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Vivianne Blanlot: en el mundo político no se está privilegiando llegar acuerdos

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Icare
POR Maria del |

La vicepresidenta de Icare y exministra de Defensa de Bachelet asegura que la propuesta previsional del Gobierno va mucho más allá de lo antes visto.

El miércoles 29 de enero el mundo empresarial buscará reeditar una tradición que debió ser interrumpida por el estallido social: los altos ejecutivos de las principales empresas del país y representantes del mundo político se reunirán bajo la convocatoria de una nueva Enade. El encuentro empresarial, que habitualmente se realizaba cada fin de año como una forma de proyectar los próximos doce meses, debió ser suspendido en 2019, lo que llevó además a Icare a reformularlo. Por eso, la de este miércoles será la primera Enade de las tres que se realizarán este año. 

La vicepresidenta de Icare, Vivianne Blanlot, será la encargada de moderar el bloque destinado a lo que han llamado “Nueva Economía”, en el cual participará, entre otros, el ministro de Hacienda, Ignacio Briones. En conversación con PAUTA Bloomberg, Blanlot entrega su diagnóstico de lo que ha ocurrido en los últimos meses y comenta que lo que ha pasado en Chile es que durante unos 20 años se llevaron a cabo en el país reformas muy sustantivas que permitieron impulsar la economía. Sin embargo, dice, hubo también una pausa en esos cambios y en los últimos ocho a diez años no se realizaron reformas sustanciales que aumentaran la productividad y por lo tanto el empleo. 

“Yo diría que desde el mundo político se agotó –no voy a decir la creatividad– pero se agotaron las respuestas más evidentes que había que tener para mover la economía y para mejorar la situación social de Chile”, comenta la exministra de Defensa de Michelle Bachelet. “No ha habido una capacidad para identificar cuáles son aquellas reformas que se necesitan para dar un salto a una nueva economía, que el mundo está pidiendo”, agrega. Ese salto al que se refiere no solo tiene que ver con lo social, sino también con lo productivo, ya que la transformación digital y la automatización de las funciones están produciendo, a su juicio, cambios que a su vez acentúan los problemas sociales. 

Más allá del diagnóstico que provocó el estallido social, Blanlot plantea que tras la crisis ha habido una respuesta por parte de la autoridad. “Hemos visto que se están abordando reformas muy sustantivas en temas muy cruciales que tienen que ver con el bienestar social”, afirma. “En el muy corto plazo había que avanzar en medidas que uno puede decir que son demasiado de urgencia y no estructurales, pero se está avanzando en las otras reformas”, sostiene, y asegura que la ciudadanía está esperando esas reformas mientras el empresariado necesita saber qué terreno está pisando. 

Reforma previsional: mucho más allá 

Una de las reformas estructurales que se ha anunciado es precisamente la previsional, la cual ingresó el lunes 20 al Congreso a través de indicaciones presentadas por el Ejecutivo. La propuesta, anunciada por el Presidente Sebastián Piñera en cadena nacional, contempla el aumento de las cotizaciones obligatorias en seis puntos porcentuales, tres de los cuales irán a las cuentas de capitalización individual y otros tres a un componente de reparto. Sin embargo, la iniciativa fue rechazada casi en su totalidad el viernes 24 de enero en la Comisión de Trabajo y ahora el Ejecutivo deberá insistir con su propuesta en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. 

Consultada sobre la propuesta que defiende el Gobierno, Blanlot asegura que no hay ninguna duda de que se necesita un fuerte impulso para aumentar las pensiones de quienes están en el 20% más bajo de la escala salarial. “Uno puede tener muchos argumentos para decir que desde el punto de vista económico estrictamente no es lo más eficiente, que hay otras maneras de financiar este tipo de gasto, pero la situación en que nosotros estamos hoy día es muy difícil pretender que eso va a salir del tesoro público, de los impuestos generales. Es una medida necesaria”, asegura la exministra.

“Creo que esta es una propuesta que va mucho más allá de todas las propuestas que habíamos visto antes, incluso en los gobiernos de la Nueva Mayoría, y por lo tanto me parece que una actitud responsable sería aceptar esta propuesta”, agrega.

“Yo creo que estamos viviendo unos tiempos en el mundo político en que no se está privilegiando llegar acuerdos, sino que se está privilegiando en cierta forma sacar al pizarrón y poder plantear los límites que a cada uno le gustaría, pero yo creo que esa no es la forma de avanzar”, sostiene Blanlot a propósito del último traspié del proyecto en Valparaíso. 

La incertidumbre y el proceso constituyente

Una de las preocupaciones centrales para el mundo económico este año tiene que ver con el proceso constituyente. Precisamente, uno de los almuerzos temáticos que se realizará en el marco de Enade está dedicado a este tema y está previsto que despierte el mayor interés. Consultada sobre este tema, Blanlot comenta que a su juicio dos elementos son cruciales al respecto. El primero, dice, es la idea de que los acuerdos se tengan que aprobar con un cuórum de dos tercios, tal y como se pactó cuando se selló el acuerdo por una nueva Constitución. Según Blanlot, lo anterior hace que sea muy difícil que quienes están en los extremos mantengan sus prosiciones, por lo cual se facilita una actitud colaborativa para llegar a acuerdos. “No hay un riesgo de que haya una Constitución extremista ni para un lado ni para otro. Y por lo tanto, creo que vamos a avanzar bien, con un sistema político y constitucional equilibrado”, afirma.

El segundo elemento que Blanlot ve como algo clave es que pueda haber listas de personas independientes. “Porque lo que está pasando hoy día, con la bajísima aprobación que tienen los partidos políticos, es que la gente está mostrando que no tiene confianza en los partidos políticos. Y por lo tanto, es muy necesario que se sienta identificada con quienes se elijan para la asamblea constituyente”, comenta. 

Respecto de los temores del mundo empresarial, Blanlot comenta que si un porcentaje muy alto de la ciudadanía dice no estar contenta con el modelo y considera que la Constitución tiene la culpa –más allá de que sea así–, no se genera cohesión social, lo que produce un riesgo para la actividad empresarial. “Por lo tanto, yo creo que es necesario desde el punto de vista de la sostenibilidad económica de Chile que la mayoría de los ciudadanos estén tranquilos respecto de nuestras reglas fundamentales”, concluye.

Vea la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: