El nuevo tono de La Moneda para enfrentar las semanas más críticas del Covid-19
El Gobierno decidió que gran parte de la RM entrará en cuarentena a partir de este viernes. El porqué de la decisión se basa en una nueva evidencia que alarmó al Ejecutivo.
“Colaboración” es el concepto que se repitió como mantra en las intervenciones de las distintas autoridades del Gobierno, incluso el propio Presidente Sebastián Piñera. Este miércoles quedará en la memoria como el día en que el Gobierno tomó una de las decisiones más severas desde que el Covid-19 llegó al país: poner en cuarentena a gran parte de la Región Metropolitana a partir de este viernes.
Trabajamos para proteger la salud y vida de nuestros compatriotas. Por eso, desde este viernes 15 de mayo a las 22hrs y por 7 días, entrará en vigencia cuarentena en la RM urbana y otras medidas necesarias para controlar la propagación de la Pandemia. Necesitamos su colaboración. pic.twitter.com/UnlnWaykaP
— Sebastian Piñera (@sebastianpinera) May 13, 2020
La decisión de confinar a casi siete millones de santiaguinos fue unánime en el comité de emergencia, comentan desde La Moneda. Minutos antes de que se hiciera pública la noticia, el Mandatario se comunicó con algunos alcaldes, como el jefe comunal de La Florida, Rodolfo Carter, para contarle de primera fuente la medida.
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No quedó más espacio y la situación es preocupante. Los contagiados en la capital alcanzaron su punto diario más alto este miércoles 13 de mayo, con 2.660 personas que dieron positivo para coronavirus en la última jornada (casi un 60% más que el día anterior). Sin embargo, el dato más duro que influyó en la medida, dicen las mismas fuentes de Gobierno, es que la capacidad del sistema sanitario llegue al límite antes de fin de mes. Es decir, el horizonte está en que los contagiados de hoy sufran complicaciones y necesiten hospitalización en dos o tres semanas, cuando la capacidad actual ya está sobreexigida en gran parte de la red.
La “pirámide maya”
“La batalla de Santiago es la batalla crucial en la guerra contra el coronovirus”, dijo el ministro de Salud, Jaime Mañalich.
Tanto el ministro Mañalich como los subsecretarios de Salud, Paula Daza, y de Redes Asistenciales, Arturo Zuñiga, cambiaron el tono y sinceraron que “vendrán días muy duros”. Si hace algunas semanas se habló de meseta –concepto cuestionado por los expertos– e incluso al interior de Palacio se graficaba el escenario como una “pirámide maya”, con contagios escalonados, la situación actual es menos optimista.
Mañalich aseguró que “no teme un colapso”, en la medida en que la cuarentena, el toque de queda o los cordones sanitarios sean respetados. Y ahí está el dilema, confiesan en la sede del Ejecutivo.
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¿Dará resultado la cuarentena total para aplanar la curva?, es la pregunta que se hacen en el Gobierno. Por eso la insistencia en la responsabilidad de la ciudadanía, incluso por sobre los reproches comunicacionales de cómo se han transmitido ciertos conceptos como “la nueva normalidad” o el “retorno seguro”.
“Si nosotros como ciudadanos no nos comprometemos a cumplir la cuarentena total, ninguna fiscalización ni ninguna medida serán suficientes”, advirtió la vocera Karla Rubilar.
Fue un mensaje subrayado por el titular del Interior, Gonzalo Blumel, tras organizarse con Carabineros y Fuerzas Armadas para la fiscalización masiva de la cuarentena. “Lograr el objetivo de reducir la curva de contagio y aplanarla, no depende tanto del despliegue policial y militar, sino que de la conducta que cada uno tenga”, señaló.
¿Llegó tarde?
Pero la decisión de decretar cuarenta obligatoria para la RM fue resistida por semanas desde La Moneda, pese a las múltiples peticiones de alcaldes de todos los colores políticos que exigían confinamientos masivos. De hecho, tras hacerse pública la noticia parte de los jefes comunales apuntaron a que si bien valoraban la decisión, llegaba tarde.
En el Gobierno, el ministro Mañalich insistió que era una medida muy estricta, pero tomada, según él, en el momento adecuado, pues las semanas que vienen son cruciales.
Una respuesta similiar dio más tarde la ministra Rubilar, quien aseguró que la cuarentena total “no se puede decretar tardíamente, pero tampoco antes, porque cuando realmente la necesitemos va a haber un nivel de incumplimiento como lo hemos visto en algunas comunas de la RM”.
En La Moneda defendieron la aplicación de las cuarentenas dinámicas y sus resultados, y detallan que “encerrar” a Santiago no se convierte “mágicamente” en un equivalente a protección. Por eso, no se descartan nuevas medidas como extender el toque de queda o bajar la edad de cuarentena obligatoria para adultos mayores, que en esta jornada pasó de 80 a 75 años.
Sin embargo, para el Gobierno queda un tema pendiente: ciertas discusiones, como el regreso a clases, el retorno de los funcionarios públicos, la apertura de centros comerciales o el concepto de la “nueva normalidad” no fueron recepcionados con claridad y se convirtieron en focos de críticas de la oposición y de actores sociales como el Colegio Médico.
Hemos tenido diferencias con el manejo pero hoy debemos sumar esfuerzos para disminuir casos nuevos. Si no la red sanitaria va a ser sobrepasada. Esperamos que las autoridades se abran a tomar las recomendaciones de los actores de la comunidad de salud, científica y social.
— Izkia (@izkia) May 13, 2020
“Para poder hacer un análisis esperemos que pase el tiempo”, dijo la subsecretaria Daza cuando fue consultada por las decisiones que ha tomado el Gobierno.
Incluso el ejemplo de salir a tomar café, que acuñó hace algunas semanas, pasó a ser una pregunta constante. De hecho, tras conocerse la medida de cuarentena total para la RM, le consultaron nuevamente a Daza si es que a la vista de los números actuales sus palabras fueron un mensaje contradictorio.
“Fue una mala interpretación del mensaje”, dijo la subsecretaria en entrevista con 24H y aseguró que se ha tomado “como un cliché” el ejemplo del café y que ella solo intentaba explicar cómo cambiará la vida cuando se retome con cierta normalidad.