Cuenta Pública 2020: ante un Congreso Pleno, pero no tan pleno
A menos de tres semanas de la rendición de cuentas del Presidente, la pandemia trastocó el protocolo. Aunque se realizará en Valparaíso, tendrá varias restricciones.
Entraba al Salón de Honor del Congreso saludando de apretón de manos y besos. Avanzaba por la alfombra roja, hacia el podio, entre los cientos de invitados que estaban a lo sumo a medio metro de distancia. La Cuenta Pública de 2019 dejó varias imágenes que el Presidente Sebastián Piñera no podrá repetir en esta oportunidad: la rendición de cuentas de su tercer año de mandato se hará en la semana 14 del brote de Covid-19.
Es la última cuenta que tiene el Mandatario para desplegar un abanico de propuestas y para puntualizar sus objetivos en lo que queda de la gestión, dado que la ceremonia del año que viene será la despedida. Por esto mismo, y pese a las medidas sanitarias, la ceremonia se realizará igual.
El 1 de junio, Piñera pronunciará un discurso de aproximadamente dos horas ante un Congreso Pleno, que este año podría no ser tan pleno. En algún momento, incluso, se consideró que ni siquiera fuera en el Congreso.
Los pedidos
Durante el lunes, el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, solicitó al Gobierno que la ceremonia de este año no se realizara en su ciudad, sino en el Congreso de Santiago, con el fin de “evitar mayores riesgos de contagio”. Actualmente, la Región Metropolitana concentra la mayor cantidad de contagios de Covid-19 en el país. La Región de Valparaíso está lejos de esa situación y los esfuerzos de las autoridades van en la línea de que eso se mantenga así.
“Independientemente del lugar donde se realice, la ceremonia no puede ser con público, porque eso sería contradictorio con todos los criterios de protección que se han planteado en el marco de la crisis”, agregó el jefe comunal en conversación con El Mercurio de Valparaíso.
A ello se sumaron los llamados de los jefes de bancada del PPD, Raúl Soto, y del PS, Luis Rocafull, quienes pidieron a Piñera que la cuenta se hiciera de forma telemática.
Pese a las solicitudes de los distintos personeros, las mesas del Congreso ratificaron durante el martes que se apegarán al protocolo que han diseñado en conjunto con Presidencia y que el evento será en su lugar tradicional. No por desestimar las peticiones, sino por una complicación eminentemente técnica: la Constitución señala que el Presidente debe hacer la rendición de cuentas ante el Congreso Pleno.
“Tenemos un conjunto de disposiciones constitucionales y legales que hacen muy difícil considerar [ese pedido] en este momento, a dos semanas de la fecha que está establecida en la propia Constitución, que es el momento en que el Presidente rinde cuentas ante el país en sede del Congreso Pleno. Y al mirar cuál es la sede del Congreso Pleno, que está definida en la Ley Orgánica Constitucional, es Valparaíso”, comentó la presidenta del Senado, Adriana Muñoz (PPD).
Menos invitados y distancia social
“Vamos a dar garantías de que vamos a cumplir todos los protocolos sanitarios que rigen hoy día en nuestro país y estableció la propia Organización Mundial de la Salud”, agregó su par de la Cámara, Diego Paulsen (RN).
Distancia entre las sillas y solo los invitados necesarios para realizar el acto serán parte de las condiciones del Congreso. De hecho, actualmente rige una prohibición de realizar actos públicos con más de 50 personas, por lo que se tendrá que reducir considerablemente la lista de invitados de las ceremonias pasadas si se rigen por aquel reglamento. Preliminarmente y de acuerdo con fuentes del Ejecutivo, se están barajando 190 invitados, aproximadamente.
Desde el Congreso apuntaron a que solo estarán presentes el Mandatario, los presidentes de las mesas de las corporaciones con sus secretarios generales, así como los parlamentarios y ministros que “puedan y quieran” asistir.
En La Moneda aseguran que no concurrirá el gabinete completo. Probablemente, dice una alta fuente de Gobierno, será el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, uno de los pocos presentes.
El cuerpo diplomático, miembros de las Fuerzas Armadas y demás invitados tendrán que ver la cuenta por streaming. Lo mismo con los parlamentarios, que ya tienen un protocolo de trabajo telemático en las cámaras y, como informaron los presidentes de las corporaciones, podrá funcionar de la misma forma en esta ocasión.
El discurso
El año pasado, Piñera se enfocó en la modernización tributaria, reforma de pensiones, modernización laboral, una “cirugía mayor” a la salud y educación. También le dedicó un tiempo de su alocución a la Región de La Araucanía, que en noviembre del año anterior había sido el escenario del homicidio de Camilo Catrillanca. Este año, su discurso llega a ocho meses del estallido social que partió el 18 de octubre y en medio del brote del nuevo coronavirus.
Fuentes de Palacio comentan que el Mandatario ya está trabajando en los temas que se abordarán el 1 de junio, pues recién tuvieron una primera reunión de coordinación entre el Presidente y los ministros. Pero sí está claro: su texto se centrará en la pandemia, con mucho énfasis en el tema social y económico y en los proyectos emblemáticos y prioritarios.
Desde el Gobierno, además, comentan que aún están en conversación con los ministerios, que tendrán que entregar la información que sea prioritaria para ellos, y lo mismo con los intendentes y sus obras y planes regionales. Será “distinta de otras cuentas públicas. Más concentrada”, dice un alto personero del Ejecutivo.
Eso sí, aún queda un detalle fundamental: el horario. Desde el año pasado, la cuenta se realiza en el bloque prime, a las 21 horas. Con el toque de queda nacional que parte a las 22:00, se dificultarían los desplazamientos de los asistentes al acto, por lo que se están evaluando las alternativas. En La Moneda apuntan a que probablemente se mantenga el horario prime, dado que los invitados son funcionarios públicos y no tendrán las restricciones para movilizarse.