El tira y afloja de los datos oficiales sobre el coronavirus
El Gobierno ha recibido críticas de todos los sectores y ámbitos por la falta de claridad por los datos de la crisis. “Toda la información que tenemos disponible es transparente”, responde el Ejecutivo.
“Como Colegio Médico, hoy les exigimos a las principales autoridades de nuestro país transparencia inmediata, no solo para nosotros, sino para toda la comunidad médica que está disponible a colaborar”. Esa frase, que bien podría haberse dicho esta semana, la pronunció la presidenta del Colegio Médico (Colmed), Izkia Siches, el 20 de marzo pasado. Recién 17 días después del primer caso de Covid-19 detectado en el país, cuando las vocerías diarias del Ministerio de Salud apenas habían nacido.
Ya desde entonces, distintos actores del mundo político, médico y académico acusaban falta de claridad sobre la información que el Gobierno entregaba en cuanto a la incipiente pandemia. Apuntaban en parte a las formas de lo comunicado, pero también al fondo. Las críticas iban desde el tono del ministro de Salud, Jaime Mañalich, hasta pedidos directamente de entregar los datos que la autoridad sanitaria estaba utilizando para tomar decisiones.
Poco después del anuncio de la entrada del país a la Fase IV del brote, el 16 de marzo, el Minsal resolvió entregar la información detallada de la evolución del Covid-19, todos los días, más o menos a la misma hora y mediante los mismos interlocutores. Sin embargo, el reporte entregado pocas veces fue estandarizado. No siempre se entregaron los mismos datos, problema que persiste hasta hoy.
De hecho, el último impasse público lo protagonizaron más de 50 jefes comunales -en su mayoría de oposición– quienes a través de una carta pública exigeron que se termine el “secretismo” del Gobierno y pidieron que se comparta con el sistema de salud primaria toda la información para fiscalizar de los aislamientos y las cuarentenas. “Queremos ayudar, pero el hermetismo del Minsal lo impide”, comentaron las autoridades locales.
La respuesta vino de Mañalich, quien aseguró que “los alcaldes con la mejor intención, están alentando al ministerio a que cometamos un delito sancionado gravemente en la Ley de Derechos y Deberes del Paciente”.
Este último argumento legal también lo reiteró el propio Presidente Sebastián Piñera al ser consultado por las críticas. Pero, agregó, un componente social para no entregar los datos: “No queremos que empiece una especie de caza de brujas en castigo y discriminación de las personas que están enfermas”, dijo el Mandatario.
Las vocerías
Desde el principio se determinó “diversificar las vocerías”, como comentan en el Gobierno, por lo que el ministro, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, y el subsecretario de Redes Asistenciales, Arturo Zúñiga, se turnan para hacer el reporte oficial. Además de los estilos dispares, repetidas veces hubo diferencias en los contenidos de aquellos informes. A veces no entregaron el número de pacientes recuperados, otras veces se entregó la información a nivel mundial y el comparativo con Chile, en otras tantas no se reportaron detalles no sensibles sobre los fallecidos.
Pero sí, una constante: a la prensa se le permite un número limitado de preguntas -entre cuatro y seis-, no se permite contrapreguntar y no hay posibilidad de añadir preguntas una vez que partió la conferencia. Recién en las últimas vocerías se ha permitido refrescarles a las autoridades que respondan ciertas inquietudes que quedan pendientes en sus respuestas y el uso de una “pregunta abierta”, para consultar acerca de anuncios nuevos que se hagan durante el balance.
Respeto a la privacidad: la gran barrera
El número de fallecidos aumenta día a día. Ya pasó la barrera de las 100 personas y, con eso, también se ha modificado la manera de comunicarlos. La primera muerte, una mujer de 83 años de Renca, fue comentada por Mañalich con varios detalles, incluyendo la forma en la que se habría contagiado, su lugar de residencia, edad, género e historial médico.
No obstante, con el paso del tiempo, el formato cambió. Por ejemplo, en el reporte del martes 14 de abril, la información sobre los fallecidos distó de esas primeras intervenciones. De 10 fallecidos, ocho no recibieron tratamiento intensivo “porque se pensó por su edad, comorbilidad, cánceres que tenían, que era el manejo proporcional a su situación lo adecuado. Tenemos dos pacientes que fallecieron en realidad por la severidad de la infección por coronavirus, uno en Araucanía y el segundo en Ñuble”, dijo el titular de la cartera de Salud. Eso fue todo.
Consultada en Pauta Final, de Radio PAUTA, la subsecretaria Daza confirmó que con el tiempo se dejó de dar mayor detalle de las muertes con el objetivo de proteger la privacidad de las personas. “En la medida en que vamos teniendo más casos se hace un recuento de cuál es la población, principalmente si son enfermos crónicos, si son adultos mayores, un poco para resguardar la privacidad de las personas y de la familia, sobre todo”, aclaró Daza.
“Nos pareció prudente no dar tanta información pública con respecto a esos casos, pero sí se le informa a la familia y en la región, cuando hay un fallecido, pero principalmente es para resguardar la privacidad de las personas”, añadió.
Sin embargo, los datos de edad, género y eventuales enfermedades de base, que a veces se proporcionan y otras veces no, no tiene el riesgo de identificar a la persona.
¿Dónde están los contagiados?
Con el paso a medidas más drásticas, como el confinamiento por sectores -y no regiones cerradas por completo, como pedían ciertos actores-, también se abrió otro foco de preguntas. Ahora, sobre cuáles eran los datos que manejaba la autoridad sanitaria para determinar en qué zonas era adecuado decretar cuarentenas y por qué ciertas calles funcionaban como límites.
Cuando se anunció el confinamiento de siete comunas de la Región Metropolitana, aún no estaba disponible el informe epidemiológico del Ministerio de Salud que disgrega los contagios por sectores del país. La medida se decretó el 24 de marzo y el primer reporte apareció el 30 de marzo, luego de la presión de distintos alcaldes, la Mesa Social Covid-19 y un pedido de agilizar el asunto del mismo Presidente Sebastián Piñera.
Todavía, varios alcaldes insisten en que es necesario contar con más detalle de dónde se ubican los contagiados a nivel comunal, para orientar mejor la asistencia de parte del municipio. Y el Colegio Médico reconoce la información existente como insuficiente. “Nos parece razonable que en un territorio como San Bernardo se aplique cuarentena, pero para saber el detalle de por qué una parte de San Bernardo tiene cuarentena y otra no, obviamente requerimos información que hasta ahora el Ministerio de Salud no ha compartido, que es sobre la georeferencia de los casos y dónde ellos se concentran”, explica Roberto Estay, presidente del departamento de Políticas de Salud y Estudios del Colmed.
En entrevista con Pauta Final, la presidenta del Colmed reafirmó la postura que sostenía a inicios de la pandemia y enfatizó en la necesidad de la información. “No es una cosa que pida yo, como Izkia Siches, sino que las sociedades científicas, los grupos científicos de las distintas universidades, los colegas, el equipo sanitario, esperan tener acceso a algunos detalles que consideramos que son relevantes al momento de diagnosticar y para también poder destrabar algunas cosas. Por ejemplo, la cantidad de testeos que se están haciendo algunas comunas para poder visualizar por qué en algunas comunas no estamos haciendo tanto testeo”, declaró Siches.
Asimismo, comentó que sería bueno que el Gobierno explicara “con peras y manzanas” el porqué de algunas medidas que se estaban tomando. Y que, en cualquier caso, el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, se comprometió a despejar esas dudas próximamente.
Escuche la entrevista con la presidenta de Colegio Médico, Izkia Siches, en Pauta Final
Los esfuerzos del Gobierno
“Quiero dejar de lado todo tipo de suspicacia: la transparencia es un principio que rige a la administración del Estado, en consecuencia, se plasma en todas las acciones. Hay información que toma tiempo disponibilizarla y, además, tenemos que compatibilizar el acceso a la información con la protección de los datos. No todo es accesible a todos los ciudadanos, especialmente, lo que tiene que ver con la salud, que se rige por la ley de Derechos y Deberes de los Pacientes y que establece que la información sanitaria de las personas es un dato sensible. Dicho eso, toda la información que se ha venido solicitando, o la gran mayoría, se ha ido poniendo progresivamente a disposición de la ciudadanía”, contestó el ministro del Interior al finalizar la reunión de la Mesa Social Covid-19 el martes 14 de abril.
Así salió al paso del pedido de mayor información del Colegio Médico que sesión a sesión entrega una minuta con una serie de puntos que solicita al Gobierno. Uno de ellos: la publicación de las actas de la Mesa Covid y las de las reuniones entre el Minsal y el Consejo Asesor de la pandemia, integrado por un grupo de epidemiólogos y académicos. El fin: transparentar las recomendaciones que hacen las mesas al Ejecutivo. Hasta la fecha, esa petición no ha sido respondida. “Muy pronto”, contestaron desde Interior.
Uno de los compromisos del Gobierno en cuanto a la transparencia tenía que ver con la creación de una Mesa de Datos, liderada por el ministro de Ciencias y Tecnología, Andrés Couve, que partió el 25 de marzo a través de videollamada.
“Este levantamiento de datos le permite a la comunidad científica hacer modelos de proyección del avance de este virus. Para ello, esta mesa definirá cuáles son las variables complementarias a los datos que el Ministerio de Salud ya ha puesto a disposición de la ciudadanía, como es la diferenciación de los datos por comuna o la fecha de los primeros síntomas, claves para el análisis del avance de esta enfermedad en nuestra sociedad”, dijo el ministro Couve el día de la constitución de la instancia.
Casi tres semanas después, los resultados de la mesa son más bien escuetos. La información disponible es la misma que ya había entregado la autoridad sanitaria, pero consolidada y en distinto formato. Eso sí, desde el Gobierno se comprometieron a poner a disposición de la ciudadanía un “visualizador” de los datos, en una página web que se relacione con la del Minsal.
La recomendación, el carné y la OMS
A pesar de las críticas, el Gobierno avanzó en claridad de la información durante esta semana, cuando se transparentó la estrategia de combate de la pandemia. La subsecretaria Daza comentó en entrevista con La Tercera que la idea era que la gente se fuera contagiando progresivamente, con el fin de generar inmunidad y que el brote no durara cinco años en el país. Además, los distintos voceros oficiales de la crisis, Karla Rubilar entre ellos, reafirmaron el concepto de las cuarentenas “dínamicas”, como una forma de no “agotar” a la población para que, llegado un momento crítico, no sienta la necesidad de desobedecer el confinamiento en su zona.
“Toda la información que tenemos disponible es transparente, se entrega a los expertos, hay datos que ellos quisieran tener que nosotros no los tenemos. Por ejemplo, exactamente en cada caso, cuál fue el tiempo que midió entre el inicio de los síntomas y el examen de PCR. Tenemos una idea aproximada, pero ese dato, caso a caso no lo tenemos con precisión y por lo tanto no podemos entregarlo […] Toda la información disponible, que es muchísima, está en la página web que recomiendo una y otra vez revisar y mirar y estudiar, analizar, antes de pedir más información”, respondía el ministro Mañalich este martes.
Lo mejor d hoy:
– mejora en los datos es notable
– hay un cambio d tono en el discurso evidente
– por fin se explícita cual es la estrategia d afrontamiento
– número de ventilados se ha mantenido estable
– definición de “alta” bastante más cercana a recomendación internacional— José Miguel Bernucci (@Pajarobere) April 14, 2020
También, el Minsal agregó información nueva en su último reporte epidemiológico del 15 de abril. No obstante, el think tank Espacio Público presentó su estudio sobre el contagio en Chile halló yerros en los datos del ministerio: “Hemos detectado nuevas inconsistencias en el informe epidemiológico que entrega el Ministerio de Salud tres veces por semana. Si se comparan los informes del 13 de abril y del 15 de abril, se puede observar que en 22 comunas habrían decrecido los casos totales, la mayor caída se ve en la comuna de Hualpén, que pasa de 93 casos totales a 65. Un hecho imposible”, cuestionan los autores del estudio: Camila Arroyo, Eduardo Engel, Diego Pardow y Pablo Simonetti.
📈 ¿Cómo avanza la pandemia? Compartimos reporte actualizado al día de hoy, viernes 17 de abril, de la Evolución de contagios y fallecidos por COVID-19: en 🇨🇱 y el 🌎. Elaborado por @camiarroyofrom, @DiegoPardow, #EduardoEngel y @pablosimonetti → https://t.co/snyFvidq4H pic.twitter.com/srG2P9q45E
— EspacioPúblico (@EsPublicoCL) April 17, 2020
He revisado informe epidemiologico número 9 , el cual contiene errores y he ordenado bajarlo inmediatamente.
— Paula Daza (@pdazan) April 18, 2020
Por otra parte, el Minsal recogió las recomendaciones del Consejo Asesor en cuanto a los pacientes recuperados, no infectantes. Así informó los criterios con los que, a partir de ahora, se dictaminará que una persona está curada y pueda ser sujeto de un carné de alta, hecho que generó divisiones: fue destacado por algunos especialistas y puesto bajo la lupa por la OMS, pues institucionalmente “no tienen un postura” en relación a los casos recuperados y recién este fin de semana la entidad emitirá una guía sobre los test rápidos de inmunidad.
“Ahora mismo, no tenemos evidencia de que el uso del test serológico pueda mostrar que un individuo es inmune o está protegido de recontagiarse”, señaló Maria Van Kerkhove, epidemióloga norteamericana y líder técnica de la respuesta de la OMS contra el Covid-19, tras ser consultada por Canal 13, en la habitual ronda de prensa que se da en Ginebra.
En esa misma materia, el representante para Chile de OPS/OMS, Fernando Leanes, indicó en Pauta Final, de Radio PAUTA, que, para el caso de los recuperados, “tienen que seguir tomando medidas de protección, tienen que seguir cuidándose porque nadie garantiza que en algún momento no puedan volver a contagiarse“.
Legitimar las decisiones
Este jueves, el Consejo para la Transparencia (CPLT) también se involucró en el tema y emitió una declaración titulada “La transparencia legitima las decisiones”. En el documento se destaca que en el contexto del estado de excepción constitucional de catástrofe, las autoridades deben dar a conocer a la ciudadanía las decisiones que impliquen restricciones a los derechos fundamentales y, con ello, los fundamentos que expliquen esas determinaciones.
“Este Consejo para la Transparencia considera necesario ir incluso más allá de las obligaciones que dicta la ley y sugiere a los organismos públicos asumir una transparencia de carácter proactivo sobre las decisiones públicas que se adoptan para manejar la pandemia y de los fundamentos que se tuvieron a la vista para adoptarlas. Esta actitud daría mayor tranquilidad a todos los ciudadanos y les permitiría entender, adherir y colaborar, de mejor manera, con esas decisiones”, se consigna en el texto, firmado por el presidente del organismo, Jorge Jaraquemada, y los consejeros Gloria de la Fuente, Marcelo Drago y Francisco Leturia.