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Qué dice el protocolo para la despedida de quienes mueran por Covid-19

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Funeral en el Cementerio General. Crédito: Agencia Uno (archivo)
POR Marcela Gómez |

Los deudos podrán dar el último adiós a la persona fallecida protegidos con bata, guantes y mascarilla. El velatorio se realizará con el ataúd cerrado.

El pasado 10 de marzo, siete días después que se confirmara el primer caso de Covid-19 en Chile y cuando el total de contagiados llegaba a 17, la Subsecretaría de Salud Pública emitió la normativa que regula cómo disponer de los cuerpos de quienes fallezcan producto del contagio.

Este sábado 21 de marzo, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, confirmó el primer caso de una muerte debido al coronavirus: una mujer de 83 años.

El protocolo del Minsal precisa que no hay evidencia científica sobre la eventual transmisibilidad del coronavirus por manipulación de los cuerpos de quienes fallezcan por esa causa y la Organizacion Mundial de la Salud (OMS) “no ha establecido una guía específica” para estos casos. Sin embargo, agrega que lo observado para otros virus respiratorios y el principio de precaución permite suponer un riesgo de infección que se debe evitar.

Los detalles del protocolo

El protocolo establece que en los recintos asistenciales, al fallecer un paciente diagnosticado con Covid-19, “se debe permitir el acceso [a la sala o zona de aislamiento] de los familiares y amigos para una despedida, señalándoles claramente que no deberán establecer contacto físico con el cadáver ni con las superficies u otros enseres de su entorno o cualquier otro material que pudiera estar contaminado”. Para esto, deberán ingresar a la sala con una bata desechable, guantes y mascarilla quirúrgica.

Ni los familiares ni las empresas funerarias podrán realizar tareas como lavar y vestir a la persona fallecida. No se establece qué ocurrirá con sus efectos personales.

Tras la despedida, el cuerpo debe introducirse en una bolsa impermeable que se pulverizará con desinfectante de uso hospitalario, para ser trasladado a la brevedad posible a la morgue del recinto. 

Para el posterior traslado al crematorio, o al velatorio y posteriormente al cementerio, la bolsa en cuyo interior está el cadáver deberá ser introducida en un ataúd “que cumpla las condiciones habituales exigidas para cualquier féretro”, advierte el documento. No existen restricciones para el velatorio, siempre que el ataúd esté cerrado y sellado.

Decisiones en otros países

El documento de la Subsecretaría de Salud dice en su portada que es la “Versión 1” y advierte que el protocolo responde a la situación epidemiológica de ese momento, por lo que sus recomendaciones podrán “ser revisadas ante cambios en el contexto o nuevas evidencias sobre el comportamiento del virus”.

En esta materia, la realidad que han debido enfrentar otros países ha sido dolorosa cuando el número de muertes por el contagio ha ido creciendo. En Italia, se han prohibido las ceremonias de despedida o velatorios, procediéndose al traslado de inmediato de la persona fallecida al crematorio o cementerio.

En España se han suspendido los velatorios para proteger a los familiares y trabajadores de las empresas fúnebres e incluso en ciudades sometidas a cuarentena los entierros se realizan sin familiares. En el peak del contagio, China dispuso que todos los fallecidos a consecuencia del virus fueran cremados sin ninguna ceremonia.