¿Qué hubiera hecho un gobernador regional en la pandemia?
“Nada”, contesta el potencial candidato de PPD, Francisco Vidal. El Gobierno no ha enviado las leyes que despejarían las dudas sobre atribuciones y presupuesto.
Poco más de cinco meses quedarían para enfrentar en las urnas a los candidatos a la gobernación de las regiones de todo el país. En otro Chile, sin estallido social ni pandemia, nombres como los de Karla Rubilar, Francisco Vidal, Claudia Pascual y Claudio Orrego podrían haber estado en plena campaña por el sillón de gobernador de la Metropolitana.
La crisis de octubre y la emergencia sanitaria modificaron las prioridades de todos y por cierto del Gobierno, que hasta la fecha no ha enviado las leyes que comprometió meses atrás, cuyos objetivos eran clarificar las competencias, atribuciones y presupuestos que tendrían las nuevas figuras políticas.
Sin el cargo claro, con la fecha de la elección pospuesta -y con posibilidad de que se postergue una vez más-, la figura del gobernador regional quedó diluida. Aquello abre el interrogante de qué papel podrían haber ocupado efectivamente los “jefes regionales” durante la crisis sanitaria.
Sobrevolando Santiago
Tal vez estaría sobrevolando Santiago junto al jefe de Defensa Nacional, o haciendo vocerías junto a “dos carabineros y un soldado”. Con la legislación actual, estaría haciendo “nada”, resume de inmediato el exvocero de Gobierno Francisco Vidal, que en algún momento se alzó como el principal candidato del PPD. “Estaría peleando con el delegado presidencial por quién sale en la tele para decir las cosas que son obvias: quédense en la casa, vamos a fiscalizar, vamos a hacer una barrera sanitaria para que la gente no se arranque a Zapallar o a Cachagua”, contesta.
La falta de atribuciones y el contrapeso del delegado presidencial eran dos de las razones por las que el cargo no captó el interés de muchos de los posibles candidatos. En medio de la pandemia, los vacíos serían más evidentes. “Como compartes poder con el delegado presidencial y este, a su vez, está para las tareas de emergencia, el gobernador regional está pintado”, explica Vidal.
“Aunque el gobierno regional tuviera muchas atribuciones, igualmente el estado de catástrofe subsume la responsabilidad de una serie de materias en el Presidente. El estado de emergencia [sanitaria] hubiera funcionado igual que hoy día”, comenta Natalia Piergentilli, exintegrante de la mesa técnica para la descentralización y directora de Cohesión Territorial de Chile 21.
Un millón de electores
Pero sí, de acuerdo con los consultados, el gobernador habría tenido peso político: un millón de votantes, incluso más, podrían haberlo escogido y aquello daría pie a que funcionara como una figura relevante para hacer contrapeso al gobierno central.
Un “sindicato”, dice Vidal, podrían armar los gobernadores de las 16 regiones del país. “Van a ir sobre el Poder Ejecutivo y Legislativo, peleando contra los centralizadores de turno y los senadores”.
“En términos de bajar recursos, podría haber tenido una relación más cercana con los alcaldes y en término político hubiera podido ser un buen contrapeso de la autoridad nacional respecto de las medidas tomadas”, contrapone Piergentilli.
De hecho, hay algunas funciones que los gobiernos regionales ya pueden cumplir en la actualidad y que se podrían potenciar con el nuevo cargo. “Los gores tienen la potestad de implementar los consejos de alcaldes metropolitanos, en aquellas zonas de más de 250 mil habitantes y con más de una comuna. En este caso, como vimos en Santiago, los alcaldes estaban implorando desde hace más de un mes la cuarentena total y no hubo ninguna gestión del gobierno regional de generar una opinión conjunta con todos los alcaldes metropolitanos. Aquí hubiesen sido mucho más activos”, suma Esteban Valenzuela, expresidente de la Comisión Asesora Presidencial para la Descentralización del gobierno de Michelle Bachelet.
Otra posibilidad, según la exministra Claudia Pascual, carta del PC: ser un enlace con la ciudadanía que generara mesas de trabajo, desde la comunicación con organismos de la sociedad civil y con el propio Gobierno.
“El papel fundamental hubiera sido lograr canalizar las demandas de las ciudadanía en torno a solicitar mayores medidas. La situación de recién decretar cuarentena para el casco más urbano de la Región Metropolitana después de dos meses del primer caso es complejo, porque se podría haber decretado mucho antes y haber detectado mejor forma los casos”, agrega Pascual.
Comprando insumos
Denuncias de falta de mascarillas, de reactivos para la realización de test PCR y demás insumos médicos son la tónica de estos días. ¿Podría haber contribuido un gobernador regional con la compra de algunos elementos básicos para la gestión de la pandemia?
Hasta hoy no es claro el presupuesto con el que contará esta figura política. La ley de financiamiento regional había sido comprometida por el Gobierno para ser enviada en 2018, luego en noviembre de 2019, lo que se complicó con el estallido social, y luego en marzo de este año, justo cuando inició el brote de Covid-19.
“Lo que se pensaba respecto de los fondos de la región es que pudiesen ser quizás aumentados a los que tienen hoy día, pero con mayor discrecionalidad en la utilización de recursos. Por lo tanto, efectivamente un gobernador electo podría haber tenido margen para compra de insumos básicos, para concurrir con apoyo adicional a lo que está haciendo el Minsal”, concluye Piergentilli.