pese a sus “debilidades”, pues si antes de la crisis ya era impopular plantear un cambio o postergación, después del 18-O ese costo político aumentó con creces y nadie quiere asumirlo.
“Nosotros tenemos claro que nuestra obligación y mandato es cumplir con la ley actual, hasta que el legislador no diga otra cosa y, en ese sentido, seguiremos recibiendo opiniones y en algún minuto daremos la nuestra en ese tema”, detalló Alvarado a este medio.
Las divisiones internas del oficialismo
La elección de gobernadores regionales siempre fue un tema incómodo en el oficialismo y luego de la arremetida de los alcaldes, las diferencias salieron a flote nuevamente.
Este martes a primera hora los timoneles de Chile Vamos se reunieron para hablar de temas electorales y entre ellos, de las opciones para competir por los nuevos cargos regionales en los comicios de octubre. “Cambió el mapa de los candidatos que teníamos en los partidos luego del 18 de octubre. Tenemos nueva información y estamos consolidando”, explicó la senadora y presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe.
La senadora sinceró que particularmente en la UDI, la idea de generar dos autoridades regionales -gobernadores y delegados presidenciales – en un país unitario “era un despropósito”. Sin embargo, su postura fue minoritaria en la discusión legislativa y hoy trabajarán con las reglas del juego que existen. “No creo que haya espacio para que se pueda postergar la decisión, más allá de la posición personal que uno pueda tener en esta votación. Es un tema que está vigente. Nos estamos preparando de la mejor manera para ganar la mayor cantidad de gobernaciones”, agregó la presidenta de la UDI.
Desde el PRI, su timonel Rodrigo Caramori aseguró que correr la elección “sería una muy mala señal” de un mundo político que “está muy mal en las encuestas”, mientras que desde Evópoli, Hernán Larraín Matte señaló que el desafío era “cumplir con leyes y hacer que la democracia funcione”.
Sin embargo, en Renovación Nacional las aguas están divididas. Para la diputada y vicepresidenta de RN, Paulina Núñez, la solicitud de los alcaldes “es una excusa para no avanzar en la descentralización” y agregó que aunque en octubre se enfrentan varias elecciones, esto “no puede ser un motivo para dejar postergada nuevamente la elección de la máxima autoridad de nuestras regiones”.
Al otro lado de la bancada están los diputados Andrés Celis y Sebastián Torrealba, quienes están en contra de estos comicios. De hecho, Torrealba señaló que “la elección de gobernadores es algo que hay que suspender para siempre”, entre otras cosas porque los gobernadores “no van a tener ni las facultades ni los recursos” para poder financiar lo que van a prometer en sus campañas.
“Los gobernadores son un costo gigante para la estructura del Estado. Solamente la elección cuesta $18 mil millones y los gobernadores en operación, es decir durante cuatro años, van a costar US$ 500 millones. Esos recursos son mucho más necesarios en la educación, en la salud, en las pensiones que estar financiando cargos políticos que simplemente no van a resolver los problemas de la gente porque no tienen ni los recursos ni las facultades para hacerlo”, agregó el parlamentario.