Sin monto fijo: queda lista para ley la rebaja de la dieta parlamentaria
El monto lo determinará, en primera instancia, el Consejo de la Alta Dirección Pública, y luego una comisión ad hoc. El Senado aprobó la propuesta por unanimidad.
Seis años demoró el debate del proyecto que rebaja la dieta de los parlamentarios y de los sueldos de otras autoridades. Este miércoles, mientras en La Moneda se decretaba cuarentena total para la provincia de Santiago y comunas aledañas, en el Congreso llegaba a su fin la discusión sobre cuánto y cómo debían disminuir los sueldos de los altos cargos del país.
Pese a los dimes y diretes que llevaron al proyecto hasta una comisión mixta, el mecanismo finalmente está resuelto, pero la cifra final aún no, y ni siquiera hay certezas sobre cuándo efectivamente podría estarlo.
Qué dice la nueva ley
Podría ser un 10% o podría ser el 80%. La rebaja del sueldo de ministros, subsecretarios, gobernadores, diputados y senadores aún no es clara y podría no serlo en mucho tiempo más. La ley que se aprobó este miércoles define que será el Consejo de la Alta Dirección Pública (CADP) el organismo que en primera instancia defina la remuneración de ministros, diputados y senadores, en un plazo de 30 días desde publicada la ley, y tendrán hasta 90 días desde el mismo momento para fijar los montos para las demás autoridades.
No obstante, la decisión del CADP tendrá vigencia hasta que entre en funcionamiento una comisión especial, integrada por un exministro de Hacienda, un exconsejero del Banco Central, un excontralor o subcontralor, un expresidente de alguna de las cámaras del Congreso y un exdirector nacional del Servicio Civil. Cada cuatro años y con al menos 18 meses de anticipación al fin de un período presidencial, será la encargada de tomar la resolución final.
Es decir, si aquel organismo no entra en funcionamiento para agosto de este año, la rebaja definitiva de la dieta recién podría aplicarse para el próximo período presidencial, que parte en 2022.
La pelea por el 50%
El texto sufrió varios cambios en la marcha legislativa. El proyecto que ingresó por la Cámara de Diputados -y que fue aprobado ampliamente en aquel primer trámite, a fines de noviembre- también contemplaba la creación de un consejo especial para determinar los sueldos de las autoridades.
Estaría conformado por “dos miembros designados por el Consejo de la Alta Dirección Pública, dos miembros designados por el Banco Central y un miembro designado por el Presidente de la República”. En el cargo podían estar exministros de Hacienda, excontralores o exconsejeros del Banco Central, entre otros.
Pero el punto central de la iniciativa era que, inmediatamente promulgada la ley, los parlamentarios y demás autoridades tendrían que rebajarse la dieta en un 50%, de forma automática, hasta que la comisión especial tomara la decisión final sobre el monto.
En el Senado, la rebaja transitoria desapareció y se relegó la decisión al Consejo de la Alta Dirección Pública. El argumento esgrimido en la Cámara Alta era que no debían ser los mismos incumbentes, los parlamentarios, quienes decidieran el monto de rebaja, por eso la necesidad de dejarlo en manos de otro organismo.
La Cámara Baja rechazó las modificaciones del Senado y llevó el proyecto a una cuarta instancia: comisión mixta. Allí fracasaron las propuestas del Frente Amplio para reincorporar una rebaja transitoria y automática para “dar una señal a la ciudadanía”. Ese debate se mezcló, además, con la polémica por las supuestas “donaciones” de los parlamentarios de Revolución Demócrata.
Finalmente, el informe de la comisión pasó por las dos cámaras y fue aprobado, lo que dejó el proyecto listo para ser promulgado por el Presidente Sebastián Piñera y publicado en el Diario Oficial.
El informe de la Biblioteca del Congreso
La dieta de diputados y senadores es de $9.349.851 brutos, cerca de 11 mil dólares. Por eso sorprendió entre los parlamentarios el informe de la Biblioteca del Congreso que se conoció en las últimas horas, que cifra sus remuneraciones en más de 23 mil dólares (ver gráfico) y la compara con la de otros países de la OCDE. Los legisladores hicieron ver que se incluían, como sueldo propio, las asignaciones que van al pago de los equipos de apoyo de las oficinas parlamentarias.
Al inicio de la sesión en el Senado, los presentes le dedicaron varios minutos a la difusión del documento, que generó molestias y varias acusaciones de falsedad y mala intención en la información que presenta y que cifra la remuneración de los congresistas como la más alta de las estudiadas.
La presidenta del Senado, Adriana Muñoz (PPD), informó que citarían a una reunión de comités para analizar el informe que el director de la biblioteca les entregará, sobre los datos y “cuál es el sustento metodológico” que tiene.