¿TV o redes sociales?: las dudas que atrasan la campaña del Gobierno para el Plebiscito
En La Moneda se evalúan al menos dos líneas de trabajo: llamar a votar y otra más “educativa” sobre la papeleta.
A fines de diciembre, la ministra Karla Rubilar ya explicaba casi como eslogan que el rol del Gobierno en el Plebiscito era ser “garantes” del proceso: sin definir una postura de apoyo por el “Rechazo” o el “Apruebo”, menos con los insistentes llamados a la prescindencia desde el oficialismo.
“Como somos garantes, nuestro esfuerzo y nuestra campaña comunicacional va a ser la participación ciudadana. Queremos que mucha gente vaya a votar en abril”, dijo la vocera el 26 de diciembre.
Y aunque la respuesta se repite en La Moneda cada vez que se pregunta por el papel que deben tener ante la consulta del 26 de abril, a dos meses y medio de los comicios, en el Palacio y principalmente en la Secretaría General de Gobierno (Segegob) -cartera liderada por Rubilar y encargada de coordinar junto con la Secretaría de Comunicaciones (Secom) el tema- aún no logran resolver qué tan masiva será la cruzada para incentivar la participación.
Por ejemplo, no está resuelto si será solo a través de redes sociales o también se impulsará una propuesta en televisión abierta para tener más alcance a nivel nacional.
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La primera opción sería más fácil de implementar y se enfocaría especialmente en plataformas como Facebook o Twitter. En el caso de querer propaganda televisiva, el Ejecutivo requeriría más recursos y también más tiempo, pues necesita un paso extra: enviar el contenido al Consejo Nacional de Televisión (CNTV) para que sea declarada campaña de interés público.
La idea original era avanzar en enero con la resolución y la logística. Esto significaba llamar a licitación a las agencias para que hicieran sus propuestas, pero lo cierto es que hay varios nudos que atrasaron la decisión; entre ellos, los contenidos, los canales de difusión y también las divisiones que genera el debate constitucional y la franja electoral al interior de Chile Vamos.
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Tarea para el regreso de las vacaciones
“¿El llamado a la participación va de la mano de alguna campaña, porque hasta el momento no se ha visto nada?”. Esa fue la pregunta que le hicieron el viernes 7 de febrero al ministro del Interior, Gonzalo Blumel, en TVN.
La respuesta del secretario de Estado, aunque algo esquiva y sin detalles, fue que habrá “un período electoral, que comienza el 26 de febrero; posteriormente se inicia la campaña. Después vamos a tener la franja y van a haber obviamente llamados a la participación”.
En La Moneda reconocen que “la definición final quedó para fines de mes”, según comentan fuentes consultadas por PAUTA, cuando el Presidente Sebastián Piñera y la ministra Rubilar estén de vuelta de sus vacaciones.
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Pero el tema no solo es de forma. Claro que no. En el fondo, en el Ejecutivo están conscientes de que su decisión debe conjugar los intereses de La Moneda y de los partidos oficialista para evitar roces. Chile Vamos está dividido entre los que apoyan el “Apruebo” y el “Rechazo” -aunque esta última preferencia es mayoría-, y cualquier alusión o guiño a una de las dos opciones podría, según las mismas fuentes, tensionar el ambiente entre la coalición y el Palacio.
De hecho, hace dos semanas fue la última reunión donde la vocera y el director de la Secom, Christian Rendic, abordaron el tema y los eventuales contenidos que debería tener la campaña. Por ejemplo, se están evaluando al menos dos líneas de trabajo: un mensaje que llame directamente a votar y otra más “educativa” que explique cómo será la papeleta y el formato de las dos cédulas: “Apruebo”/”Rechazo” y “Convención Constitucional”/”Convención Constitucional Mixta”.
La meta de la administración Piñera es alta. En medio de los malos números para la política, el Ejecutivo espera que, al menos, vote la misma cantidad de gente que para la última elección presidencial, cuando sufragó el 49% del padrón.