Carlos Montes: “Falta un plan concreto y se lo hemos dicho al ministro de Hacienda”
En entrevista con PAUTA, el senador PS llama al Gobierno y al ministro Briones a dialogar más. “Simplemente no hay definiciones”, critica.
“Lo valoramos, pero aquí faltan detalles y antecedentes”. Ese es el primer balance que hace el senador socialista Carlos Montes respecto de los últimos anuncios económicos que realizó el Gobierno para enfrentar la crisis sanitaria generada por el Covid-19.
En conversación con PAUTA, el jefe de bancada PS señala que el nuevo fondo de US$ 2.000 millones para ir en ayuda, principalmente, a los trabajadores informales “es un importante paso”, pero pide más celeridad para que la gente tenga claridad de cómo vivirá los próximos tres meses que, según el parlamentario, serán “los más duros”.
Por eso, el también miembro de la Comisión de Hacienda de la Cámara Alta solicita al Ejecutivo más diálogo y, en especial, al mandamás de Teatinos 120, el ministro Ignacio Briones. “Aquí falta un plan concreto y se lo hemos dicho al ministro de Hacienda, pero nos preocupa que no haya una respuesta”, asegura.
-¿Qué le pareció el nuevo plan económico para enfrentar los efectos del Covid-19?
“En lo que se refiere a las personas y los trabajadores, pasar de US$ 170 millones a US$ 2.000 millones es un importante paso. Sin embargo, no se dice cómo lo van a distribuir, de cuánto va a ser por bono y cuánto va a ser el apoyo para que los municipios apoyen a la gente. Mirando atentamente, desde lo que está pasando en la realidad, estamos atrasados. Se cometió el error de un bono tan pequeño de $50 mil que era para el primer mes, o sea, para abril. La incertidumbre provoca preocupación y estamos esperando que el Gobierno asuma esa realidad y responda rápido”.
-¿Cuál debería ser esa respuesta, entonces?
“Aquí se debería establecer un bono por tres meses, que es lo que nosotros hemos planteado. Se debe hacer un acuerdo con los municipios para apoyarlos y, a partir de eso, dar ciertas certidumbres y certezas a esas familias. En caso de no hacerlo bien, por mucho que haya un fondo destinado, si no se implementa adecuadamente la crisis sanitaria puede transformarse en una nueva crisis social, y en eso hay que tener mucha responsabilidad y mucha seriedad. Se lo hemos dicho al ministro Briones. La bancada completa le dijimos y la verdad es que no tuvimos ninguna respuesta. Y esto no significa que diga que ‘no’ a nuestras propuestas, simplemente no hay definiciones”.
-Pero el ministro ha dicho que hay que “tener flexibilidad para elegir los mejores instrumentos” y en algunos sectores Chile Vamos, como el senador Juan Antonio Coloma (UDI), han planteado que como la situación evoluciona, más que un bono fijo, se debería revisar mes a mes el panorama…
“En esto el Gobierno ha cometido errores. Lo lógico hubiera sido que desde un comienzo se dijera que había un bono por tres meses, de tal forma que las familias supieran que van a contar con determinado apoyo para sobrevivir. El agobio y la desesperación que genera el no saber cómo se va a sobrevivir lo vamos a empezar a ver ahora cuando Bajos de Mena (Puente Alto) entre en cuarentena. Ahí hay personas que no saben cómo van a vivir y que no tienen recursos ya. Han empezado a verse ollas comunes. Los municipios no tienen tantos recursos y los vecinos se están apoyando entre ellos. Aquí falta un plan concreto y se lo hemos dicho al ministro de Hacienda. Nos preocupa que no haya una respuesta asociada”.
“No queremos criticar por criticar al Gobierno, pero necesitamos que el Gobierno se abra a conversar, que sepan más lo que está ocurriendo, dónde viven esas personas, de lo que pasa con los trabajadores sin contrato. Esto necesita más celeridad. Todo no puede depender de Hacienda. Aquí hay que diseñar algo más propio de Estado”.
-Y en relación con el otro foco, ¿es suficiente las líneas de financiamiento con garantías del Estado anunciadas?
“Es valioso que haya US$ 3.000 millones adicionales y que, a su vez, eso permita dar créditos por US$ 24.000 millones. Sin embargo, me preocupa que no se diferencia con claridad dos momentos. Uno es el actual, que es que por los próximos tres meses, a lo menos, las empresas van a tener que capear el temporal. Por lo tanto, se requieren medidas de apoyo lo más rápido y efectivas posibles y eso significa una línea de apoyo y de crédito en condiciones que les permitan sobrevivir. Después viene el tiempo de la reactivación, tres o cuatro meses después, no sabemos cuánto tiempo va a ser, y ahí se requiere capital de trabajo para mover a las empresas de otra manera. Esa diferenciación no la vemos clara. Además, todo queda en manos de los bancos. Por eso, es fundamental fijar la tasa de interés y cuántos recursos se les va a dar a las grandes respecto de las pequeñas, porque si no se regula bien, al final las empresas más grandes pueden llevarse buena parte de estos créditos más baratos”.
“Es importante que el Gobierno dialogue más”
-En los últimas semanas, la relación entre el Gobierno y el Congreso ha estado más tensa, porque desde La Moneda han hecho hincapié en la inconstitucionalidad de ciertos proyectos que han sido impulsado por la crisis sanitaria, pero en materias que son de exclusividad del Ejecutivo…
“El Gobierno tiene que abrirse más a dialogar con los actores sociales, con los empresarios, con los trabajadores y también con los parlamentarios y los partidos. La falta de diálogo genera estas discusiones. Entonces los parlamentarios presentan una iniciativa, por ejemplo, con el proyecto que suspendía temporalmente las alzas de los planes de las isapres. Tienen derecho, pero hay un problema de constitucionalidad y la discusión termina siendo no sobre el tema, sino sobre la admisibilidad de la iniciativa y eso es por falta de una discusión más global con el Gobierno. No solo pensando hoy y en estos tres meses de urgencia y, eventualmente, los tres meses de recuperación. Falta más diálogo. Por ejemplo, nosotros le hemos pedido al ministro Briones que se cree una instancia de diálogo permanente, pero cuesta mucho”.
-Pero el expresidente de la Cámara de Diputados Iván Flores, e incluso algunos de sus colegas, lo plantean como una herramienta para hacer un punto político y presionar al Ejecutivo. ¿Comparte esa visión?
“A mí no me gusta que haya iniciativas inadmisibles, pero cuando estamos en una situación de urgencia y emergencia que requiere respuestas rápidas, se usan distintos mecanismos. Si estuviéramos en guerra y hay un Ejecutivo que no asume las cosas básicas, bueno, los parlamentarios trataríamos de apurar. Los parlamentarios sabemos que si queremos sacar adelante una ley y el Gobierno no está de acuerdo, no sacamos nada, porque el Gobierno tiene miles de mecanismos para pararla. Por eso, lo que quisiéramos tener es un diálogo político. Puede que estemos mal y que incluso nos equivoquemos, pero es el diálogo el que permite tener una propuesta mejor”.
“Además, si esto no se puede hacer, van a seguir las mociones y lo peor sería que empezara una protesta social, y los actores políticos empezaran a decir que esas protestas no tienen razón, porque eso generaría una crisis social nuevamente. Es importante que el Gobierno dialogue más”.
“La oposición tiene que ser constructiva en el Congreso”
-Para ese diálogo también se necesitan interlocutores. ¿Cómo ve el futuro de la oposición después del revés que se vivió por la presidencia de la Cámara de Diputados?
“Creo que fue lamentable que eso ocurriera y espero que los diputados rápidamente encuentren una solución política”.
-Claramente hay más unidad en el Senado que en la Cámara…
“En el Senado esto no debería afectarlo. No hay nada que indique que lo pueda afectar y en el caso de los partidos tampoco. Los partidos hoy están más unidos de lo que están los diputados […] La unidad no es fácil. El no tener la mínima capacidad de diálogo afecta y espero que eso lo vayamos aprendiendo entre todos”.
-Pero la unidad de la oposición no solo está en cuestionamiento ahora. Primero fueron las distintas posiciones en la crisis del 18-O y ahora estas diferencias en medio de la pandemia. Dice que el Gobierno dialogue más, pero qué rol debería cumplir la oposición en esta emergencia.
“Primero, muy constructiva, con mucha unidad y con mucha capacidad de reconocer las debilidades y la necesidad de oír lo que piensan otros. Somos partidarios en reconocer que el que tiene el rol principal es el Gobierno, porque es el que maneja todos los instrumentos y los recursos. Pero es necesario que se abran, que estén oyendo distintas opiniones en el campo de la salud, en lo económico-social y en lo político”.
“La oposición tiene que ser constructiva en el Congreso. En ningún caso cuestionar por cuestionar, sino que cuando hay problemas tiene derecho a objetar. Por ejemplo, algunos que fuimos minoría objetamos el bono de los $50 mil. Había un error ahí y teníamos que decirlo. No habría sido honesto de nuestra parte aceptar así nomás lo que dice el Gobierno. El Gobierno puede equivocarse y debe estar abierto a oír críticas y opiniones”.