Como se anticipaba: la seguridad se toma la agenda de La Moneda
Las manifestaciones de la primera semana de marzo y los episodios de violencia mostraron, a juicio del Ejecutivo, un nuevo despliegue de Carabineros.
El Ejecutivo lo venía anunciando desde hace varias semanas: énfasis puesto en el orden público, nuevas tecnologías y herramientas para Carabineros -hasta cursos de diálogo con manifestantes- y una nueva imagen para la policía uniformada. Con la llegada de marzo y el retorno de las manifestaciones y algunos episodios de violencia, el accionar de la fuerza, según Interior, demostró un despliegue distinto.
“Anoche [jueves 5 de marzo] tuvimos muchas personas detenidas y eso da cuenta de la efectividad policial. Más de 250 personas, de las cuales 120 fueron en la Región Metropolitana”, reportó el subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli.
A estas cifras se suman las de la noche del martes, cuando Carabineros detuvo a 62 personas, y por primera vez, 44 de ellas de la “primera línea”. El Séptimo Juzgado de Garantía de Santiago determinó que 43 de ellos quedaran en libertad el mismo día, lo que abrió una disputa entre el Poder Judicial y el Ejecutivo.
Por otra parte, un hombre de 20 años murió tras ser atropellado por una patrulla policial en la comuna de Lo Prado, en la madrugada del viernes, durante una ronda preventiva.
Este mismo día, desde la mañana, hubo numerosos hechos de violencia de manifestantes en distintas estaciones del Metro de Santiago, que obligaron al cierre sus puertas en varios casos. En Santiago Centro, decenas de jóvenes bloquearon la Alameda frente al Instituto Nacional y se enfrentaron a la policía.
Blumel pide mayor rigor a la Justicia
“El formar parte de la primera línea o integrar una ‘primera línea’ no es un delito. Si los integrantes de la primera línea roban, saquean, destruyen… esos hechos sí son constitutivos de delito”, declaró el jueves el presidente de la Corte Suprema, Guillermo Silva, en radio Tele13.
Y a esos hechos apunta la decisión de la cartera de Interior de apelar el fallo del tribunal, que como reconoce el mismo ministro del Interior, Gonzalo Blumel, no les gustó. “Ahí lo que está ocurriendo es que, además de desórdenes públicos, también se interrumpe el libre tránsito de las personas, se ataca con bombas molotov a carabineros, se les lanzan piedras. Son delitos graves y creemos que esos delitos graves tienen que tener sanciones muchísimo mayores”, dijo Blumel en la tarde del viernes.
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“Convoco a la colaboración de las instituciones públicas que tienen responsabilidades en materia de impartir la justicia y resguardar el orden público […]. Nos parece que la acción policial, con un esfuerzo importante que se hizo, que por primera vez se ve un despliegue distinto, con una estrategia mucho más eficaz, que permitió tomar detenidos a más de 40 violentistas, debe ir acompañada de acciones más rigurosas por parte de la Justicia”, agregó.